Raúl Vallejo
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César Raúl Enrique Vallejo Corral | |
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Ministro de Educación, Lic. Raúl Vallejo | |
Nacimiento: | 28 de junio de 1959 Manta, Ecuador |
Nacionalidad: | ecuatoriana |
Ocupación: | novelista, poeta, educador, político |
Cónyuge(s): | Alina Ceicilia Vera Carbo |
Hijo(s): | Daniela, Sebastián |
César Raúl Enrique Vallejo Corral (28 de junio de 1959) es un escritor y político ecuatoriano nacido en Manta, Ecuador.
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[editar] Estudios
Cursó sus estudios secundarios en el Colegio Salesiano "Cristóbal Colón" de Guayaquil. Se licenció en Letras en la Universidad Católica de Guayaquil. Obtuvo su maestría en Artes en la University of Maryland, College Park, con una beca Fullbright-Laspau. Integró el Taller de Literatura del Banco Central de Guayaquil que coordinó el novelista Miguel Donoso Pareja.
[editar] Biografía
Fue Ministro de Educación, Cultura y Deportes (1991-1992) durante el gobierno presidido por Rodrigo Borja Cevallos, en representación de la Izquierda Democrática, partido en el que milita. Antes de ejercer el ministerio, fue director ejectuvio de la Campaña nacional de alfabetización Mon. Leonidas Proaño. En diciembre 29 de 2005, bajo el mandato del presidente Alfredo Palacio, nuevamente ocupó el ministerio de Educación y Cultura. Durante su gestión logró que el Plan Decenal de Educación sea convertido en política de Estado con el voto mayoritario de la ciudadanía en el referendum del 26 de noviembre de 2006. El 15 de enero de 2007, al asumir el gobierno el presidente Rafael Correa, fue ratificado como Ministro de Educación del nuevo régimen.
Ha sido profesor de colegios en el ámbito público y privado y de la Universidad Católica de Guayaquil. Es profesor fundador de la Universidad Andina Simón Bolívar, sede Ecuador.
En los últimos años ejerció el rectorado del Liceo Internacional (1992-2000) y del Colegio Alberto Einstein (2000-2005).
Ha participado como editorialista de temas varios en El Comercio y en Soho; y de temas educativos en el suplemento Educación y en la revista Vistazo.
En el 2003 recibió el permio "Símbolos de Libertad - Jorge Mantilla Ortega" otorgado por el diario El Comercio (Ecuador), con el artículo de opinión "El regreso del padrino". Actualemente (Diciembre, 2007) es ministro de Educación para el gobierno de Rafael Correa.
Es, además, profesor de la Universidad Andina Simón Bolívar, sede Ecuador, donde dirige la revista de literatura Kipus. En el actual gobierno se han destacado proyectos como el "Plan decenal de educación", así como varior decretos ministeriales y la gratuita repartición de textos escolares. Su labor ha tenido gran aceptación cuidadana, pero a su vez, resistencia por parte de grupos político-gremiales, en especial la UNE (Unión Nacional de Trabajadores).
[editar] Obra literaria
Máscaras para un concierto (1986): En este libro Raúl Vallejo perfecciona sus virtudes básicas: claridad y sencillez expositivas, buena construcción de atmósferas y profundización en personajes cotidianos. Miguel Donoso Pareja. Vallejo posee un dominio especial para narrar historias que conmueven y atraen la simpatía del lector por la fluidez burilada de sus textos y la riqueza expresiva de los conflictos. Ileana Espinel Cedeño. Es la máscara el símbolo que recorre estos relatos, lo que les presta un oscuro y dramático espesor lúdico. Francisco Proaño Arandi. Raúl Vallejo cubre múltiples aspectos de la condición humana con personajes propios, emergentes de un contorno con clara identidad ecuatoriana, pero al mismo tiempo universales. Cecilia Ansaldo Briones. La lectura de estos cuentos es una experiencia exigente y sugestiva. Jorge Dávila Vázquez.
Solo de palabras (1988, edición definitiva, corregida y aumentada en 2007); En estas narraciones —leíbles como trazos de la realidad inmediata, pero también con un sentido parabólico— personajes y escenarios expresan sus conflictos sin aspavientos, aunque con la violencia de lo absurdo, que puede, por ejemplo, hacer de un simple parque el campo infinito de un drama apocalíptico […] No sólo de palabras está hecho este libro; también lo está de silencios y gestos, de desgarramientos y búsquedas. Revista Casa de las Américas, Año XXX, # 176, Septiembre – octubre de 1989, p. 157. Raúl Vallejo, en este volumen de cuentos, ratifica sus condiciones de buen narrador, con gran dominio de los recursos literarios, agudeza para adentrarse en la subjetividad de sus personajes, agilidad para desarrollar los problemas escabrosos y complejos y darles finales sorpresivos y exactos. Raúl Arias, “Solo de palabras”, Diners, # 89 (octubre 1989). “Con una pequeña ayuda de mis amigos”, la ópera magna de este libro, es un cuento de violencia armada y desarmada, con un tema tabú para el ultrismo de derecha; que permite ahondar al autor en múltiples asertos de conciencia. Ileana Espinel Cedeño, “Solo de palabras” El Universo (5 de mayo de 1989): 4. Un narrador, joven, pero dueño ya de un incontrovertible oficio, se aproxima al mundo de una ciudad, Guayaquil, a fin de revelarnos sus niveles secretos, las claves de su vértigo y de su agonía incesante, las formas en que los seres atrapados en el cálido laberinto urbano fracasan, triunfan, mueren o simplemente escapan. Francisco Proaño Arandi, “Mitología de una ciudad”, Hoy (21 de mayo de 1989): A4. “Una experiencia de santidad” es el cuento más ambicioso y trabajado del escritor […] El valor del cuento se centra en el manejo del lenguaje —un nivel erudito, caudaloso, con sabor de antigüedad— y la creación de tantos personajes comprimidos en un cuento, al fin y al cabo, por muy largo que sea. Cecilia Ansaldo Briones, “Se trata de las palabras…”, Tiempo libre (abril 1989): 40-A.
