José Fernando de Baviera
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José Fernando de Wittelsbach (28 de octubre de 1692, Viena, Austria - 6 de febrero de 1699, Bruselas, Bélgica) heredero de la Corona Española desde 1698 hasta su muerte en 1699, hijo de Maximiliano II Manuel, elector de Baviera entre 1679-1705 y 1714-1726 y de su primera esposa, la archiduquesa María Antonia de Austria, hija del emperador Leopoldo I y de la infanta Margarita Teresa de España, hija del rey Felipe IV de España y de su segunda esposa Mariana de Austria.
En la década de 1690 Europa entera estaba pendiente de quién sería el próximo rey de España, ya que estaba claro que Carlos II, enfermo e impotente, moriría sin descendencia. Los pretendientes, todos ellos parientes del rey español, eran Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV de Francia; el Archiduque Carlos, hijo de emperador Leopoldo I; y el propio José Fernando, cuya candidatura era respaldada especialmente por Gran Bretaña y Holanda, que temían que el poderío marítimo español cayese en manos de Francia o Austria. En España, la Corona de Castilla repudiaba la candidatura austríaca tras los hechos sucedidos en el llamado Motín de los Gatos de Madrid, mientras que la Corona de Aragón temía perder sus fueros en caso de que un Borbón accediese al trono e iniciase una centralización al estilo de la que Luis XIV había llevado a cabo en Francia. La candidatura de José Fernando de Baviera representaba una solución de compromiso y como tal, Carlos II hizo testamento en favor suyo y lo nombró Príncipe de Asturias en 1698.
La situación cambió de forma inesperada cuando José Fernando murió en 1699 con apenas 6 años de edad. Al conocerse la muerte del pretendiente bávaro, Francia, Austria, Gran Bretaña y los Países Bajos trataron de llegar a un acuerdo en 1700 por el cual Felipe de Anjou recibiría el gobierno de Nápoles, Sicilia y Milán y el Archiduque Carlos sería coronado rey del resto de los dominios españoles. Sin embargo, el acuerdo se rompió cuando Carlos II hizo un nuevo testamento en el que dejaba todos sus títulos y territorios a Felipe. Como era de esperarse, Austria no reconoció el testamento y declaró la guerra a Francia, iniciándose así la Guerra de Sucesión Española (1701-1714).
