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Coahuila de Zaragoza - Wikipedia, la enciclopedia libre

Coahuila de Zaragoza

De Wikipedia, la enciclopedia libre

Estado Libre y Soberano de
Coahuila de Zaragoza


Escudo de Coahuila

Himno: Himno Coahuilense


Estados de México

Capital: Saltillo
Mayor ciudad: Saltillo
Superficie:
- Posición:
151.571 km2
3
Coordenadas:
- Latitud:
- Longitud:
- Altitud máxima:

29º 53' - 24º 32'º N
99º 51' - 103º 68'º O
Cerro de las Vigas (3.751 msnm)
Población: (2005)
- Posición:
- Densidad:
- Posición:
2.495.200 hab.
16
17 hab/km²
26
Creación como estado: 1824
Gobernador: Humberto Moreira (PRI)
Senadores: José Guillermo Anaya Llamas (PAN)
Ernesto Saro Boardman (PAN)
Jesús María Ramón Valdés (PRI)
Huso horario: UTC -6
Municipios: 38
Gentilicio: Coahuilense
Abreviaturas:
 - Común:
 - ISO 3166-2:

Coah.
MX-CA
Sitio web: www.coahuila.gob.mx

El estado mexicano de Coahuila se localiza en el noreste de México. Limita al norte con el estado de Texas perteneciente a los Estados Unidos; al este, con Nuevo León; al oeste, con Durango y Chihuahua; y al sur, con San Luis Potosí y Zacatecas. Es el tercer estado más grande por su territorio, sólo detrás de Chihuahua y Sonora. Su población es cercana a los 2,5 millones de habitantes. Su capital y mayor metropoli es Saltillo, le sigue Torreón y otras ciudades importantes son:Nueva Rosita, Monclova, Piedras Negras, Acuña y Ramos Arizpe.

Tabla de contenidos

[editar] Historia

[editar] Origen del nombre

El nombre oficial del estado es Coahuila de Zaragoza, en honor del General Ignacio Zaragoza. El origen del nombre Coahuila no se conoce con certeza. Cuando los españoles llegaron a este territorio se encontraron con habitantes indígenas que se hacían llamar coahuiltecos. Algunos historiadores piensan que en náhuatl significa: víbora que vuela, (coatl, serpiente y huila, volar); otros piensan que significa: lugar de muchos árboles (quautli, árbol y la, abundancia). Orígenes Siguiendo la trayectoria de restos de mamut y los vestigios de lanzas y otros artefactos de piedra, los científicos piensan que cuando menos hace 40 mil años ya habían llegado a América los primeros habitantes. Se sabe que el hombre caminó a lo largo de miles de años desde Asia hasta América.

En el norte de nuestro estado se han encontrado vestigios que nos permiten asegurar que hace 12 mil años llegaron al Río Grande o Bravo algunos grupos de cazadores-recolectores.

El reciente descubrimiento de huellas humanas petrificadas en el valle de Cuatro Ciénegas hace pensar que la presencia humana en ese lugar puede remontarse hasta más de 10 mil años atrás, aunque aún hacen falta estudios científicos que lo demuestren.

Conforme pasó el tiempo y el clima de la región cambió, los cazadores-recolectores se adaptaron a su medio sin alterar mucho su forma de vida. Posteriormente integraron tribus o bandas que se dispersaron en todo el continente americano.

Primeros Pobladores

El territorio del hoy estado de Coahuila, al igual que la mayor parte del ahora norte de México, fue originalmente habitado por nómadas cazadores-recolectores. Eran hábiles cazadores y utilizaban el arco e instrumentos primitivos fabricados con piedras talladas. Sólo en algunos lugares propicios, como la Región Lagunera, los indios enriquecían su alimentación practicando la pesca. No se han encontrado indicios de fundaciones permanentes que permitan suponer sedentarismo, pero, en cambio, estos nómadas dejaron huella de su presencia en piedras grabadas (petroglifos) y pinturas rupestres.

Los nómadas de esta región carecieron de un nombre genérico que los identificara. Para los habitantes de Mesoamérica, pertenecientes a sociedades más desarrolladas y constructores de impresionantes templos y ciudades, eran “chichimecas”, denominación con fuerte carga despectiva, pero de significado dudoso. Gracias a documentos coloniales conocemos decenas de nombres de tribus que habitaron en territorio coahuilense. Algunos investigadores proponen agruparlas en cinco grandes colectividades: huauchichiles, coahuiltecos, tobosos, irritilas y rayados.

Calificados de “gente bárbara y salvaje”, los primitivos habitantes del territorio se mantenían en constante movimiento, empujados por la necesidad de conseguir alimentos. No parece que hayan tenido una idea de divinidad, aunque temían a los remolinos de polvo, a los que atribuían poderes malignos y llamaban “cachinipas”.

Eran frecuentes las guerras entre los distintos grupos y organizaban fiestas (“mitotes”), en las cuales el consumo del peyote formaba parte del ritual. Desconocedores de la cerámica, almacenaban alguna cantidad de alimento moliendo vainas del mezquite hasta convertirlas en harina. El trabajo de machacar las vainas lo realizaban en morteros portátiles y en morteros fijos —hoyos en la roca—, de los que todavía existe gran cantidad.

