Carlomagno
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Carlomagno (Carlos I el Grande) | |
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Rey de los Francos, Rey de los Lombardos y Emperador de Occidente | |
Charles the great, Charlemagne, Carolus Magnus) with Popes Gelasisus I. and Gregory I. from the sacramentary of Charles the bald (ca. 870) |
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Reinado | 25 de diciembre de 800 - 28 de enero de 814 |
Coronación | 25 de diciembre de 800 en Roma por el papa León III |
Otros títulos | |
Rey de los Lombardos (774 - 814) Rey de los Francos (768 - 814) |
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Nacimiento | 2 de abril de 742 |
Fallecimiento | 28 de enero de 814 |
Aix-la-Chapelle | |
Predecesor | Pipino el Breve |
Sucesor | Ludovico Pío |
Cónyuge/s | Himiltrude Désirée de Lombardie Hildegarde de Vintzgau Fastrade de Franconie Luitgarde d'Alémanie |
Descendencia |
Pépin (v.770-v.811) Adélaïde (?-774) Rotrude (v.775-810) Pépin d'Italie (777-810) Ludovico Pío (778-840) Lothaire (778-779) Berthe (v.779-823) Gisèle (781-ap.814) Hildegarde (782-783) Hiltrude (o Rotrude, Rothilde) (v. 787-?) Adeltrude (con Gerwinde) Drogon (801-855) y Hugues (v.802-844) (con Régina) Thierry (807-ap.818) (con Adelinde) : |
Dinastía | Carolingios |
Padre | Pipino el Breve |
Madre | Bertrade de Laon |
Carlos I el Grande, llamado Carlomagno (742/748 según algunas fuentes – 28 de enero de 814), rey de los francos (768 – 814), rey nominal de los lombardos (774 – 814) y Sacro Emperador de Occidente (800 – 814).
Fundó el llamado Imperio Carolingio (considerado el Imperio Romano de Occidente restaurado), que se transformaría en el llamado Sacro Imperio Romano Germánico en 962, con la ascensión a la dignidad imperial de Otón I.
Tabla de contenidos |
[editar] Biografía
El sitio exacto de su nacimiento se desconoce, pero es muy probable que fuera en algún lugar de Renania.[1] Rey de los francos (768-814), hijo natural de Pipino el Breve y Bertrada de Laon, su madre a quien Pipino el Breve hizo luego su esposa oficial legitimando así a Carlomagno, lo educó muy a su manera en la práctica de la misericordia cristiana. Fue nieto de Carlos Martel, quien inició una ambiciosa política de expansión territorial, que lo enfrentó a germanos, bizantinos y musulmanes. En un intento por restaurar el antiguo Imperio romano de Occidente, Carlomagno se hizo proclamar emperador por el papa León III el día de Navidad del año 800 en la iglesia de San Pedro, en Roma.
Su hijo Luis el Piadoso heredó un imperio aparentemente consolidado, pero durante su mandato comenzaron las luchas internas por el poder y, con ellas, la decadencia del Imperio.
Tras su fallecimiento, los territorios del Imperio carolingio se repartieron entre sus hijos Carlos el Calvo, Lotario y Luis el Germánico en virtud del Tratado de Verdún. Se deshizo, así, el Imperio carolingio, que se disgregó aún más con la llegada, entre los siglos IX y X, de nuevas oleadas de pueblos invasores (normandos, húngaros y sarracenos) que devastaron Europa occidental.
[editar] Cronología
- 747: Nace el 2 de abril, hijo del rey franco Pipino el Breve. No se conoce con certeza el lugar de nacimiento.
- 754: Comienza a acompañar a su padre en diversas campañas militares, como la conquista de Aquitania y la invasión de Italia en apoyo del papa Esteban II frente a los lombardos.
- 768: A la muerte de Pipino el Breve, el reino franco es repartido entre sus hijos: Carlomagno pasa a reinar sobre los territorios de Neustria, Austrasia y el occidente de Aquitania; en tanto que su hermano Carlomán lo hace sobre Borgoña, Provenza y el oriente de Aquitania.
- 770: Se casa con la hija del rey lombardo Desiderio.
- 771: Fallece Carlomán. Carlomagno se apodera de los dominios de aquél. Matrimonio con Hildegard, luego de repudiar a la hija de Desiderio.
- 772: El papa Adriano I solicita su ayuda frente a los lombardos.
- 774: Derrota a Desiderio y se convierte en rey de los lombardos. El papa Adriano I lo declara 'protector de Roma'.
