Historia militar de Canadá
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La historia militar de Canadá comprende cientos de años de acontecimientos armados dentro del territorio que actualmente comprende Canadá y el papel del ejército canadiense en los conflictos militares y las fuerzas de paz en todo el mundo. Por miles de años, el área que se convertiría en Canadá fue el sitio de esporádicas guerras intertribales entre la gente de las Primeras Naciones de Canadá. A partir del siglo XVI, la llegada de los europeos condujo a conflictos con los pueblos aborígenes y entre los europeos invasores en el Nuevo Mundo. Desde el siglo XVII, la región fue lugar de conflictos entre franceses y los británicos por más de un siglo, ya que ambos se aliaron con varios grupos de las Primeras Naciones. En 1763, los británicos salieron victoriosos y los civiles franceses, a quienes los británicos esperaban asimilar, fueron declarados "Súbditos británicos". Nuevos desafíos pronto surgieron cuando las colonias del norte decidieron no tomar parte en la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos y permanecieron leales a la Corona Británica. Los estadounidenses triunfantes buscaron extender su república y realizaron invasiones en 1775 y en 1812. En ambas ocasiones, los estadounidenses fueron desairados por las fuerzas británicas y locales; no obstante, esta amenaza permanecería hasta bien entrado el siglo XIX y parcialmente facilitaría la creación de la Confederación Canadiense en 1867.
Después de la Confederación, y en medio de mucha controversia, el Ejército Canadiense fue creado. Canadá, sin embargo, permaneció como colonia británica, y las fuerzas canadienses se unieron a sus contrapartes británicas en la Segunda Guerra de los Bóer y en la Primera Guerra Mundial. Mientras que la independencia le siguió al Estatuto de Westminster, los lazos de Canadá con el Reino Unido permanecieron fuertes, y los británicos gozaron una vez más del apoyo canadiense en la Segunda Guerra Mundial. No obstante, desde la Segunda Guerra Mundial Canadá se ha comprometió al multilateralismo y ha ido a la guerra sólo dentro de coaliciones multinacionales tal como en la Guerra de Corea, la Guerra del Golfo, la Guerra de Kosovo y la Guerra de 2001 en Afganistán. Canadá también ha jugado un papel importante en las operaciones de las Fuerzas de Paz de la ONU en todo el mundo y ha aportado más tropas acumulativamente que cualquier otro país. Hasta 2006, Canadá tenía el segundo más alto número de personas en las Fuerzas de Paz en el mundo, sólo detrás de la India.
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[editar] Colonización europea
[editar] Primeras Naciones
Los primeros conflictos entre europeos y aborígenes pueden haber ocurrido alrededor del año 1006, cuando los nórdicos intentaron establecerse a lo largo de la costa de Terranova. Según las sagas nórdicas, los nativos Beothuk (llamado Skraelings o Skraelingars por los nórdicos) respondieron tan ferozmente a los intentos de colonización por parte de los recién llegados que éstos eventualmente se retiraron tuvieron que marcharse. Entre los futuros colonizadores europeos, las Primeras Naciones se ganaron una reputación de violencia y salvajismo. Los nativos no consintieron la idea de rendirse, y solían torturar y matar a aquellos que lo hacían.
Antes de la llegada de los europeos, algunas guerras de las Primeras Naciones tendían a ser formales y de carácter ritualista, y suponían relativamente pocas bajas. Pero también existe evidencia de guerras mucho más violentas, incluso el genocidio completo de algunos grupos a manos de otros, tal como el desplazamiento total de la cultura Dorset de Terranova por los Beothuk previamente mencionados, así como por los Inuit en otras regiones. No hay evidencias de continuidad genética o cultural, así que se piensa que los Dorset simplemente fueron exterminados. Justo antes de la colonización francesa en el valle del río San Lorenzo, los pueblos iroqueses fueron completamente erradicados, probablemente en una guerra con sus pueblos vecinos. El estudio de si este pueblo, que tenía varios grandes poblados a lo largo del río San Lorenzo, sobrevivió después del siglo XVI no es concluyente. Después de la llegada de los europeos, las luchas fueron más sangrientas y decisivas. A fines del siglo XVII, las Primeras Naciones de la Costa Este rápidamente adoptaron el uso de las armas de fuego, sustituyendo al tradicional arco. Mientras que un guerrero habilidoso podía esquivar una flecha, y una armadura de madera ofrecía cierta protección contra las flechas, nada los protegía de una bala. Incluso las heridas en los miembros provocadas por estas balas lentas y de alto calibre eventualmente resultaban fatales. La adopción de las armas de fuego incrementó significantemente el número de bajas. El derramamiento de sangre en los conflictos entre navitos también aumentó dramáticamente debido a la distribución irregular de las armas de fuego y los caballos entre los grupos nativos.
Las tribus nativas se volvieron aliados importantes de los franceses e ingleses en la lucha por la hegemonía norteamericana durante los siglos XVII y XVIII; estas alianzas intensificaron la violencia. Arrancar el cuero cabelludo del enemigo, práctica que actualmente se cree que existía desde antes de la llegada de los europeos, se volvió más común ya que los europeos demandaban la presentación del cuero cabelludo como prueba de su triunfo militar.
