Agua vitalizada
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Se denomina agua vitalizada a agua tratada de diferentes maneras que mejoran sus propiedades. Han investigado al respecto los austriacos Johann Grander y Viktor Schauberger, el alemán Wilfried Hacheney y el japonés Masaru Emoto. Según Johann Grander, es posible transmitir las propiedades del agua vitalizada (con todos sus efectos positivos para las personas, animales y plantas) a cualquier agua.
Estas propiedades son:
- Más capacidad de autodepuración.
- Un mayor poder de disolución.
- Una mayor estabilidad por modificación microbiológica.
[editar] Agua de Grander
El tirolés Johann Grander inventó un sistema que modifica tan sólo propiedades físicas del agua. Esto se consigue con aparatos (de paso o de inmersión) que no requieren de electricidad ni de mantenimiento y que contienen una pequeña cantidad de agua que transfiere sus propiedades a la de la red. Aunque la ciencia aún no tiene claros los porqués se comprueba experimentalmente que el agua tratada así tiene mayor capacidad de autodepuración, mayor poder de disolución y mayor estabilidad por modificación microbiológica. Gracias a ello se consigue, entre otros beneficios, una estabilidad más prolongada, un sabor más natural en los alimentos que la contienen y un ahorro en productos químicos para tratarla (industria).
[editar] Investigaciones[1]
Para aclarar el mecanismo de funcionamiento de la tecnología de Grander y su efecto sobre el agua, el Instituto de Salud Pública de Moscú, a partir de 1998, decide establecer investigaciones encabezadas por el Profesor Yuri A. Rachmanin, jefe del Laboratorio de Agua Potable en el Instituto de Investigación A.S. Sysin, vicepresidente de la Academia de Ciencias Naturales y experto de agua potable en la Organización Mundial de la Salud y el Dr. Kondratow, especialista en investigación de la estructura del agua. Los resultados del trabajo de investigación del dúo científico Rachmanin/Kondratow ya están registrados en todo el mundo como descubrimientos científicos. Fueron la razón por la cual Johann Grander fuera condecorado con la medalla de plata de la Academia Rusa de Ciencias Naturales y, con gran probabilidad, se puede partir de la base de que esto es recién la primera parte de un salto cuántico en la investigación del agua. La afirmación fundamental de los rusos es que el siglo 20 estaba dedicado primordialmente a la investi- gación del comportamiento químico del agua, y que el siglo 21 se destacará mayormente por el estudio de las propiedades físicas del agua, hasta ahora tan pasadas por alto.