- 775: Inicia la campaña para conquistar y cristianizar a los sajones.
- 778: Combate a los musulmanes en la península Ibérica. En principio debe retirarse derrotado sin lograr tomar Zaragoza y con su retaguardia destruida en Roncesvalles pero años después gracias a su paladín Guillermo de Tolosa crea el territorio fronterizo denominado Marca Hispánica.
- 796: Conquista, por medio de su paladín Eurico, el territorio ávaro. Convierte a Aquisgrán en la capital de su Imperio y asienta definitivamente en ella a su corte, después de emplearla como tal desde dos años antes.
- 812: El Emperador de Oriente (bizantino) Miguel I lo reconoce como emperador de Occidente.
- 813: Designa a su hijo Luis sucesor suyo y lo corona personalmente.
- 814: Fallece el 28 de enero en Aquisgrán y es enterrado en la Catedral de esa ciudad.
[editar] Política exterior
En política exterior, Carlomagno emprendió una serie de agresivas campañas militares destinadas a expandir sus fronteras. De esta manera sometió a los lombardos, haciéndolos desaparecer de la Historia. En España, peleó contra los árabes e incluso intentó apoderarse de Zaragoza en 778, capital de la Marca Superior de Al-Ándalus, pero fracasó, tuvo que retirarse y su retaguardia fue atacada por vascones en Roncesvalles-donde perdió una pequeña parte de sus tropas pero justamente las que eran francas e incluían a varios paladines, por lo que fue un verdadero desastre que la mayoría de los cronistas francos de la época callaron- y debió conformarse con crear, años después, gracias al genio militar de Guillermo de Tolosa, la Marca Hispánica en el norte de Cataluña, Aragón y Navarra, llevando así la frontera sur hasta el Ebro. En Alemania, sometió a los sajones -tras enfrentarse a una difícil guerra de guerrillas que duró tres décadas en la que demostró su temple, persistencia y astucia política- y guerreó hasta en Hungría, donde su paladín Eric de Friuli aniquiló a los ávaros para siempre y tomó para Carlomagno el inmenso tesoro que habían acumulado durante dos siglos de correrías y saqueos.
El 25 de diciembre del año 800, el Papa León III coronó en Roma a Carlomagno Emperador de Occidente, bajo la fórmula Romanum gubernans Imperium. Esto motivó el inmediato enfriamiento de sus relaciones con el Imperio Bizantino. En cambio, el Califato Abasida, enemigo mortal del Imperio Bizantino, le dio su amistad y envió una embajada a Aquisgrán, la capital de Carlomagno. Sin embargo, gracias a que Bizancio estaba pasando por un período de extrema debilidad por las interminables luchas intestinas entre iconoclastas e iconódulas y los ataques de los búlgaros y el Califato de Bagdad, el emperador bizantino Miguel I Rangabé reconoció en 812 a Carlomagno como emperador de Occidente a través de un tratado firmado en Aquisgrán.
[editar] Política interior
Carlomagno estableció el condado como unidad administrativa básica del imperio, a cargo de un conde, y fundó varias marcas (llamados burgos), cada una de las cuales estaba al mando de un marqués. Al mismo tiempo creó un cuerpo de inspectores, los missi dominici, encargados de inspeccionar y en lo posible someter a obediencia a los nobles y las autoridades locales.
Carlomagno fue un adalid de la cultura, creando la Escuela Palatina en Aquisgrán y llamando para dirigirla a Alcuino de York, uno de los más importantes eruditos de su tiempo. Uno de los logros más importantes por sus consecuencias fue la creación de la letra carolingia, una tipologia clara y uniforme que permitió que varios libros fueran copiados en los monasterios de una manera sistemática y que así se hayan preservado importantes obras que de otra forma se hubieran perdido.
El sistema funcionó bien en vida de Carlomagno, gracias a su prestigio y su mano de hierro, pero una vez fallecido, su sucesor, el débil Ludovico Pío, fue incapaz de contener la desintegración del Imperio, que se dividiría definitivamente por el Tratado de Verdún en el año 843.
[editar] Legado
Carlomagno fue uno de los mayores líderes políticos y organizadores de la Edad Media. En lo militar, si bien fue un guerrero poderoso, valiente e incansable que no temía marchar al frente de sus tropas, no destacó particularmente como estratega pero sí tuvo la inteligencia de delegar a menudo el mando en paladines como Guillermo de Tolosa, Erico y su propio hijo Carlos. También se mostró extraordinariamente previsor como lo demuestra su intento -aunque inútil por la falta de tradición marítima de los Francos- de crear una flota para defenderse de los incipientes ataques de los nórdicos. Como rey, revivió el espíritu político y cultural que había desaparecido con la caída del Imperio Romano de Occidente.