[editar] Primeras colonias francesas
Los franceses bajo el mando de Samuel de Champlain fundaron asentamientos en Annapolis Royal en 1605 y en Quebec en 1608, aliándose rápidamente con los nativos de esa zona, lo que los condujo a conflictos con otros habitantes indígenas. Por ejemplo, poco después de la fundación de Quebec, Champlain se integró a la alianza Huron-Algonquina que estaban en contra de la Confederación Iroquesa. En la primera batalla, las superiores armas francesas dispersaron rápidamente a varios grupos de nativos congregados. Los iroqueses cambiaron sus tácticas integrando sus habilidades de caza y sus conocimientos íntimos del terreno con el uso de armas de fuego, que obtuvieron gracias a los holandeses; de esta forma, desarrollaron una forma muy efectiva de guerra de guerrillas y se convirtieron en una amenaza formidable para todos exepto para el puñado de ciudades fortificadas. Al mismo tiempo que los franceses suministraban pocas armas a sus aliados indígenas, los iroqueses emprendieron una guerra devastadora contra las tribus de la región de los Grandes Lagos. Durante el primer siglo de su existencia la amenaza principal para los habitantes de Nueva Francia vino de la Confederación Iroquesa, particularmente de sus habitantes más orientales, los Mohawk. Mientras que la mayoría de las tribus en la región eran aliadas de los franceses, los iroqueses se aliaron primero con los holandeses, y, después de la cesión de Nueva Holanda a Inglaterra, con los británicos, y con esto recibieron sus armas y su apoyo.
Las Guerras Franco-iroquesas continuaron intermitentemente hasta 1703, con gran brutalidad en ambos bandos. En respuesta a la amenaza iroquesa, el gobierno francés envió al Regimiento Carignan-Salières, el primer grupo de soldados uniformados profesionales en pisar lo que hoy es el territorio canadiense. Después de que se lograra la paz, este regimiento fue disuelto en Canadá. Los soldados se establecieron en el valle del San Lorenzo y, a finales del siglo XVII, formaron la base de las Compagnies Franches de la Marine (Compañías Francas de la Marina), la milicia local. Más tarde, las milicias se desarrollaron para formar los seigneuries (señoríos).
[editar] Conflicto Anglo-Francés
Canadá fue colonizada por dos grandes potencias europeas que estaban históricamente en desacuerdo una con la otra, y fue inevitable que esta tensión de años se desbordara sobre Canadá; durante los siglos XVII y XVIII, hubo conflictos continuos entre las potencias colonizadoras del territorio canadiense.
[editar] Siglo XVII
Dos años despúes de que los franceses fundaran Annapolis Royal, los ingleses comenzaron su primer asentamiento, en Jamestown, Virginia al sur. A partir de estos inicios, emergerían colonias mucho mayores. La colonia francesa de Quebec en el río San Lorenzo se basó principalmente en el comercio de pieles y disfrutó del apoyo de la Monarquía de Francia. Creció lentamente en medio de las duras condiciones geográficas y climáticas. Las colonias inglesas localizadas más favorablemente al sur desarrollaron economías más diversificadas y florecieron. El resultado fue que para la década de 1750, cuando las rivalidades económicas, políticas y militares se enfrentaron en la Guerra de los Siete Años, la población total de las 13 colonias inglesas era de 1.500.000, mientras que la de los rivales franceses al norte era de tan sólo 60.000. Como resultado, fuera de sus fortalezas de Quebec City y Louisbourg, los franceses fueron forzados a emplear tácticas de guerra de guerrillas, en gran parte adoptadas de los nativos. La forma de lucha de guerrilla se conoció como la petite guerre. Durante el siglo XVII, hubo varias escaramuzas entre las dos Grandes Potencias. En 1629, un grupo de merodeadores ingleses capturaron y quemaron la fortaleza en Quebec y se llevaron a Champlain y a los otros líderes como prisioneros a Inglaterra. Sin embargo, los franceses regresaron en 1632, reconstruyeron su capital y reanudaron sus esfuerzos. La siguiente amenaza seria para Quebec en el siglo XVII vino en 1690 cuando, alarmadas por los ataques de la petite guerre, las colonias de Nueva Inglaterra enviaron una expedición armada hacia el norte, bajo el mando de Sir William Phips, para capturar la fuente de los problemas: Quebec. La expedición estaba pobremente organizada y tenía poco tiempo para alcanzar su objetivo, habiendo llegado a mediados de octubre, poco antes de que el San Lorenzo se congelara. La expedición fue responsable de obtener uno de los más famosos pronunciamientos en la historia militar canadiense. Cuando Phips le demandó que se rindiera, el gobernador Frontenac, en ese entonces en su segundo periodo de mandato, respondió (de acuerdo a los reportes del propio Frontenac) "Responderé ... sólo con las bocas de mis cañones y los disparos de mis mosquetes" (I will answer … only with the mouths of my cannon and the shots of my muskets"). Después de un solo desembarque frustrado en la costa de Beauport al este de la ciudad, el ejército inglés se retiró por las aguas heladas del río San Lorenzo.
[editar] Inicios del siglo XVIII
Durante el siglo XVIII, la lucha anglo-francesa en Canadá se intesificó ya que la rivalidad entre las naciones empeoró en Europa. Al crecer las preocupaciones, el gobierno francés invirtió más y más recursos militares en sus colonias norteamericanas. Costosas guarniciones fueron mantenidas en los distantes puestos de comercio de pieles, las fortificaciones de Quebec fueron perfeccionadas y aumentadas, y un nuevo pueblo fortificado fue construido en la costa este de Île Royale, o Isla de Cabo Bretón — la fortaleza de Louisbourg, la llamada "Dunkerque del Norte".
