Unidad léxica
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A la hora de determinar los componentes del léxico, se plantean las condiciones que han de cumplir cada uno de ellos. Se entiende que el léxico está formado por palabras; pero "palabra" es habitualmente un concepto dudoso. Cuando se desea trabajar de manera sistemática y formal con el léxico, es de necesidad que sus unidades estén claramente diferenciadas. Existen dos enfoques para definir "palabra":
- Como una unidad del lenguaje aislable, con significación propia y aspectos fonológico y ortográfico diferenciados.
Ésta y sus variaciones son ampliamente disputadas, ya que no existen referencias claras para "aislar" esa unidad.
- Por significado: las preposiciones carecen de un significado autónomo.
- Por sonido: en la cadena hablada de las lenguas romances, las palabras se solapan, lo que generaría confusión. (Cfr. liason)
- Por grafía: ha de precisarse algún grafema que las separe.
- Como todo elemento situado entre dos espacios de la cadena escrita, comprenda éste o no otros signos de puntuación.
Por imprecisa que parezca o precisamente en razón de su simpleza, esta definición es la única que ha tenido una amplia aceptación, puesto que es la solución evidente para necesidad de digitalización de la información léxica para el desarrollo de corpus y otras herramientas de estudio lexicológico.
Con la definición anterior ya aceptada, se puede trabajar en base a la significación. Aquí entran en juego los conceptos de lexema y morfema, manejados desde antaño por los lingüistas y que ahora se asignan como "palabras o partes de palabras que, respectivamente, tienen o carecen de significado propio".
[editar] Véase también
[editar] Bibliografía
- Martínez de Sousa, Diccionario de lexicografía práctica
Otaola, C. Introducción a la lexicología española, UNED.