La fama de Carlomagno y los caballeros de su corte dio lugar a una serie de leyendas y mitos, muchos de los cuales se recogieron en poemas épicos y libros de caballerías, tanto en Alemania y Francia como en España, Italia y Portugal.
[editar] Semblanza del Emperador
Gracias a su biógrafo Eginardo, tenemos un gran caudal de datos sobre las caracterísiticas personales del Emperador. Carlomagno fue famoso por su personalidad extrovertida y su buen humor. Un hombre carismático, con gran facilidad para imponer su autoridad y control. Medía más de seis pies (según una medición de su esqueleto en el siglo 18, aprox. 1,93 m), robusto y con tendencia a la obesidad, algo que se fue acentuando en la vejez. De cabeza redonda, pelo blanco y abundante, cuello grueso y corto, nariz muy alargada, barbilla afeitada y frondoso bigote al estilo de los reyes francos. Padecía insomnio; era extremadamente locuaz, aunque su voz débil resultaba incongruente en alguien tan corpulento. Ávido en el comer pero moderado en la bebida, no toleraba la embriaguez. Despreciaba los vestidos de seda, y siempre vestía con la mayor sencillez, aunque en sus últimos años accedió a vestir la clámide apropiada a su dignidad imperial, en parte para disimular la cojera que le produjo una caída de su caballo. Amaba el deporte, así como nadar, motivo por el cual convirtió la estación termal de Aquisgrán en su residencia predilecta y la convirtió en su capital. Era, además, un excelente jinete, entusiasta de la caza.
A pesar de que después llegó a ser uno de los grandes gobernantes europeos y hábil político y organizador, su padre Pipino no se interesó por su educación, sino por su entrenamiento militar y conocimiento político práctico. Debido a ello, Carlomagno no sabía leer ni escribir ni tampoco aritmética, por lo cual desde niño fue apodado «el Palurdo». Aunque era prácticamente iletrado, las personas ilustradas le merecían gran respeto, y se hacía leer libros, principalmente la Biblia e historias de la Antigüedad (Suetonio y Tito Livio). Con el correr de los años aprendió a leer y adquirió una considerable cultura, pero nunca fue capaz de escribir correctamente. Su lengua materna fue el franco, pero hablaba también el latín y entendía un poco de griego.
Consciente de que la ignorancia reinante en su corte era un obstáculo importante para la administración de sus dominios, fundó en Aquisgrán la primera escuela del Reino franco, con la intención de encender una pequeña luz de saber sobre la oscuridad que se cernía sobre la Europa de aquellos tiempos. Para ello importó profesores desde Inglaterra, especialmente a Alcuino de York.
Fue además el promotor del llamado renacimiento carolingio, un movimiento intelectual y literario surgido en la corte imperial e impulsado por sabios, como el ya nombrado Alcuino de York, Eginardo, Pablo el Diácono, Pablo de Pisa y Teodulfo, que promovió una profunda renovación cultural en el Occidente europeo. Su figura entrará en la literatura y la leyenda en toda Europa, en los cantares de gesta y también los romances, teniendo su manifestación más destacada en la Canción de Roldán.
[editar] Relaciones de Carlomagno con la Iglesia y el Papado
Carlomagno continuó la política de su padre Pipino el Breve de alianza y defensa del Papado. En el caso de Carlomagno, a las razones políticas para ello se agregaba su auténtico convencimiento sobre las bondades de un Imperio cristiano en el cual el Emperador y el Papa colaboraban mutuamente. Todavía joven y algo inexperto en sus relaciones con el astuto Papa Adriano I, con su sucesor León III Carlomagno estableció naturalmente la supremacía del Emperador sobre el Papa.
En el caso de Adriano I, Carlomagno lo sostuvo frente a los lombardos. Extasiado el Rey de los Francos con la contemplación de Roma y sus iglesias y reliquias, el habilísimo Adriano, haciendo uso del falso y famoso documento conocido como la "Donación de Constantino", lo indujo a entregar en teoría al Papado dos tercios de Italia. No obstante, la entrega de todos los territorios supuestamente prometidos nunca se efectivizó y Adriano debió contentarse con una parte, la correspondiente a la Donación de Pipino que coincidiera con el nacimiento de los Estados Pontificios. Debe destacarse que las relaciones entre Carlomagno y Adriano I fueron siempre buenas y mutuamente provechosas pues se trataba de dos personalidades destacadas cuyos fines, en el fondo, eran complementarios y ellos supieron reconocerlo.