Los nómadas del septentrión mexicano, a quienes el historiador Carlos Pereyra aplicó el calificativo de “gallardos”, jamás se integraron, como grupo social, a la vida sedentaria de los occidentales. Todos los esfuerzos de los misioneros por asimilarlos a la, para ellos nuevas formas de cultura, fueron infructuosos. No hubo mucho mestizaje debido a las causas descritas anteriormente, desaparecieron como expresión cultural particular. No queda memoria de su historia y los pocos vestigios que nos dejaron resultan insuficientes para reconstruirla.

Conquista y Colonización

El año de 1521 marcó el inicio de la verdadera conquista de México con la llegada de miles de inmigrantes españoles, que se dispersaron por toda la Nueva España.

Para mediados del siglo XVI existían opulentas ciudades en el centro y sur del virreinato. Hacia el norte había ya importantes núcleos de población en San Luis Potosí, Zacatecas, Durango, Parral y Chihuahua.

Comisionado por el gobernador de la Nueva Vizcaya y al frente de una partida de soldados, Alberto del Canto fundó la villa de Minas de la Trinidad (Hoy Monclova) y Saltillo en 1577. Años más tarde, en 1598, el capitán Antón Martín de Zapata y el jesuita Agustín de Espinoza fundaron oficialmente Santa María de las Parras, hoy Parras. Las dos poblaciones se hallarían hasta poco más de un siglo después bajo la jurisdicción del gobierno de la Nueva Vizcaya.

En sólo 56 años la labor de exploración, conquista o fundación se había desplazado al norte (desde México a Saltillo) 850 kilómetros. A lo que hoy es Monclova, penetró en 1583 la trágica expedición de don Luis Carvajal y de la Cueva, quien a orillas del río levantó una población con el nombre de Nueva Almadén.

Hasta ese momento el avance colonizador había sido progresivo y sistemático. Sin embargo, la oleada colonizadora se detuvo durante casi un siglo y ni siquiera esta primera fundación, la de Almadén, logró permanecer. Poco después de la llegada de Carvajal a la hoy Monclova, la población quedó abandonada por el constante acoso de los indios. En las siguientes décadas fracasaron no menos de nueve intentos de repoblar el sitio.

Durante decenas de años este enorme territorio al norte de Saltillo permaneció prácticamente desconocido para el resto del virreinato. El territorio carecía de atractivos al no existir, como en la vecina provincia de Nueva Vizcaya, minas que despertaran la codicia de los exploradores ni ríos que facilitaran los asentamientos humanos. Tampoco circulaban leyendas sobre la existencia de pueblos indígenas cuyas casas estaban recubiertas con oro, plata y esmeraldas, que determinaron la colonización de la provincia de Nuevo México.

Lo que sí abundaba eran grupos de indios bárbaros divididos en numerosas parcialidades o rancherías. Así lo consignaron los cronistas españoles que llegarían más tarde.

Como punta de lanza de la colonización vinieron los frailes, franciscanos y jesuitas. Su objetivo no sólo consistía en convertir al catolicismo a los indígenas, sino también ilustrarlos en las bondades de habitar en asentamientos regulares, con las ventajas que ofrece la vida comunitaria: la agricultura, la artesanía, la ganadería y el comercio. Este trabajo lo realizaron con el establecimiento de misiones.

El más notable de todos los misioneros en el centro y norte de Coahuila fue fray Juan Larios, franciscano de profunda fe, sincero amor apostólico y, sin duda, gran fortaleza física. Larios logró con su catecismo y su devoción lo que no pudieron personajes que usaron la fuerza y las armas: establecer al norte de Monclova las primeras poblaciones de carácter permanente.

Sin embargo, para cuando fray Juan Larios llegó a la región, en 1673, habían pasado 90 años desde la fundación de Almadén, y Monclova era aún el punto más avanzado de la colonización en esta provincia.

Durante meses, obstáculos burocráticos impidieron al padre Larios internarse al norte de la provincia. En su labor misionera era acompañado por otros dos franciscanos, fray Francisco Peñasco y fray Manuel de la Cruz, además de un centenar de indios que se les unieron en el trayecto de Guadalajara a Saltillo.

A fines de diciembre de 1674, los franciscanos salieron de lo que alguna vez fuera Nueva Almadén con destino al norte. Un mes después se les unió el Justicia Mayor de la villa del Saltillo, Francisco de Elizondo con 30 hombres, cuyos apellidos quedaron desde entonces ligados a la historia de Coahuila: Diego Ramón, Fernando del Bosque, Diego Luis Sánchez Navarro, Ambrosio de Cepeda, Rodrigo de Morales y Juan de Aguirre. En el punto de reunión fundaron la misión de San Ildefonso de la Paz, el 28 de enero de 1675.

Para entonces existían en el virreinato grandes ciudades que en nada desmerecían en comparación con las de la España peninsular, de imponentes catedrales, numerosos conventos y lujosas mansiones. En México, la capital de la Nueva España, funcionaba la universidad, teatros, numerosas escuelas e imprentas.