En tres ocasiones durante el siglo XVIII, las colonias francesas e inglesas de Norteamérica se encontraron en guerra. Las dos primeras grandes guerras fueron ramificaciones locales de los mayores conflictos europeos — la Guerra de Sucesión Española (1702-1713) y la Guerra de Sucesión Austriaca (1744-1748). La última, la Guerra de los Siete Años (1756-1763) inició en el Valle de Ohio. La petite guerre de los canadienses dejó una sensación de terror y devastación a través de los pueblos y aldeas del norte de Nueva Inglaterra, a veces incluso en lugares más hacia el sur como Virginia. La guerra también se extendió a los fuertes localizados a lo largo de la costa de la Bahía de Hudson. En 1713, un ejército británico logró capturar Port Royal, la capital francesa de Acadia en lo que actualmente es Nueva Escocia. Como resultado, Francia se vio forzada a ceder el control del territorio de Nueva Escocia a Gran Bretaña en el Tratado de Utrecht, dejando a los actuales territorios de Nuevo Brunswick, Isla del Príncipe Eduardo e Isla de Cabo Bretón en manos de los franceses. La posesión británica de la Bahía de Hudson fue garantizada con el mismo Tratado.
Durante la Guerra de Sucesión Austriaca, un ejército de la milica de Nueva Inglaterra, bajo el mando de William Pepperell y el Comodoro Peter Warren de la Marina Real Británica, capturó exitosamente Louisbourg en 1745. No obstante, con el Tratado de Aquisgrán que terminó la guerra en 1748, Francia recuperó a Louisbourg al intercambiar otras de sus conquistas en los Países Bajos y la India. Los habitantes de Nueva Inglaterra estaban furiosos, y como contrapeso ante el continuo poder de Francia en Louisbourg, los británicos fundaron el asentamiento militar de Halifax en 1749, con una poderosa base naval en su espacioso puerto.
[editar] Guerra de los Siete Años
En 1754, la Guerra de los Siete Años comenzó en Norteamérica, donde en ocasiones es llamada la Guerra Francesa e India. Los franceses habían comenzado a desafiar los reclamos de los comerciantes angloamericanos por la supremacía en Ohio Country al oeste de los Apalaches — tierra que fue reclamada por algunas de las colonias británicas en sus estatutos reales. En 1753, los franceses iniciaron la ocupación militar de Ohio Country al construir una serie de fuertes. En 1755, los británicos enviaron dos regimientos a Norteamérica para expulsar a los franceses de estos fuertes, pero fueron derrotados por los francocanadienses y los amerindios cuando se aproximaron al Fort Duquesne. La guerra fue formalmente declarada en 1756, y en Quebec, seis regimientos franceses de troupes de terre, o líneas de infantería, estuvieron bajo el comando del recién llegado general, el Marqués de Montcalm de 44 años de edad. Acompañándolo estuvieron otros dos batallones de troupes de terre, elevando el número total de soldados profesionales franceses en la colonia a cerca de 400. Esta fue la primera agrupación significante de soldados profesionales entrenados en lo que se convertiría en el territorio canadiense.
Bajo las órdenes su nuevo comandante, los franceses al principio consiguieron unas cuantas victorias sorpresivas sobre los británicos, primero en Fort William Henry al sur del Lago Champlain, donde, en 1757, más de 2400 hombres, en su mayor parte soldados comunes británicos, se rindieron. Al año siguiente, una victoria aún mayor se consiguió cuando el ejército británico — con unos 15.000 hombres bajo el mando del General Mayor James Abercrombie — fue rotundamente derrotado en su ataque en una fortificación francesa en Carillon (más tarde renombrado Fuerte Ticonderoga por los británicos) en la parte sur del Lago Champlain. Los franceses no eran más de 3500, pero antes de que los británicos se retiraran, los franceses habían causado la pérdida de unos 2000 hombres, en comparación a una pérdida francesa de unos 350. Mientras tanto, el esfuerzo de la guerra británico había sido impulsado por el nombramiento de William Pitt como Primer Ministro del Reino Unido, quien estaba determinado a ganar batallas, y que decidió que Norteamérica sería el quid del esfuerzo de guerra británico. En junio de 1758, un ejército británico de 13.000 soldados bajo el mando del General Mayor Geoffrey Amherst, con James Wolfe como uno de sus brigadistas, permanentemente capturó la Fortaleza de Louisbourg.
Un año después Wolfe fijó su atención en Quebec City. Después de varios intentos estropeados de desembarcar incluyendo unas derrotas particularmente sangrientas en Beauport y Montgomery, Wolfe logró llevar a su ejército a la costa, en las Llanuras de Abraham el 12 de septiembre. Montcalm, en contra del mejor critero de sus oficiales, se hizo a la mar con un ejército numéricamente inferior para encontrarse con los británicos. Una batalla épica tuvo lugar en la que Wolfe fue asesinado, Motcalm herido de muerte, y 658 británicos y 644 franceses cayeron muertos o heridos. Gravemente heridos por las descargas masivas de los británicos, los franceses se retiraron hacia la ciudadela y soportaron un duro sitio y bloqueo económico por parte de los británicos antes de capitular el 18 de agosto.
