Patria (novela)
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Patria (título original: Fatherland) es una novela del escritor y periodista británico Robert Harris, publicada en 1992. Se trata de un thriller ucrónico, ambientado en un 1964 alternativo en el que los nazis derrotaron a la URSS y Gran Bretaña, convirtiéndose en una superpotencia que protagoniza una Guerra Fría con Estados Unidos. En ella pueden verse varios puntos en común con obras como 1984 (George Orwell), El hombre en el castillo (Philip K. Dick) y SS-GB (Len Deighton).
En 1994, la cadena de televisión HBO produjo una adaptación al cine protagonizada por Rutger Hauer y Miranda Richardson, que incluye varias alteraciones con respecto al libro. Así mismo, la BBC Radio realizó una versión seriada de la novela.
[editar] Argumento
Xabier March es un detective de la Kriminalpolizei (una subdivisión de las SS) que investiga la muerte de un importante jerarca del régimen nazi en Berlín durante las celebraciones por el 75 Aniversario del Führer Adolf Hitler. Con la ayuda de una periodista nortamericana, Charlie Maguire, descubre que todo forma parte de una conspiración gubernamental: la Gestapo, a las órdenes de Reinhard Heydrich, está eliminando a todos aquellos oficiales que asistieron a la Conferencia de Wannsee, en 1942, donde planearon el Holocausto, que permanece ignorado por los ciudadanos de Alemania y el resto del mundo, con el fin de acercar posiciones con EEUU de cara a la próxima visita de su presidente a Alemania, Joseph P. Kennedy. Cuando la Gestapo descubre sus investigaciones detiene a March, pero Maguire logra escapar a Suiza con varios documentos comprometedores, dispuesta a dar a conocer el secreto a la prensa estadounidense.
[editar] El mundo de Patria
El punto de inflexión con el devenir histórico real se produjo en 1942. Reinhard Heydrich ha sobrevivido al atentado que le costó la vida en Praga; la Werhmacht culmina con éxito la invasión de la URSS, lo que le permite derrotar a los aliados occidentales en Europa en 1944 e invadir Inglaterra, y, tras lanzar un misil nuclear sobre Nueva York en 1946, firmar la paz con Estados Unidos. Como consecuencia, salvo la existencia de otra Guerra Fría, esta vez entre las democracias y el Tercer Reich, la configuración del mundo en el 1964 de la novela es totalmente distinta a la real:
- Alemania se anexionó todos los territorios perdidos tras el Tratado de Versalles, además de Austria, Checoslovaquia y Luxemburgo. Así mismo, ocupa militarmente Polonia, los Países Bálticos, el Cáucaso y toda la Rusia europea, incluida su antigua capital, Moscú. Mientras que los alemanes viven en un gigantesco estado de bienestar (exceptuando, claro está, el régimen policial del gobierno), los eslavos bajo ocupación se encuentran en condiciones paupérrimas, siendo obligados a desempeñar los trabajos más duros y peligrosos en un régimen que raya la esclavitud. Los judíos europeos supervivientes son tratados de la misma forma en Europa del Este, adonde fueron deportados. Algunas antiguas ciudades soviéticas como Moscú, Tblisi y Sevastopol (ahora llamada Theodorichshafen) y otras de nueva fundación dependen directamente de Berlín y están habitadas casi exclusivamente por colonos alemanes.
- Berlín ha crecido enormemente en población y se encuentra totalmente reformada, siguiendo el deseo de Hitler y su arquitecto jefe, Albert Speer, de convertirla en la "capital de capitales". La ciudad alberga los monumentos faraónicos y de pésimo gusto, como un gigantesco arco de triunfo cuarenta y nueve veces mayor que el de París, en cuyo interior están grabados los nombres de todos los alemanes caídos en las dos Guerras Mundiales.
- Existe una Comunidad Económica Europea con poco parecido con la real, que incluye a todos los países europeos con la excepción de Suiza. Así mismo, existe un Parlamento Europeo con sede en Berlín sin auténtico poder real. Los países del oeste y sur de Europa no sufren ocupación alemana, pero tienen gobiernos tutelados por Alemania, unos dictatoriales y otros ligeramente democráticos; Francisco Franco sigue gobernando España.
- Todos los países escandinavos se encuentran reunidos en un solo estado.
- Yugoslavia ha vuelto a recomponerse, mientras que el resto de las fronteras políticas en los Balcanes son las mismas que durante la Segunda Guerra Mundial.
- Como parte del armisticio, Gran Bretaña repuso a Eduardo VIII, mientras que Isabel II y Winston Churchill se exiliaron en Canadá. La primera sigue reclamando el trono, así que el Imperio Británico/Commonwealth se ha dividido en dos: Canadá, Australia y Nueva Zelanda reconocen a Isabel II como Jefe de Estado y son estrechos colaboradores de EEUU en su oposición a Alemania, mientras que Eduardo VIII gobierna en Gran Bretaña y su parte del imperio colonial con puño de hierro. Éste es, así mismo, el valedor de los intereses de Hitler en ultramar, poco interesado en los territorios no europeos.
- La URSS sigue existiendo, aunque fuertemente debilitada y reducida. Su actual capital es Omsk y todavía mantiene una eterna guerra de guerrillas con Alemania en los Urales.
La propaganda del Tercer Reich ha sacado a la luz varias de las atrocidades de Stalin, como la Gran Purga, y la hambruna artifical en Ucrania, el Holodomor, lo cual ha debilitado fuertemente a la URSS en el plano internacional.
- Japón fue derrotado por EEUU y perdió su Imperio en Asia. China (cuyo sistema político no se menciona, pero probablemente es comunista), mantiene malas relaciones con el III Reich.
- La homosexualidad, el incesto, las relaciones interraciales (sobre todo entre alemanes y eslavos) y las ideas izquierdistas son fuertemente perseguidas en toda Europa. No obstante, ha resucitado el movimiento Rosa Blanca de Sophie Scholl, los jóvenes se oponen cada vez más a la política del III Reich (especialmente en las universidades), y defienden ideales de corte pacifista. Los nazis achacan esto a la negativa influencia anglosajona, capitaneada por rebeldes melenudos como los Beatles. Además de esta oposición pacífica, el gobierno alemán y sus colaboradores deben hacer frente a la acción de numerosos grupos armados y atentados terroristas.
- La tecnología está ligeramente más avanzada que en el 1964 real, debido al mayor impulso de la industria alemana. Los nazis disponen de la bomba atómica, submarinos nucleares y aviones a reacción, mientras que en la sociedad civil abundan las secadoras de pelo, los televisores e incluso las fotocopiadoras.