Mientras, en Coahuila, ni siquiera Monclova había recibido su designación oficial como villa (esto ocurrió hasta 1689), y la colonización, por lo tanto, volvió a detenerse. Así, después de casi un siglo de total estancamiento, se logró avanzar para fundar el primer asentamiento al norte de Monclova.

Presidios y Presidiales

Al terminar el siglo XVII y a lo largo del XVIII se hizo el intento de consolidar la presencia española en el noreste del virreinato. Bajo la protección a veces no muy eficaz de guarniciones de soldados llamadas presidios, s e establecieron algunas haciendas y los primeros centros de población: Santa Rosa (hoy Múzquiz) en 1737, y San Fernando de Austria (hoy Zaragoza), en 1753. Los presidios fueron creados por orden real para resguardar los avances de la colonización.

Estos presidios, al igual que las misiones, frecuentemente cambiaban de lugar y de nombre.

La razón del establecimiento de los presidios resultaba justificada. Del norte, empezaron, gradual y continuamente, las incursiones de belicosos grupos de apaches lipanes y mezcaleros, desplazando o exterminando a los nativos chichimecas. Sobre los apaches, un historiador escribió:

“…se mueven sobre sierra, pradera y desierto con la misma rapidez. A pie son peligrosos, a caballo son temibles. No tienen sentido político, pero les guía un instinto que no resulta inferior en la práctica… No se incluye en sus prácticas educativas la evolución del intelecto: son todo brazos, piernas, fuerza, impulso…”.

Mientras tanto, a la entrada del siglo XVIII se encontraban establecidos tres presidios en Coahuila: Monclova, Santa Rosa y Río Grande.

Por otra parte, no hacía mucho se había abierto la ruta de colonización a la provincia de Texas. Otra de las obligaciones de los soldados presidiales era la custodia de los viajeros y colonos.

La lenta colonización se prolongó hasta principios del siglo XIX. El gobernador de la Provincia de Coahuila, Antonio Cordero y Bustamante, fundó Cuatro Ciénegas en 1800, y al año siguiente, Nava.


La Independencia

El levantamiento de Hidalgo en el pueblo de Dolores causó gran conmoción en el centro del virreinato y en pocos días la noticia se conoció en casi todas las principales ciudades de la Nueva España. A Saltillo la trajeron los comerciantes que llegaron el domingo 23 de septiembre a participar en la feria que anualmente se celebraba en la villa.

El rumor decía que “ en la región de San Miguel el Grande había ocurrido un levantamiento popular acaudillado por el cura de la parroquia de Dolores, don Miguel Hidalgo”. No se conocían entonces las causas ni las intenciones, ni se sabía de sus avances, ni su incremento. No obstante, el 23 de septiembre, lo que inició una semana antes en el curato de Dolores como un pequeño brote de rebelión, se había convertido en un ejército mal disciplinado de casi 65 mil individuos, que después de saquear Celaya se disponían a marchar sobre la rica ciudad de Guanajuato.

Seis días más tardó la noticia en llegar a Monclova, capital de la provincia.

Mientras tanto, el ejército insurgente cobró fuerza y aunque sufrió derrotas frente a los realistas, su poder no había disminuido. A mediados de noviembre, Mariano Jiménez solicitó y obtuvo de Allende la autorización para extender la revolución a las provincias del norte.

Las fuerzas de Coahuila, que entre soldados y voluntarios sumaban no más de 700 efectivos al mando del gobernador don Antonio Cordero y Bustamante, se encontraron el 7 de enero de 1811 en la hacienda de Aguanueva frente a los ocho mil hombres de Jiménez. Los soldados realistas, desalentados ante la superioridad de su enemigo, rindieron sus armas y corrieron a unirse a las filas insurgentes.

Al día siguiente, Jiménez y la enorme columna que lo acompañaba, hicieron su entrada a Saltillo. Desde esta ciudad, Jiménez había mantenido comunicación con los jefes Hidalgo y Allende, que se hallaban en Guadalajara. El 17 de enero, después de que los insurgentes sufrieron su peor derrota en la desastrosa batalla de Puente de Calderón, lo que quedaba del ejército se dirigió al norte a reunirse con Jiménez.

La entrada de los insurgentes a Saltillo el 24 de febrero de 1811 fue motivo de celebraciones.

Entre tanto, con refuerzos recibidos desde España, el virrey había ordenado una ofensiva de tres ejércitos que avanzarían coordinadamente desde diversos puntos sobre Saltillo. Ante estos amenazantes desplazamientos, los jefes insurgentes tomaron la determinación de dirigirse a Texas, con la idea de internarse en Estados Unidos.

El ejército insurgente partió de Saltillo la madrugada del 16 de marzo. Era una enorme e improvisada caravana compuesta por soldados a pie y a caballo, cañones, arrieros, carretas, cientos de mulas que transportaban la carga y coches donde viajaban los principales jefes.

Un día después de la salida de Hidalgo y los suyos de Saltillo, un grupo de contrarrevolucionarios apresó en Monclova al gobernador insurgente Pedro Aranda y ocupó la ciudad. Los contrarrevolucionarios, con una fuerza de 492 hombres al mando de Ignacio Elizondo y Tomás Flores, habían decidido detener el movimiento libertario.