Sin embargo, en la primavera de 1760, el último General francés, François Gaston de Lévis, marcharon de Montreal a Quebec y derrotaron a los británicos en Sainte Foy en una batalla similar a la del año anterior; ahora la situación era la contraria, con los franceses sitiando las fortificaciones de Quebec detrás de las cuales los británicos se refugiaban. No obstante, los franceses finalmente tuvieron que reconocer la pérdida de Nueva Francia cuando la Marina Real Británica en lugar de la flota francesa zarpó por el río San Lorenzo cuando el hielo del invierno se rompió. Francia perdió casi todas sus posesiones norteamericanas, y retuvo solamente las pequeñas islas de San Pedro y Miquelón como base de su flotilla pesquera, que operó en los Grandes Bancos. Los franceses se retiraron formalmente de Norteamérica en 1763 cuando firmaron el Tratado de París. A Francia se le dio la opción de conservar o a Nueva Francia o a su colonia insular en el Caribe productora de azúcar, Guadalupe, y eligió a la segunda ya que tenía diez veces el PIB de Quebec y, a diferencia de Canadá, era rentable.
[editar] Conflictos con los Estados Unidos
Con la amenaza francesa eliminada, las colonias británicas costeras del este se volvieron cada vez más intranquilas. La Guerra de la Independencia de los Estados Unidos en gran parte surgió de su resentimiento a pagar impuestos para apoyar un gran establecimiento militar, cuando no había un enemigo obvio. Esto se vio aumentado por otras sospechas de los motivos británicos cuando el valle de Ohio y otros territorios occidentales demandados previamente por Francia no fueron anexados a las colonias británcias existentes, especialmente Pennsylvania y Virginia, que tenían reclamos de mucho tiempo atrás en la región. En cambio, bajo el Acta de Quebec, este territorio fue reservado para las Primeras Naciones. La Guerra de Independencia de los Estados Unidos (1776-1783) vio a los revolucionarios usar la fuerza para liberarse del dominio británico y para reclamar estas tierras occidentales. Las fuerzas americanas tomaron Montreal y la cadena de fortalezas en el valle de Richelieu, pero los intentos de los revolucionarios para tomar Quebec fueron repelidos. Durante esta época la mayoría de los francocanadienses permanecieron neutrales. El fracaso de los revolucionarios en tener éxito en estas áreas, y la lealtad a Gran Bretaña aún presente en algunos colonos, resultaron en la división del imperio británico en América del Norte. Muchos americanos que seguían siendo leales a la Corona, conocidos como los Lealistas del Imperio Unido, se movieron hacia el norte, expandiendo mucho a la población de habla inglesa. La república independiente de los Estados Unidos emergió al sur, mientras que una serie de colonias británicas leales permanecieron en su lugar a lo largo de su frontera norte. A las colonias británicas restantes se les conoció colectivamente como Norteamérica Británica.
[editar] Guerra de 1812
Después del cese de las hostilidades, la animosidad y desconfianza continuaron entre los Estados Unidos y el Reino Unido. Esto estalló en una guerra en 1812, cuando los estadounidenses le declararon la guerra a los británicos. Los americanos fueron fastidiados por el hostigamiento de los británicos sobre los barcos estadounidenses en alta mar, lo cual idearon gracias al involucramiento británico en las Guerras Napoleónicas que se estaban llevando a cabo en esa época. Los americanos no poseían una flota capaz de desafiar a la Marina Real Británica, y por lo tanto una invasión a Canadá fue propuesto como el único medio factible de atacar al Imperio Británico. Los americanos en la frontera oeste también esperaban que una invasión propiciara el fin a lo que veían como un apoyo a los británicos por parte de los Amerindios en su resistencia a la expansión hacia el oeste de los Estados Unidos, y ultimara sus reclamos en los territorios occidentales. La estrategia inicial era hacerse con Canadá temporalmente a fin de forzar las concesiones de los británicos. Sin embargo, al progresar la guerra, la anexión total era citada más frecuentemente como objetivo — una expresión anticipada de lo que más tarde sería llamado "Doctrina del destino manifiesto". Muchos estadounidenses esperaban que los francocanadienses recibieran con agrado la oportunidad de derrocar a sus gobernantes británicos.
Los americanos lanzaron una invasión a través de la frontera norte en julio de 1812. La guerra ardió y por toda la frontera del Alto Canadá, tanto en tierra como en las aguas de los Grandes Lagos. Los británicos capturaron exitosamente Detroit en julio. El 12 de julio, el General estadounidense William Hull invadió Canadá en Sandwich (más tarde conocido como Windsor). La invasión fue detenida rápidamente, y Hull se retiró, pero esto le dio a Brock la excusa que necesitaba para abandonar las órdenes de Prevost. Asegurando el auxilio a Tecumseh, Brock avanzó hacia Detroit. En este punto, incluso con sus aliados amerindios, Brock era superado en número aproximadamente en dos a uno. No obstante, Brock había juzgado a Hull como un hombre tímido, y particularmente temeroso de los soldados de Tecumseh. De esta forma Brock decidió usar una serie trucos para intimidar a Hull. Sin necesidad de decirlo, la derrota de Detroit fue total y completa.
Un considerable frente estadounidense en la frontera de Niágara fue derrotado en la Batalla de Queenston Heights por un ejército combinado de tropas británicas regulares y milicia colonial bajo el mando de Sir Isaac Brock, quien perdió su vida en la batalla.
