Historia de Portugal (1668-1777)
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Durante el reinado de Pedro II la economía del país se reorganiza con fines mercantilistas y se crea un nuevo tratado comercial con Inglaterra en 1668. Según ese tratado, los productos ingleses tendrán preferencia de aduanas en Portugal, lo mismo que el vino portugués en Inglaterra. En el Tratado de Methuen de 1703 se le permitió a Inglaterra introducir textiles y manufacturas sin pagar impuestos de aduanas y Portugal correspondería con el oro y los diamantes de Brasil. Ese tratado, que estuvo en vigor hasta 1842, provocó que Portugal dependiese económicamente de Inglaterra, y que el país se inundara de baratijas británicas, sin que se produjera la industrialización.
En 1669, las cortes se reunieron por última vez. Los siguientes reyes, de corte absolutista, no las volvieron a convocar. Las cortes sólo volverían a reunirse tras la Revolución liberal de 1820.
Portugal se unió a la causa inglesa y austriaca sobre la sucesión al trono español en 1703.
En 1706 Juan V asciende al trono, en el que se mantendría hasta 750. Bajo el se introdujo el absolutismo, las cortes no se convocaban desde 1696. Se dice que Juan V seguía el modelo de Estado que había impuesto Luis XIV en Francia. Como en ese país, la nobleza ya no se encargaba de la jurisdicción de su territorio sino que pasaba a vivir en la corte bajo las órdenes del Rey. De esta forma creó una gran corte que instalaría en el Palacio de Mafra.
La biblioteca de la Universidad de Coimbra, el Acueducto de las Aguas Libres de Lisboa y otras obras arquitectónicas fueron sufragadas con el oro brasiles. Durante su reinado llegó a su fin la Guerra de Sucesión española. El rey luso envió un ejército para hacerse con Madrid, pero las tropas españolas y francesas les vencieron en la Batalla de Almansa de 1707. Ese mismo año, el francés René Duguay-Trouin atacó Río de Janeiro. En 1713 Francia y Portugal firmaron la paz, y dos años más tarde la firmarían España y Portugal.
Juan V participó del lado del Papa en la guerra contra los turcos de 1717 aunque luego gobernaría en contra de la Santa Sede, intentando ejercer una mayor influencia en la Iglesia portuguesa. Sólo cuando el Papa dispuso que todos los obispos portuguees se convirtieran en Cardenales y el Rey de Portugal obtuviera el título de Rey Fidelísimo, se logró la paz entre Portugal y el Vaticano. Bajo el reinado de este rey tuvo lugar la Segunda Edad de Oro de Portugal lo que se puede constatar en las grandes obras arquitectónicas que aún se pueden observar.
[editar] José I
José I reinó desde 1750 hasta 1777. Estaba más interesado por las obras y por la ópera que por la administración del reino. Criticó las reformas emprendidas por su padre y su apoyo a la Inquisición. Cuando accedió al trono, nombró miembros de su consejo a nobles que se habían enfrentado abiertamente a su padre, entre los que se encontraba Sebastião José de Carvalho e Melo el primer Marqués de Pombal.
En 1755 tiene lugar el terremoto de Lisboa que destruye casi toda la capital. El marqués de Pombal organizó la reconstrucción de Lisboa. Debido a las intensas reformas que había realizado, al marqués de pombal se le elige primer ministro y terminará ejerciendo las labores de regente del Reino. Fue el marqués de Pombal el que introdujo a Portugal en la modernización. Al contrario del clericalismo previo, el marqués fortaleció el sistema absolutista. La iglesia se puso enseguida en contra del marqués. Los jesuitas predicaban que el terremoto había sido un castigo de dios por las reformas del marqués. Cuando en 1758 tiene lugar un atentado contra el monarca, Pombal entra el cólera. La educación se laicizo, los opositores políticos, entre los que se encontraba el Marqués de Aveiro fueron ejecutados. Un jesuita muy conocido en el país fue quemado en la hoguera. En 1759] se expulsa a los jesuitas de Portugal y Brasil. Pombal eliminó la esclavitud en Portugal (no en Brasil) en 1761. También eliminó las discriminaciones existentes con los descendientes de los marranos y la censura de la Iglesia la empezó a ejercer el estado. La Inquisición pasó a depender directamente del Estado. En la universidad se crea una facultad de ciencias naturales, se crea un sistema de escuelas públicas y se libera a los amerindios de Brasil. El Marqués quiso afianzar la presencia de portugueses en Brasil, para lo cual creó hermandades de comercio, entre la que se encontraba la Compañía de las Indias Occidentales. Tanto la agricultura como el comercio mejoraron en la época, y la economía del país mejoró bastante.
José I estaba casado con una princesa española. Pese a ello, no estaba preparado para romper con la Alianza con el Reino Unido para aliarse a España y Francia contra Inglaterra. España entró en Portugal en 1762 y el rey tuvo que firmar la paz con el país vecino un año más tarde. Los últimos tres años del reinado fueron de regencia ya que el rey estuvo muy enfermo.
[editar] María I
José I no dejó ningún descendiente varón. Por eso hubo una incertidumbre sobre quién debía heredar el trono, si su hija María o su hermano Pedro. El dilema se solucionó cuando José casó a su hija con su hermano. Juntos reinarían como María I y Pedro III.
La nueva reina era muy religiosa, la política anticlerical del marqués de Pombal no le gustó nada. Mientras se mantuvo en el trono, se detuvo al Marqués de Pombal y se le mantuvo en arresto domiciliario. María I eliminó todas las medidas anticlericales y creó sus propias medidas sobre política exterior y económica. Las infrastructuras del reino fueron renovadas y se creó un Tratado Comercial con Inglaterra en el que ambos países tenían el mismo peso. Además de esto se creó un tratado comercial con Rusia para dejar de depender de Inglaterra.
Tras la muerte de su marido, la reina enfermó mentalmente hasta llegar a una locura muy irracional. Hubo que separarla del trono en 1792, ejerciendo la regencia su hijo, el que sería Juan VI de Portugal.