Mientras la columna insurgente avanzaba lentamente rumbo al norte, los hombres de Elizondo y Flores se instalaron en Acatita de Baján, paso obligado en el camino de Saltillo a Monclova. Situaron el campamento principal tras una pequeña loma donde el camino hacía una curva rumbo al oriente y descendía a una planicie ocultada por el mismo cerro.

A medida que transcurría la jornada cayeron en poder de los contrarrevolucionarios los aislados grupos rebeldes. Entre cuatro y cinco de la tarde, más de 600 insurgentes, entre ellos los principales jefes, habían sido capturados. Bajo una guardia de cuarenta soldados se envió a Monclova la primera partida de 400 presos.

El día 22 entró a Monclova el grupo de prisioneros. Unos fueron recluidos en el Hospital Militar, otros en la capilla de La Purísima y el resto en el cuartel de las fuerzas presidiales.

Temiendo ataques de los insurrectos, las autoridades dispusieron el traslado de los principales jefes a Chihuahua. La columna de soldados y prisioneros salió de Monclova la madrugada del 24 de marzo.

Eran 28 prisioneros, entre los que se encontraban los principales caudillos: Hidalgo, Allende, Juan Aldama, Jiménez, Abasolo, Pedro Aranda, Manuel Santamaría, Francisco Lanzagorta y otros importantes oficiales, además de cuatro clérigos y seis frailes.

En Monclova fusilaron al licenciado Ignacio Aldama, fray Juan de Salazar y Juan Bautista Casas. Los tres habían sido capturados en San Antonio de Béjar (hoy San Antonio, Texas). Además de ellos, los realistas ejecutaron a numerosos insurgentes.

Los únicos dos coahuilenses trasladados a Chihuahua fueron José Andrés Molano y José Plácido Monzón. El primero fue condenado a destierro con confiscación de bienes y el segundo murió fusilado el 7 de junio de 1811.

Durante los siguientes años Coahuila no intervino activamente ni se dieron en su territorio más acontecimientos relacionados con la guerra de independencia.

La Conflictiva Texas

Desde finales del siglo XVIII y principios del XIX, muchos personajes de la época advirtieron el enorme riesgo en que se hallaba el territorio de Texas.

Hacia 1810 Texas contaba con no más de cuatro mil habitantes, la mayoría de origen mexicano. Diez años después, su número se calculaba en seis mil, de los cuales la mitad se hallaba concentrada en San Antonio.

Ese año de 1820, aún bajo el régimen virreinal, se trató de impulsar la colonización. Las únicas condiciones para recibir tierras eran que los colonos profesaran la religión católica, fueran de buenas costumbres y juraran lealtad al rey.

Aprovechando esta política, Moisés Austin, un estadounidense que había residido en el vecino territorio de la Louisiana, cuando éste pertenecía a España, solicitó y obtuvo de las autoridades virreinales la autorización para establecer 300 colonos angloamericanos en Texas. Sin embargo, no le fue posible cumplir con su cometido. Murió en 1821 antes de cristalizar su proyecto. Tiempo después, su hijo Esteban logró que le fuera reconfirmada la concesión por el imperio de Iturbide, y más tarde por la recién formada República.

Esteban Austin logró establecer estas primeras 300 familias. La concesión se mantuvo y en pocos años la migración era un alud. Para 1830 se calculaba en 20 mil el número de habitantes de Texas.

Aunque de origen anglosajón, estos hombres no representaban la gran amenaza que imaginaba el partido centralista; sólo eran campesinos que habían encontrado ricas tierras muy favorables para el cultivo del algodón, totalmente ajenos a la política de Estados Unidos y de México.

La Constitución federalista de 1824 les había confirmado su reconocimiento, y Texas mismo pasó a formar parte del estado de Coahuila.

No obstante, muchos otros intereses se estaban moviendo para cambiar el destino del recién integrado estado coahuiltexano, en especial del territorio de Texas. Entre ellos pesaba el vigoroso expansionismo estadounidense.

Como si lo anterior no bastara, el desorden que imperaba en la política mexicana fue un ingrediente más, y uno de los principales, de la inminente segregación del territorio texano.

Después de 1824 y proclamada la Constitución, se iniciaron los conflictos por el poder. Entre ese año y 1833, cuando llegó Antonio López de Santa Anna, habían pasado siete presidentes; sólo el primero de ellos, Guadalupe Victoria, completó los cuatro años de su administración.

Santa Anna, más que simpatizar con el centralismo, aprovechó sus doctrinas para ejercer la dictadura y por lo pronto abolió la Constitución del ‘24 y regresó a los estados (libres y soberanos) a su antigua calidad de departamentos, con total dependencia del Ejecutivo nacional.

En Coahuila y Texas, al gobernador, el federalista Agustín Viesca, se le obligó a renunciar y fue encarcelado. Este giro de la política nacional causó una enorme alarma en la población de colonos en Texas.