1813 fue el año de las victorias americanas, cuando retomaron Detroit y disfrutaron de una serie de éxitos a lo largo de la orilla occidental del Lago Erie, culminando en la Batalla del Lago Erie (10 de septiembre) y la Batalla de Moraviantown o Batalla del Támesis el 5 de octubre. La batalla naval aseguró el dominio estadounidense de los lagos Eire y Hurón. En Moraviantown, los británicos perdieron a uno de sus comandantes clave, el jefe Shawnee Tecumseh. Más hacia el este, los americanos lograron capturar y quemar York (más tarde Toronto) y tomaron el Fuerte George en Niágara, el cual retuvieron hasta el final de ese año. No obstante, en el mismo año, dos ataques americanos contra Montreal fueron derrotados — uno por un ejército de soldados británicos regulares en Crysler's Farm, al suroeste de la ciudad en el río San Lorenzo; el otro, por un ejército conformado en su mayor parte de milicia francocanadiense bajo el mando de Charles de Salaberry, al sur de la ciudad en Allan's Corners en el río Chateauguay. Las tribus iroquesas del Alto Canadá, los Caughnawagas de las cercanías de Montreal, y tribus occidentales bajo el mando del jefe Shawnee, Tecumseh, fueron aliados valiosos de los británicos durante la campaña. Estos guerreros tomaron una parte importante en muchas batallas y en varias ocasiones tuvieron un impacto psicológico debilitante en el enemigo.
1814 fue el año de las derrotas americanas. Los británicos recapturaron todo su territorio perdido y tomaron Michilimackinac en Michigan. La derrota de Napoleón le otorgó a los británicos la oportunidad de volver su atención al teatro norteamericano y lanzar ataques a Washington, Baltimore y Nueva Orleans. Después de la captura de Washington DC en septiembre en Bladensburg, los británicos quemaron la Casa Blanca. Fue pintada rosa previamente, no obstante, después de la reconstrucción, fue encalada. Los estadounidenses eligieron el camino de la paz después de esta derrota. La Guerra de 1812 también es llamada la "Guerra Olvidada".
En diciembre de 1814, los dos oponentes firmaron un tratado de paz que restauró las fronteras que habían existido antes de la guerra. Aunque en el fondo era británico, Sir Isaac Brock se convirtió en un héroe canadiense martirizado. La exitosa defensa de Canadá dependió casi en su totalidad de las tropas británicas regulares, la Armada Real Británica y los indios nativos aliados. En Canadá la guerra es renombrada como una victoria canadiense mayor y en los Estados Unidos en cambio es considerada como una victoria americana mayor (debido a las batallas de Baltimore y Nueva Orleans antes del fin de la guerra).
[editar] Retirada británica
El temor de que los estadounidenses recobraran su deseo de conquistar Canadá permaneció como una preocupación seria por al menos medio siglo, y fue la principal razón de la retención de una gran guarnición británica en el lugar. De la década de 1820 a la de 1840, hubo una construcción extensiva de fortificaciones en las colonias, ya que los británicos intentaron crear puntos fuertes alrededor de los cuales las fuerzas defensoras se concentraran en el caso de una invasión estadounidense; esto incluía a las Ciudadelas en Quebec y Halifx, y al Fuerte Henry en Kingston. El Canal Rideau fue construido durante estos años para permitir a las embarcaciones en tiempos de guerra viajar en una ruta más norteña de Montreal a Kingston (La ruta habitual en tiempos de paz era el río San Lorenzo, que constituía el borde norte de la frontera americana, y por lo tanto era vulnerable al ataque y la interferencia del enemigo).
Una de las acciones más importantes por las fuerzas británicas durante este periodo fue el sofocamiento de las Rebeliones de 1837. La Rebelión del Alto Canadá fue derrotada rápida y decisivamente por el ejército británico. La Rebelión del Bajo Canadá fue una mayor amenaza para los británicos, y los rebeldes resultaron victoriosos en la Batalla de Saint-Denis el 23 de noviembre. Dos días después, los rebeldes fueron derrotados en la Batalla de Batalla de Saint-Charles, y el 14 de diciembre, finalmente fueron sofocados en la Batalla de Saint-Eustache.
Para los años 1850, el temor de una invasión estadounidense había comenzado a disminuir, y los británicos se sintieron capaces de empezar de reducir el tamaño de su guarnición. El Tratado de la Reciprocidad, negociado entre Canadá y los Estados Unidos en 1854, ayudó a aliviar las preocupaciones. Sin embargo, las tensiones repuntaron nuevamente durante la Guerra Civil Estadounidense (1861-1865), aparentemente alcanzando su punto más alto con el Incidente de Trent ocurrido a fines de 1861 e inicios de 1862. Esto se desencadenó cuando el capitán de un cañonero estadounidense detuvo al RMS Trent y despidió a dos oficiales Confederados que estaban vinculados al Reino Unido. El gobierno británico estaba indignado y, con la guerra aparentemente inminente, tomó medidas para reforzar su guarnición en la Norteamérica Británica, que fue incrementada de una fuerza de 4000 hombres a unos 18.000. Al final, la guerra fue evitada, y la sensación de crisis disminuida. Este incidente resultó ser el último episodio mayor de confrontaciones militares Anglo-Americanas en Norteamérica, ya que ambas partes empezaron a notar los beneficios de una relación amistosa. Al mismo tiempo, muchos canadienses fueron hacia el sur a luchar en el Guerra Civil, la mayoría uniéndose al ejército de la Unión, aunque algunos canadienses, especialmente en las milicias de Toronto, eran simpatizantes de la Confederación.
Mientras tanto, el Reino Unido comenzaba a preocuparse de las amenazas militares más cercanas a ellos, y les disgustaba pagar para mantener una guarnición en colonias que se estaban volviendo autoafirmativas, y que, después de 1867, se unieron para formar el aútonomo Dominio de Canadá. Consecuentemente, en 1871, las tropas de la guarnición británica se retiraron completamente de Canadá, excepto en Halifax y Esquimalt, donde las guarniciones británicas permanecieron solamente por razones estratégicas del Imperio.
