Rash (dermatología)
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Un salpullido es un cambio en la piel que puede afectar a su color, apariencia o textura. Se puede localizar en una parte del cuerpo, o afectar a la piel de todo el organismo. Puede caracterizarse por cambios de coloración, prurito, sequedad, aparición de ampollas o eczemas, hinchazón y/o dolor. Las causas, y por tanto el tratamiento, varían ampliamente. El diagnóstico debe tener en cuenta datos como la aparición del salpullido, los síntomas acompañantes, factores externos a los que pueda haber estado el paciente, ocupación laboral, y coincidencia en otros miembros de la familia.
La presencia de un salpullido puede ayudar a diagnosticar la enfermedad del paciente. No sólo la aparición del mismo y su sensación, sino también su distribución (lugar de aparición, evolución, etc.) pueden ser datos importantes. Determinados patrones de distribución y la asociación a signos y síntomas concomitantes son diagnósticos en determinadas patologías.
[editar] Etiología.
- Algunas causas frecuentes de salpullido son:
- Ansiedad.
- Alergia, por ejemplo a alimentos, tintes, fármacos o picaduras de insectos o metales como el zinc o el niquel.
- Contacto con agentes dermoirritantes.
- Infecciones bacterianas o virales, como por ejemplo paperas, resfriados...
- Micosis, como en el caso de la tiña.
- Reacciones a vacunas.
- Enfermedades cutáneas como el eczema o el acné.
- Calor o quemaduras solares.
- Causas infrecuentes:
- Enfermedades autoinmunes, como la psoriasis.
- Intoxicación por plomo.
- Gestación.