Los texanos se hallaban divididos en dos bandos, los que estaban a favor de la paz, y los que pugnaban por la guerra y la independencia del territorio.

En 1836 los texanos proclamaron finalmente su independencia de México.

Para intentar evitarlo, Santa Anna se dirigió a Texas con un enorme ejército. La guarnición en la misión del Álamo fue aniquilada después de una defensa famosa.

Otra guarnición acantonada en Goliad sufrió la misma suerte. Empero, el general texano Sam Houston mantuvo reunido a un pequeño ejército, y en 1836 derrotó al ejército mexicano en San Jacinto.

Santa Anna fue apresado y conducido a la bahía de Galveston, en donde se le obligó a firmar los Tratados de Velasco, el 14 de mayo de 1836. En el segundo Tratado de Velasco era en el que se reconocía la independencia de Texas, que a poco de conquistar su independencia inició gestiones para anexarse como estado a la Unión Americana.

El 21 de junio de 1845 Texas votó su anexión a los Estados Unidos, y con ello quedó abierto el camino hacia la guerra entre los dos países.


La Invasión Norteamericana

La ocupación del noreste de México se inició en enero de 1846, cuando el general en jefe de las fuerzas norteamericanas, Zachary Taylor, comenzó el avance desde la bahía de Corpus Christi hacia las riberas del río Bravo, después de recibir órdenes del presidente James Polk.

El general mexicano Mariano Arista conminó a Taylor a retroceder, y ante su negativa, cruzó el río Bravo para detenerlo.

En Washington, el presidente Polk, ya impaciente, empezó a preparar una declaración de guerra tomando como base las indemnizaciones que México no había pagado.

Pero al ser informado de una batalla ganada por los mexicanos, hizo de este hecho el principal argumento para declarar la guerra a México.

Santa Anna regresó al país poco tiempo después. Salió rumbo al norte con el propósito de organizar un ejército, que en febrero de 1847 libró la batalla de La Angostura, al sur de Saltillo. El ejército mexicano tomó la ofensiva y estuvo a punto de vencer, pero la falta de recursos lo obligó a retirarse.

Al tiempo que se desarrollaba la ocupación del noreste, los territorios de California y Nuevo México eran declarados posesión de Estados Unidos. Este país exigía el reconocimiento del río Bravo como límite de Texas, la venta de Nuevo México y ambas Californias, así como el derecho de tránsito por el istmo de Tehuantepec. A cambio, Estados Unidos se comprometía a pagar 30 millones de pesos.

El 6 de septiembre se reanudaron las hostilidades. Los estadounidenses ocuparon la ciudad de México, y el 15 de septiembre por la noche ondeaba en el Palacio Nacional la bandera de las barras y las estrellas.

Para 1848, México estaba totalmente derrotado y aceptó negociar con Estados Unidos. Las negociaciones se llevaron a cabo durante el mes de enero, y culminaron el 2 de febrero con la firma del Tratado de Guadalupe Hidalgo. En él se reconocía el río Bravo como límite meridional de Texas; México cedía a los Estados Unidos los territorios de Nuevo México y Alta California, y el gobierno de los Estados Unidos se comprometía a liquidar las reclamaciones de sus ciudadanos contra el gobierno mexicano, a no exigir ninguna compensación por los gastos de guerra y a pagar 15 millones de pesos por los territorios cedidos.

El Plan de Ayutla y Vidaurri

La revolución de Ayutla, encabezada por Juan Álvarez, enfrentó la dictadura de Santa Anna. Su ideario y misión se plasmó en el plan del mismo nombre, expedido el 1 de marzo de 1854.

El movimiento logró extenderse por todo el país. En 1855, Santiago Vidaurri, entonces Secretario de Gobierno de Nuevo León, abandonó la capital y partió con destino a Lampazos. Allí lanzó su Plan Restaurador de la Libertad, que seguía al de Ayutla en los puntos principales. Luego regresó a Monterrey, donde se declaró Gobernador y Comandante General Militar del Estado.

Proclamado su plan “restaurador”, Vidaurri invitó a Coahuila y Tamaulipas a que se le unieran, bajo el pretexto de combatir unidos a los indios bárbaros que asolaban los tres estados.

La revolución de Ayutla contra la dictadura de Santa Anna dio como resultado, después de varios años, la Constitución del 5 de febrero de 1857, pero también sirvió a las ambiciones de Vidaurri, quien aprovechó el estado de guerra que privaba en el país para anexar, el 19 de febrero de 1856, el estado de Coahuila al de Nuevo León, y ser nombrado Gobernador de las dos entidades.


La Constitución de 1857

Desde el principio de su vida como nación independiente, hubo en México un continuo conflicto entre liberales y conservadores. De un lado, los herederos ideológicos de los insurgentes, cuya propuesta era el desmantelamiento de las estructuras coloniales; y del otro, los terratenientes, la aristocracia, los mandos militares y el alto clero, empeñados en mantener sus privilegios.

De ahí surgió la necesidad de organizar una asamblea legislativa que tradujera en normas legales el ideario liberal. Para ello se reunió en la ciudad de México el 18 de febrero de 1856 un Congreso Constituyente que estaba formado casi en su totalidad por diputados de ideas progresistas.