[editar] Ataques fenianos
Fue durante este periodo de reexaminación de la presecia militar británica en Canadá y su retirada final que ocurrió la última invasión a Canadá. No fue realizada por ningún ofical del gobierno de los Estados Unidos, sino por una organización conocida como los Fenianos. Este era un grupo de Irlandeses-estadounidenses, en su mayor parte veteranos del Ejército federal de la Guerra Civil que creían que al hacerse con Canadá, podrían estrujar concesiones del gobierno británico respecto a su política en Irlanda. Los fenianos habían también estimado incorrectamente que los Irlandeses canadienses, que eran bastante numerosos en Canadá, soportarían sus intentos invasivos y sublevarse, tanto política como militarmente.
Después de los eventos de la Guerra Civil, el sentimiento antibritánico era alto en los Estados Unidos. Los buques de guerra Confederados construidos por británicos habían causado estragos en el comercio de Estados Unidos durante la guerra. Los irlandeses estadounidenses eran una circunscripción electoral grande e importante, particularmente en partes de los Estados del Noreste, y grandes regimientos de irlandeses americanos habían participado en la guerra. De esta manera, aunque estaba profundamente preocupado por los fenianos, el gobierno de los Estados Unidos, dirigido por el Secretario de Estado William Henry Seward, generalmente ignoraba los intentos de organización fenianos. A los fenianos se les permitió organizarse y armarse abiertamente, e incluso se les autorizó reclutar gente en los campamentos del Ejército de la Unión. Los estadounidenses no estaban preparados para arriesgarse en una guerra con los británicos, e intervinieron cuando los fenianos amenazaron con poner en peligro la neutralidad americana.
Los fenianos eran una amenaza seria para Canadá, siendo veteranos del Ejército federal estaban bien armados. Realizaron tres ataques en 1866: uno en la Isla Campobello en Nuevo Brunswick en abril, y los otros en las regiones los valles del Niágara y del San Lorenzo en julio. Los ataques en Campobello y en el valle del San Lorenzo fallaron. Los fenianos ganaron la Batalla de Ridgeway cuando las tropas, en su mayoría estudiantes de la Universidad de Toronto y hombres jóvenes de Hamilton, tuvieron un ataque fallido y una retirada torpe, pero los fenianos se retiraron rápidamente, temiendo un contraataque británico. En Nuevo Brunswick, su fracaso se debió a la presencia de un ejército de soldados regulares británicos y a la confiscación de las armas fenianas por la Marina Estadounidense. Dos ataques posteriores a lo largo de la frontera entre Quebec y Vermont en 1870 y en Manitoba en 1871 resultaron igualmente infructuosos.
A pesar de estos fracasos, los ataques tuvieron cierto impacto en los políticos de Canadá que más tarde entraron en negociaciones que condujeron al Acuerdo de la Confederación de 1867. Los ataques reforzaron la sensación de vulnerabilidad militar, especialmente porque se sabía que los británicos estaban considerando seriamente la reducción del tamaño de su guarnición, si no es que su completa retirada. Los debates de la Confederación fueron hasta cierto punto llevados a cabo bajo una atmósfera de crisis militar, y la mayor seguridad militar que sería ganada a través de la puesta en común de los recursos coloniales fue uno de los factores que pesaron mucho a favor de la Confederación.
[editar] Autonomía canadiense
[editar] Milicia canadiense
Con la Confederación en su lugar y la guarnición británica fuera, Canadá asumió plena responsabilidad de su propia defensa; el Reino Unido se comprometió a enviar ayuda en caso de una emergencia seria, y la Marina Real continuó proporcionando defensa oceánica. Pequeñas baterías profesionales de artillería fueron establecidas en Quebec y Kingston. En 1883, una tercera batería de artillería fue agregada, y pequeñas escuelas profesionales de caballería e infantería fueron creadas. Éstas fueron pensadas para proporcionar un apoyo profesional para la mucho más grande fuerza de la milicia que debía formar la mayor parte del esfuerzo de la defensa canadiense. En teoría, cada hombre sano de entre 18 y 60 años era capaz de ser reclutado para el servicio, pero en la práctica, la defensa del país descansaba sobre los servicios de los voluntarios que componían la presunta Milicia Activa, la cual en 1869 constaba de 31.170 oficiales y hombres. Durante las décadas restantes de ese siglo, esta fuerza fue consolidada, atendiendo a campos de verano, desfilando en uniformes coloridos, y ocasionalmente siendo forzada a servir en tiempos de huelgas y otras emergencias civiles.
Las primeras pruebas más importantes para la milicia fueron las expediciones contra las fuerzas rebeldes de Louis Riel en el oeste canadiense. La Expedición de Wolseley, conteniendo una mezcla de británicos y de fuerzas de milicia, restauró el orden después de la Rebelión de Red River con escasa violencia en 1870. Una mayor prueba fue la Rebelión del Noroeste en 1885 que vio el mayor esfuerzo militar emprendido en suelo canadiense desde el final de la Guerra de 1812. La Rebelión comprendió una serie de batallas entre los Métis y sus aliados contra la Milicia y la Policía Montanda del Noroeste, de las cuales las fuerzas del gobierno salieron victoriosas. La Batalla de Loon Lake, que terminó este conflicto, destaca como la última batalla en haberse combatido en suelo canadiense.