Debemos destacar que la relación entre el Papa y el Emperador contribuyó a acrecentar grandemente el prestigio del Papado. En efecto, esta relación fue clave para acelerar enormemente el lento proceso -duró siglos- que paulatinamente fue convirtiendo al Papa, de su rol original de Obispo de Roma casi en igualdad de condiciones con los obispos de otras diócesis importantes e incluso inferior al Patriarca de Constantinopla, en jefe de la cristiandad.
A la muerte de Adriano I, su sucesor, León III, enfrentó una rebelión de las familias aristocráticas de Roma y fue depuesto. Apeló a Carlomagno, quien se apersonó en Roma con un ejército y presidió un sínodo que actuó como Juez del Papa, ya que sus detractores acusaban a León III de adulterio y de perjurio. El sínodo dio por bueno el juramento de León III de que era inocente de los cargos y lo absolvió, devolviéndole la tiara pontificia.
Lo importante de este hecho más allá de lo anecdótico es su simbología: Carlomagno actuó como Juez del Papa. Con ello, estableció la supremacía del Emperador. No obstante, al recibir la corona del Imperio de manos del Pontífice -Eginardo consignó después que Carlomagno no hubiera concurrido ese día a la basílica de San Pedro de haber sabido lo que se proponía a hacer León III; es obvio que Carlomagno estaba de acuerdo con su coronación como Emperador pero tal vez hubiera objetado que fuera el Papa y no él mismo quien pusiera la corona sobre su cabeza- se generó un peligroso antecedente que más adelante tendría consecuencias catastróficas para la dignidad imperial, entregada como fue tiempo después a meros reyezuelos por una serie de débiles y corruptos papas, hasta que Otón I la rescató bajo el nombre de Sacro Imperio Romano Germánico de la ignominia en que habia caído.
Carlomagno sentía verdadero interés por los temas religiosos y hasta se permitió intervenir y -más aún- decidir sobre ellos. Frente al movimiento iconoclasta que dividía a los teólogos, por un error de traducción Carlomagno interpretó que Adriano I apoyaba la tesis iconoclasta -en realidad era exactamente al revés. Frente a ello, convocó un concilio en Frankfurt, cuyas conclusiones aprobaron la veneración de las imágenes, a resultas de lo cual Carlomagno hizo poner por escrito las conclusiones de su concilio en los Libros Carolingios.
A posteriori, Carlomagno intervino a favor de establecer que el Espíritu Santo provenía del Padre y del HIjo y no sólo del Padre, otra discusión teológica que por entonces se había suscitado. El Papa León III no pudo menos que coincidir con esta conclusión que fue la que finalmente se impuso.
Conclusión: Carlomagno, personalidad extraordinaria, impuso su autoridad protectora sobre el Papado, en una relación mutuamente beneficiosa. Pero tras su muerte, el Papado no aceptará ser dominado por emperadores que no tenían la fuerza y las virtudes de Carlomagno. Imperio y Papado, dejando a un lado su mutua colaboración, iniciarán -tímidamente al principio, abiertamente después- una lucha -con treguas intermedias- que consumirá las energías de ambos y culminará en el agotamiento del Imperio y el debilitamiento del poder temporal del Papado.
[editar] Muerte de Carlomagno
En sus últimos años, Carlomagno sufrió una cojera producto de una caída desde su caballo pero se sobrepuso a ella y la sobrellevó con dignidad.
A fines de 813 sufrió fiebres. A pesar de ello se empeñó en salir de caza en contra de los consejos de sus médicos. A su regreso, su salud estaba más deteriorada, la fiebre se incrementó y él -como acostumbraba en estos casos- se autoprescribió un ayuno. Murio de pleuresía en enero de 814.
[editar] Causas de la rápida disgregación del Imperio a su muerte
A pesar de sus esfuerzos y su inclaudicable empeño, Carlomagno no logró dotar a su Imperio de una organización política que pudiera subsistir por sí misma a las amenazas que se cernían sobre él. Toda la organización del Imperio descansaba sobre una condición necesaria: la fidelidad de los nobles al Emperador y Rey de los Francos y de los Lombardos. Todo ello en un contexto económico y social en el cual los condados se volvían cada vez más autónomos: en principio, como resultaba muy costoso mantener a un guerrero a caballo con todo su equipamiento, sólo los grandes propietarios podían permitírselo y los restantes hombres libres no tenían otra alternativa que encomendarse a un señor como vasallos. Hay que destacar que no existía un ejército permanente en el Reino de los Francos sino que se realizaban levas de armas y cada guerrero debía equiparse por su cuenta. Se vivía en una sociedad rural cuya economía era la agricultura de subsistencia, las ciudades estaban despobladas y reducidas a su mínima expresión y el comercio había prácticamente desaparecido. La burguesía aún no había surgido como clase social y las provincias tenían que subsistir con sus propios recursos.