Después de largas deliberaciones, el 5 de febrero de 1857, bajo la presidencia de don Valentín Gómez Farías, el Congreso aprobó la nueva Constitución que organizó al país en forma de “República, representativa, democrática, federal”, compuesta de 23 “estados libres y soberanos” en su régimen interior, pero unidos en una federación.

Se incluyeron además leyes sobre “abolición de fueros, desamortización de bienes“ de corporaciones civiles y eclesiásticas y “libertad de enseñanza”.

De inmediato se dejaron sentir las reacciones de la Iglesia y los grupos opositores.


Un Autogolpe de Estado

Hechas las elecciones conforme a la nueva Constitución, resultaron electos para Presidente de la República Ignacio Comonfort, y para Presidente de la Suprema Corte el licenciado Benito Juárez. Ambos tomaron posesión de su cargo el 1 de diciembre de 1857.

Pero a Comonfort le parecía demasiado radical la Constitución y creía imposible gobernar con ella, por lo cual declaró la necesidad de que se hicieran algunas reformas, entrando en pláticas con los conservadores para derogarla y convocar a un nuevo constituyente.

Estas ideas originaron el Plan de Tacubaya (17 de diciembre de 1857), proclamado por el general Félix Zuloaga, que pedía se anulara la Constitución de 1857 y se convocara a otro Congreso.

Comonfort aceptó el Plan de Tacubaya, perdiendo así el sustento jurídico de su cargo, pues al desconocer la Constitución, él dejaba de ser presidente. Esto provocó una cruenta lucha de tres años conocida con el nombre de Guerra de Reforma.

[editar] Geografía

[editar] Clima

El clima es generalmente seco y semicálido a cálido extremoso en gran parte del estado de Coahuila, con algunas variantes a través de las regiones del estado.

Sierra de Arteaga.
Sierra de Arteaga.

En la Región Sureste el clima es caluroso en primavera y verano, la estación lluviosa es en julio y agosto, en invierno el tiempo es frío y brumoso. En la Región Lagunera el tiempo es caliente en primavera y verano, caluroso y seco por el otoño y con los inviernos relativamente apacibles, eventualmente fríos. En la Región Centro y Carbonífera, el tiempo es caliente en primavera y la temperatura en verano es muy alta. En verano hay lluvias que pueden ser intensas. Los inviernos son fríos. En la Región Norte el clima es caliente en primavera y verano y frío en invierno, con la lluvias en la región en julio y agosto. Las nevadas son frecuentes en la zona norte del estado, y en la sierra de Arteaga en el sureste del estado durante la temporada invernal.

[editar] Flora

La vegetación de Coahuila es muy variada. Depende de su desarrollo de clima, tipo de suelo, altura sobre el nivel del mar, y precipitación pluvial. En las partes altas de la sierra abundan los pinos, pinabetes, encinos y cedros. En las partes bajas hay mezquites, huizaches, yuccas, nopales, magueyes, cactus, gobernadoras, y lechuguillas.

Otras plantas que crecen en el estado son: orégano, árnica, albahaca, cedro, nogal, fresno, álamo, peyote, biznaga, cenizo, sábila.

[editar] Fauna

La fauna varía dependiendo de la región natural. A través de las sierras, cañadas y llanos del estado habitan distintas especies:

Mamíferos: liebre, ardilla, venado cola blanca, oso negro, coyote, puma, tejón, gato montés, murciélago, rata, tlacuache, conejo, comadreja, zorrillo, y berrendo.

Aves: lechuza, halcón, gavilán, cuervo, pato, ganso, grulla, zopilote, águila, tordo, cenzontle, cardenal, calandria, golondrina, gorrión, correcaminos, paloma, codorniz y guajolote.

Reptiles: lagartija, víbora, tortuga .

Artrópodos: araña, escorpión, tarántula, y alacrán.

[editar] Hidrografía

El río más importante del estado es el Río Bravo, que sirve como frontera natural con los Estados Unidos de América. El Río Bravo fluye por 512 km entre la frontera de Coahuila y Texas, pasando por los municipios de Ocampo, Acuña, Jiménez, Piedras Negras, Nava, Guerrero e Hidalgo.

El Río Nazas nace en el estado de Durango y desembocaba en la Laguna de Mayrán en el estado de Coahuila. Este río tiene un valor histórico incalculable para Torreón, ya que fue el detonante del desarrollo regional, debido a que la agricultura fue la primera actividad que floreció en esas tierras. Las aguas de este río ya no corren por Coahuila porque su caudal se retiene en las presas del estado de Durango.

Otros ríos del estado son Río San Rodrigo, Río San Diego, Río Escondido, Río Álamo, los cuales nacen en las Serranías del Burro; Río Aguanaval, Río Monclova, y Río Sabinas.

En el estado existen alrededor de 15 presas. Las dos más importantes son la Presa de la Amistad y la Presa Venustiano Carranza, conocida también como Don Martín. Los principales manantiales son Santa Gertrudis (Ocampo), Agua Verde (Ocampo) y la Poza de la Becerra (Cuatrocienegas).