En 1884, el Reino Unido pidió por primera vez ayuda a Canadá para defender el imperio. La nación madre le solicitó a Canadá que enviara navegantes experimentados a Sudán para ayudar a rescatar al Mayor General Charles George Gordon del levantamiento de Muhammad Ahmad. Sin embargo, Ottawa se mostró reacia a hacer esto, y eventualmente el Gobernador General Lord Lansdowne reclutó a una fuerza privada de 386 Voyageurs (Viajeros) que fueron puestos bajo el mando de los oficiales de la Milicia Canadiense. Esta fuerza, conocida como los Voyageurs del Nilo, sirvió hábilmente en Sudán y se convirtió en la primera fuerza canadiense en servir en el extranjero.
[editar] Guerra de los Bóer
La defensa del imperio fue de nuevo una tema de importancia cuando Gran Bretaña se halló a sí misma fuertemente presionada en la Segunda Guerra de los Bóer en Sudáfrica. Los británicos le pidieron ayuda a Canadá en el conflicto, y el Partido Conservador estuvo firmemente a favor de enviar algunas divisiones a servir en Sudáfrica. Los francocanadienses se opusieron casi universalmente a la guerra, así como lo hicieron varios grupos más. Esto dividió profundamente al Partido Liberal que en ese momento estaba en el poder, ya que dependía del apoyo tanto de los anglocanadienses proimperialistas como del de los francocanadienses antiimperialistas. El Primer Ministro Wilfrid Laurier envió inicialmente 1000 soldados del Segundo (Servicio Especial) Batallón del Regimiento Real Canadiense. Más tarde, otras divisiones fueron enviadas.
Las fuerzas canadienses se perdieron el primer periodo de la guerra y las grandes derrotas británicas de la Semana Negra. Los canadienses en Sudáfrica ganaron mucha aclamación por encabezar el ataque en la Segunda Batalla de Paardeberg, una de las primeras victorias decisivas de la guerra. En la Batalla de Liliefontein el 7 de noviembre de 1900, tres canadienses, los Tenientes Cockburn y Turner y el Sargento Holland de los Dragones Reales Canadienses recibieron la Cruz Victoria por haber protegido la retaguardia de una fuerza en retiro. Cerca de 7400 canadienses, incluyendo 12 mujeres enfermeras, sirvieron en Sudáfrica. De ellos, 224 murieron, 252 resultaron heridos, y varios fueron fueron condecorados con la Cruz Victoria. La guerra siguió siendo muy impopular en Quebec, donde mucha gente la veía como aplastar a una minoría democrática que, en muchos aspectos, era similar a los francocanadienses. Las fuerzas canadienses también participaron plenamente en los programas de campos de concentración que fueron responsables de la muerte de miles de civiles Bóer.
[editar] Creación de la Marina canadiense
Poco después del debate sobre la Segunda Guerra de los Bóer, otro similar se desarrolló sobre si Canadá debía tener o no su propia Marina. Canadá había tenido desde hace mucho tiempo una pequeña fuerza pesquera protectora adjunta al Departamento de la Marina y Piscifactoría, pero dependía del Reino Unido para su protección marítima. Los británicos estaban cada vez más inmersos en una carrera de armamentos con Alemania, y en 1908, le pidió ayuda a sus colonias con la marina. El Partido Conservador de Canadá argumentó que Canadá debía simplemente contribuir con dinero para la adquisición y el mantenimiento de algunas naves de la Marina Real Británica. Algunos nacionalistas francocanadienses pensaban que no se debía enviar ninguna ayuda; otros abogaban por una marina canadiense independiente que pudiera auxiliar a la británica cuando lo necesitara.
Eventualmente, el Primer Ministro Laurier decidió seguir esta posición de compromiso, y la Marina Real Canadiense fue creada en 1910. Para apaciguar a los imperialistas, el Acta del Servicio Naval incluía una precaución de que en caso de emergencia, la flota podría usarse contra los británicos. Esta precaución condujo a la intensa oposición al Acta por parte del nacionalista de Quebec Henri Bourassa. El Acta establecía el objetivo de construir una flota compuesta de cinco cruceros y seis destructores. Los primeros dos buques fueron el Niobe y el Rainbow, unas naves un tanto antiguas y obsoletas compradas a los británicos. Con la elección de los Conservadores en 1911, en parte debido a que los Liberales habían perdido algo el apoyo en Quebec, la marina fue privada de fondos, pero durante la Primera Guerra Mundial, fue enormemente expandida y jugó un papel importante tanto en el Atlántico como en el Pacífico.
[editar] Creación del Ejército Canadiense
Cuando las tropas británicas comenzaron a retirarse de Canadá a fines del siglo XIX y principios del siglo XX, la importancia de la Milicia (comprendiendo varias unidades de caballería, artillería, infantería e ingeniería) creció. El último Oficial Comandante de las Fuerzas, Lord Dundonald, instituyó una serie de reformas en las que Canadá adquiría sus propias ramas técnicas y de soporte. Estos servicios varios, llamados "Corps" (Cuerpos), incluían:
- Cuerpo Canadiense de Ingenieros (creado el 1 de julio de 1903)
- Cuerpo de Señalización (24 de octubre de 1903)
- Cuerpo del Servicio Militar Canadiense (1 de diciembre de 1903)
- Cuerpo Médico de la Milicia Permanentemente Activa del Ejército (2 de julio de 1904)
- Cuerpo de Reservas de Ordenanza (1 de julio de 1903)
- Cuerpo de Guías (1902)
En 1904, el nombramiento del Oficial Comandante de las Fuerzas fue reemplazado con un Jefe Canadiense del Estado Mayor. Cuerpos adicionales serían creados en los años previos a la Primera Guerra Mundial, incluyendo a los primeros cuerpos dentales militares separados en todo el mundo.