Así, entre el Emperador y los hombres libres cada vez cobró más fuerza la casta intermediaria de los nobles a quienes sus vasallos debían responder. Era sólo cuestión de tiempo que en un tan extenso Imperio en el cual las comunicaciones eran tan escasas y deficientes, los vasallos respondieran más a sus señores locales que al Emperador.
Mientras Carlomagno vivió, su extraordinario y bien ganado prestigio, su mano firme y su férrea voluntad hicieron que se le obedeciera por encima de la desintegración que estaba en ciernes. Únicamente si su sucesor hubiera sido un Rey con los talentos de Carlomagno hubiera tenido el Imperio posibilidades de sobrevivir. Pero su hijo Carlos, quien tenía un gran talento militar y a quien Carlomagno había confiado algunas de sus misiones más difíciles, lamentablemente no le sobrivivió.
Ya en vida de Carlomagno se había producido un hecho que habitualmente la mayoría de los historiadores no menciona pero que nos permite deducir que algo malo estaba pasando con la fidelidad sobre la base de la cual estaba erigido el esqueleto del Imperio. En el verano del año 807, muy pocos de los señores y guerreros convocados a la asamblea anual se presentaron y, por primera vez, la asamblea no pudo realizarse. Fue un hecho sin precedentes. Carlomagno lo interpretó como una rebelión a su autoridad, envió a sus missi a investigar cada condado y castigó con edictos esa creciente deserción.
Muerto Carlomagno y dadas las pocas luces de su hijo y sucesor Luis el Piadoso, los hechos se precipitaron. Las guerras civiles entre el monarca y sus hijos acabaron con el prestigio del Emperador. La mágica fidelidad que sólo se mantenía por la extraordinaria figura de Carlomagno desapareció y el Imperio, ya herido de muerte, terminó de naufragar merced a la exacerbación de los ataques de los nórdicos, dando paso al pleno auge del Feudalismo.
Pero no nos engañemos: el Imperio era inviable dadas las condiciones económicas, políticas y sociales de la época y sólo la fortísima personalidad y el talento de Carlomagno habían podido sostenerlo. Sus sucesores estaban llamados a beber, a su turno, de la misma copa amarga de la que sus antepasados habían hecho beber a los reyes merovingios.
[editar] Referencias
- ↑ Es posible que fuera Prüm, lugar en que solía estar Bertrada con frecuencia. También se barajan como posibles lugares de nacimiento: Aquisgrán, Düren, Quierzy-sur-Oise, Jupille (donde nació su padre) y Herstal cerca de Lieja en Bélgica, la región de la que procedían las familias de los merovingios y los carolingios.
[editar] Véase también
- Imperio Carolingio
- Sacro Imperio Romano Germánico
- Dinastía Carolingia
- Renacimiento carolingio
- Escuela Palatina
- Batalla de Roncesvalles
- Husayn de Zaragoza
- Cantar de Roldán
- Cantar de Roncesvalles
- La historia del emperador Carlomagno y de los doce pares de Francia
- Arquitectura carolingia
- Catedral de Aquisgrán
- Padre de la nación
- A de Carlomagno
[editar] Enlaces externos
- Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre Carlomagno.Commons
En Español:
- Carlomagno según ARTEHISTORIA
- Artículo sobre Carlomagno en la Enciclopedia Libre Universal en Español
- Vida de Carlo Magno, por Eginardo, en formato "btm"(español)
En Inglés:
- Charlemagne Chronology, en la World History Database
- The Life of Charlemagne, por Einhard. En Medieval Sourcebook
- Vita Karoli Magni, por Einhard. Texto latino en The Latin Library
- Retrato de Carlomagno reconstruido a la luz de las fuentes históricas, en un estilo contemporáneo
- House of Pepin: Genealogía de Carlomagno
- Carlomagno en la página web FiLEYDIS nd A Grave
Precedido por: Pipino el Breve |
Rey de los Francos 771-814 |
Sucedido por: Ludovico Pío |
Precedido por: — |
Emperador Carolingio 800-814 |
Sucedido por: Ludovico Pío |