[editar] Orografía

La cordillera principal del estado es la Sierra Madre Oriental, la cual lo cruza de sur a norte, produciendo un gran número de colinas, montañas y cañones. En el estado existen alrededor de 24 sierras. En la Serranía de Arteaga, localizada en el sureste del estado, se encuentra la elevación máxima del estado: el Cerro de las Vigas, el cual cuenta con 3.751 msnm. La altitud va decreciendo hacia el norte hasta la Serranía del Burro, con menos de 2.000 msnm.

[editar] Gobierno

El estado se divide en 38 municipios. Su capital es Saltillo. El Gobierno del Estado se divide en tres poderes: el Ejecutivo, representado por el Gobernador; el Legislativo, por el Congreso Local; y el Judicial, por el Tribunal Superior de Justicia de Coahuila. El actual gobernador es Humberto Moreira.

[editar] Demografía

Población de las principales ciudades de Coahuila 2005
Población de las principales ciudades de Coahuila 2005

En el 2005, Coahuila alcanzó una población de 2.495.200 habitantes, del cual 49,6% eran hombres y 50,4% mujeres. Ocupa el 16° lugar entre los estados por su número de habitantes, representando el 2,40% de la población nacional. Su densidad de población es 17 hab/km², la cual resulta baja en relación a la media nacional de 50 hab/km².

La población se concentra en los municipios de Saltillo (26,01%), Torreón (23,14%), Monclova (8,02%); Piedras Negras (5,77%), Acuña (5,06%). El resto se ubica en los otros 33 municipios. El municipio menos habitado es Abasolo donde residen solo 991 personas.

[editar] Zonas Metropolitanas

En Coahuila existen 4 Zonas Metropolitanas según la clasificación del INEGI. La ZM La Laguna es la 9° zona metropolitana más grande de México con alrededor de 1.100.000 habitantes, de los que 677.000 pertenecen al estado de Coahuila en los municipios de Torreón y Matamoros, el resto pertenece al estado de Durango. La ZM de Saltillo tiene alrededor de 725.000 habitantes en los municipios de Saltillo, Ramos Arizpe y Arteaga. La ZM de Monclova, tiene 295.000 habitantes en los municipios de Monclova, Castaños y Frontera. La ZM de Piedras Negras tiene alrededor de 170.000 habitantes en los municipios de Piedras Negras y Nava.

[editar] Desarrollo Poblacional

Población Histórica
de Coahuila
Año Población
1900 296,938
1910 358,432
1920 388,161
1930 436,425
1940 550,717
1950 720,619
1960 907,734
1970 1'114,956
1980 1'557,265
1990 1'972,340
1995 2'173,775
2000 2'298,070
2005 2'495,200

El desarrollo poblacional del estado es un fenómeno del siglo XX, Alcanzar los 2,5 millones de habitantes significó un largo proceso de consolidación de pueblos, villas y ciudades. El crecimiento de la población en Coahuila y su distribución han estado fuertemente determinados por la disponibilidad de recursos naturales y por factores geográficos.

Desde el periodo novohispano, los principales asentamientos humanos se hicieron en torno a las regiones que ofrecían condiciones mínimas para las actividades agrícolas y ganaderas; no obstante, se formaron poblados más pequeños en los escasos sitios de interés para las actividades mineras y en las regiones propicias para el comercio, como la frontera norte y la ciudad de Saltillo. A partir del último tercio del siglo XIX, la nueva frontera política y la explotación del carbón en grandes cantidades atrajo la población y los capitales al centro y norte del estado.

Crecimiento poblacional de las principales ciudades de Coahuila 1950-2000
Crecimiento poblacional de las principales ciudades de Coahuila 1950-2000

El número de habitantes se incrementó casi siete veces durante el siglo XIX, pasando de 48,922 habitantes a mediados de siglo, a 296.938 en el año 1900. Hacia 1930, 52% de los coahuilenses vivían en localidades mayores de 2.500 habitantes, distribución que se mantuvo hasta 1960.

El ritmo de crecimiento de los distintos polos urbanos no fue uniforme: Torreón fue la ciudad de crecimiento acelerado en la primera mitad del siglo XX, Monclova mostró su crecimiento entre los años cincuenta y setenta para después mostrar tasas de crecimiento inferiores a la media estatal mientras Torreón mostró tasas similares a la media; Saltillo, Acuña y Piedras Negras mostraron crecimiento a partir de los ochenta hasta la actualidad; en los noventa la capital se convirtió en el polo de mayor atracción, pasando a ser el municipio con mayor número de habitantes, posición que Torreón ocupó por décadas. Del 2000 a 2005 más de la mitad de los municipios mostraron tasas negativas en el crecimiento de la población, sin embargo Acuña (2.4 %), Piedras Negras (2.1 %), Nava (2.1%) y Saltillo (2.1 %) mostraron tasas de crecimiento altas, superando a Torreón (1.7 %) y a Monclova (0.7 %).


Según el último censo de población disponible en materia étnica (1921) el estado estaba formado por un 30% de población Blanca, 65% de población Mestiza, y un 5% de población Indígena. Estas cantidades han variado ligeramente debido a la inmigración de otros estados.