[editar] Guerras Mundiales
[editar] Primera Guerra Mundial
El 4 de agosto de 1914, el Reino Unido entró a la Primera Guerra Mundial al declararle al guerra a Alemania. La declaración de guerra británica automáticamente involucró a Canadá en la guerra, ya que Canadá seguía siendo considerada una colonia. No obstante, el gobierno canadiense tenía la libertad de determinar el grado de involucramiento del país en la guerra. Canadá eventualmente envió cuatro divisiones a luchar en el Frente Occidental.
En las etapas posteriores de la guerra, los Cuerpos Canadienses fueron considerados entre los ejércitos más efectivos y respetados en el Frente Occidental; las divisiones canadienses eran mayores que las británicas por 1917 debido a la escasez de mano de obra (aunque los problemas de mano de obra causarían que Canadá deshechara sus planes para un segundo Cuerpo Canadiense y dos divisiones adicionales así como la institución del servicio militar obligatorio en ultramar). De hecho, en las secuelas de la Batalla del Somme, los Cuerpos Canadienses se ganaron una reputación de fuerzas de choque que eran temidas por los alemanes. El ejército canadiense incluso tenía su propio sobrenombre, les durs à cuire (difíciles de cocinar; matar) lo que significaba que los canadienses eran muy duros de desmoralizar y derrotar. Dado esto, en 1916 el Reino Unido hizo uso de ayuda específica de los canadienses para defender las colonias británicas de las Indias Occidentales de la marina alemana con muchas fuerzas canadienses siendo estacionadas en la isla de Santa Lucía para ayudar a defenderla de un posible ataque naval alemán.
Sin el servicio militar obligatorio, la fuerza canadiense quedó limitada a aquellos lo suficientemente dedicados para enlistarse. El punto más alto del éxito militar canadiense vino en la Batalla de la Cresta de Vimy el 9 de abril de 1917, durante la cual las tropas canadienses capturaron una colina alemana fortificada que había resistido ataques británicos y franceses anteriormente en la guerra. Vimy, así como el éxito de los ases de la aviación canadienses William Barker y Billy Bishop, ayudó a darle a Canadá un nuevo sentido de identidad. Esto se tradujo en mayor autonomía, con Canadá enviando a sus propios delegados a las negociaciones del Tratado de Versalles en 1919, uniéndose a la Sociedad de Naciones en 1921, y siéndole concedida formalmente la autonomía vía el Estatuto de Westminster en 1931.
Todos los otros combatientes principales habían introducido el servicio militar obligatorio para reemplazar a las bajas masivas que estaban sufriendo. Encabezado por Sir Robert Borden quien deseaba mantener la continuidad de la contribución militar de Canadá y con una presión burguesa para introducir e imponer el servicio militar obligatorio, el Acta del Servicio Militar fue ratificada. Aunque la reacción al servicio militar obligatorio fue favorable en la Canadá inglesa, la idea fue profundamente impopular en Quebec. Al final, el servicio militar obligatorio reclutó a cerca de 120.000 soldados, de los cuales cerca de 47.000 fueron al extranjero. La Crisis del Servicio Militar Obligatorio de 1917 hizo mucho para destacar las divisiones entre los canadienses franco y angloparlantes en Canadá.
A pesar del rencor, la Crisis del Servicio Militar Obligatorio de 1917 no obstaculizó la carrera política del Primer Ministro Robert Borden, ya que en la siguiente elección de ese año, el gobierno de la Unión de Borden ganó 153 asientos, casi todos los de la Canadá inglesa. Sin embargo, de los 65 asientos de Quebec, el gobierno de Borden ganó solamente 3.
Para una nación de ocho millones de habitantes, el esfuerzo de la guerra de Canadá fue ampliamente reconocido como notable. Un total de 619.636 hombres y mujeres sirvieron en las fuerzas canadienses en la Primera Guerra Mundial, y de ellos 66.655 fueron matados y otros 172.950 resultaron heridos.
En 1919, Canadá envió una fuerza expedicionaria a Siberia para auxiliar a los Rusos Blancos en la Guerra Civil Rusa. Estas tropas se establecieron en Vladivostok y vieron poca acción antes de que se retiraran, junto con otras fuerzas extranjeras.
Los sacrificios canadienses son conmemorados en ocho monumentos en Francia y Bélgica. Dos de los ocho son únicos en diseño: el gigantescto monumento blanco de Vimy y el distintivo Soldado Meditabundo en el Monumento de Saint Julien. Los otros seis siguen un patrón estándar de monumentos de granito rodeados por un sendero circular. Estos son el Monumento de la Colina 62 y el Monumento de Passchendaele en Bélgica, y el monumento de madera de Bourlon, monumento de Courcelette, monumento de Dury, y los Monumentos Quesnel, Bourlon Woood, Courcelette y Dury en Francia. También hay monumentos de guerra separados para conmemorar las acciones de los soldados de Terranova en la Gran Guerra. Los más grandes son el Monumento Beaumont-Hamel de Terranova y el Monumento Nacional de Guerra en St. John's. Terranova no se unió a la Confederación hasta 1949.