[editar] Migración

En las últimas décadas Coahuila ha sido un estado en el que emigran más habitantes de los que ingresan con excepción del periodo 2000 al 2005, sin embargo esto no significa que la totalidad del estado sea una región de rechazo. La entidad presenta polos de atracción en las regiones con mayor desarrollo industrial, especialmente en las relacionadas con la industria de transformación y manufacturas, como es el caso de la región Sureste y Norte, cuyos núcleos son Saltillo, Ramos Arizpe, Acuña y Piedras Negras. Al mismo tiempo se revela la tendencia de expulsión de la población de las regiones relacionadas con actividades agropecuarias y extractivas como La Laguna y la cuenca Carbonífera.

La población Coahuilense que emigró a otras entidades del país entre los años 2000 y 2005 fue de 44.403 personas. Mientras que la que inmigró fue de 50.115 personas. El porcentaje de inmigrantes (2,0%) disminuyó respecto a lo observado en el año 2000 respecto a 1995, que fue de 3,2% (72.981 personas). Del total de inmigrantes (50.115), 90,9% proviene de otras entidades del país y 9.1% es originario de otros países.

[editar] Economía

El estado de Coahuila tiene un producto interno bruto estatal de 234.823 millones de pesos, con una participación de 3,4% en el PIB nacional (2004). Su PIB per cápita ajustado asciende a 12 mil dólares (2006), con lo que se coloca en el cuarto lugar entre los estados de México superado por Distrito Federal, Nuevo León y Campeche. Su Índice de Desarrollo Humano es 0.8281 (2004), ocupando el tercer lugar después del Distrito Federal y Nuevo León. Dentro de su territorio se encuentran más del 95% de las reservas de carbón del país y el 30% de las reservas de gas.

PIB estatal $234.823 millones de pesos
Participación en el PIB 3,37%
PIB per capita $12.000 USD

A pesar de contar con un extenso territorio y poca población, Coahuila se ha logrado industrializar a partir de la segunda mitad del siglo XX. Actualmente alberga a grupos industriales de los más importantes a nivel nacional. El estado cuenta con plantas productivas del Grupo Industrial Saltillo (GIS), Grupo Industrial Lala, Grupo Acerero del Norte (GAN), Grupo Industrial Monclova (GIMSA), Grupo México, Grupo Modelo Met-Mex Peñoles, Rassini, Trinity Industries, Alcoa, Embotelladoras Arca, entre otras. Cada uno de sus polos urbanos tienen al menos una industria pilar sobre la cual se sostiene la economía de la región.

En Torreón se encuentra Met-Mex Peñoles, dedicado a la fundición y afinación de metales no ferrosos y elaboración de químicos inorgánicos, es el mayor productor de plata afinada en América Latina y mayor productor de oro afinado en México. En esta ciudad se encuentra el Grupo Industrial Lala, el cual abastece el 40% de la leche de México.

En Saltillo y Ramos Arizpe se encuentra un cluster automotriz, integrado por plantas de Chrysler y General Motors, y decenas de empresas proveedoras. También se encuentra en esta ciudad el Grupo Industrial Saltillo, que incluye empresas como Vitromex, Cinsa, Cifunsa, que son fabricantes de artículos para la construcción y de autopartes.

En Monclova se encuentra la planta siderúrgica AHMSA, mayor productor de acero de México, con una producción anual de 4 millones de toneladas de acero líquido.

En Piedras Negras se encuentran las plantas termoeléctricas Carbón I y Carbón II, las cuales en conjunto producen cerca del 10% de la electricidad de México. En esta región se extrae casi la totalidad del carbón del país. Por ser ciudad fronteriza se han instalado decenas de empresas maquiladoras dedicadas a la fabricación de autopartes y artículos electrónicos.

Otras actividades económicas en estado son la ganadería, el turismo cinegético, el cultivo de uvas, manzanas y nueces, la producción de refrescos, agua, cerveza y vino, y la extracción de barita y fluorita.

[editar] Transporte

Coahuila tiene dos ejes carreteros principales, uno es la carretera federal 40 que va de Matamoros a Mazatlán y pasa por Saltillo y Torreón; el otro es la carretera federal 57 que va de la Ciudad de México a Piedras Negras y pasa por Saltillo, Monclova y Sabinas. Hay otras carreteras federales importantes, una de ellas comunica al centro del estado con la Comarca Lagunera y otra a las ciudades fronterizas con los Estados Unidos.

Coahuila cuenta con aeropuertos internacionales en las ciudades de Ramos Arizpe, Torreón, Monclova, Piedras Negras y Ciudad Acuña.

[editar] Reservas Ecológicas

El estado de Coahuila cuenta con reservas ecológicas para proteger a sus especies en peligro de extinción.

  • La Sierra del Carmen
  • El Cañón de San Lorenzo
  • Parque Nacional Los Novillos
  • El Río Nazas
  • El Área de Protección de Flora y Fauna Cuatrociénegas
  • El Área de Jimulco
  • La Reserva de la Biosfera Mapimí

[editar] Algunos Coahuilenses famosos

[editar] Enlaces externos


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