Fiesta de solitarios (1992; Premio 70 Años del Diario El Universo, 1991, y Premio Joaquín Gallegos Lara al mejor libro de cuentos editado en 1992). Respecto a Fiesta de solitarios, el crítico Saúl Sosnowski, subraya: "Ejerciendo los recursos del saber narrar, Raúl Vallejo, se inscribe en esa selecta nómina de autores que se define por una literatura que inquieta, que remueve cimientos, que cuestiona, que opta por la incomodidad del lector ante temas que a muchos acechan: desde el erotismo y la homosexualidad a la ternura y el desamor, desde la intolerancia a la complicidad.". Otros críticos han señalado: "Desde el título —Fiesta de solitarios— hay un sutil, discreto desafío a descubrir el sentido de lo aparentemente contradictorio. Digo fiesta, por eso, y leo tiempo, pero también solemnidad, ceremonia, ritual, de solitarios. Y como este tiempo, nuestro tiempo es de solitarios, Raúl Vallejo ha escrito esta ceremonia, esta liturgia, estos cuentos que, buscando la sencillez, expresan esa “sensibilidad de fin de siglo”, de la que habla Julio Ortega, que en ciertos casos —y el de Raúl es uno de ellos— da cuenta “de la cotidianidad como excepcional, de lo trivial como ritual” y, en definitiva, “de la experiencia de este fin de siglo”, como el reino de la diversidad y lo fronterizo, de lo dialógico, de los bordes y la asimilación de lo otro donde —tanto apocalípticos como integrados— viven su fiesta “como incertidumbre”, es verdad, pero también “como desafío”. Sin sobresaltos y paso seguro, Raúl Vallejo ha llegado hasta aquí. Dejemos que nos envuelva su ritual, su conjetural epifanía. Miguel Donoso Pareja. "En Fiesta de solitarios, Raúl Vallejo ofrece un mundo profundamente humano y universal precisamente por la soledad que sus personajes comparten. Pero, lo más destacable del libro, tiene que ver con la gran sensibilidad que Vallejo emplea al sumergirnos en mundos diversos y no oficiales. Cada personaje, no importa su género o preferencia sexual, busca la comprensión y la compañía mientras que Vallejo revela la fragilidad de cada uno. Fiesta de solitarios trasciende nuestros límites y encasillamientos artificiales, desnudándonos frente a nuestra soledad común, y, de esa soledad, Vallejo hace posible la solidaridad entre seres humanos capaces de acercarse(nos) y entenderse(nos) sin tener miedo por sus (nuestras) diferencias." Michael Handelsman, Department of Latin American Studies, University of Tennessee. “La noche por partida doble” conjuga la lúdica búsqueda de placeres eróticos —en fetiches y aberraciones— de los privilegiados, con el ansia igualmente obstinada —de comunicación y ternura— que se da en entes fatalmente marginados, mercantilmente prostituidos. Humberto Robles,Department of Hispanic Studies Northwestern University. "El dominio en las técnicas del cuento y la diversión que se intuye en su escritura es la impresión que emana de Fiesta de solitarios. Es una propuesta de juego, de laberinto a través de conflictos humanos lo que envuelve al lector y le engancha a la lectura desde el principio. [...] El lector obtiene lo que busca: o sorpresa o comprensión final del “gancho” que suponen las primeras líneas [...como en...] “Cielo en suelo” (de estupendo título) —relato fantástico del libro— que demuestra la capacidad de indagar diferentes posibilidades literarias de acuerdo a las necesidades en el trazo de un personaje u otro, de una u otra situación." Begoña Huertas Uhagón, Premio Casa de las Américas de ensayo, 1993. "Confieso —frente a “Répti(L)ápiz” — una particular alegría: por primera vez en Ecuador un texto literario aborda preocupaciones por una escritura que es signo de la identidad genérica de los autores, más todavía, de la superación de esa identidad en un todo que aglutine lo que la cultura se ha encargado de separar y estratificar en mundos estancos: lo masculino y lo femenino." Cecilia Ansaldo Briones, Escuela de Literatura, Universidad Católica de Santiago de Guayaquil. "La pieza que inicia el volumen, “Los paseos alucinados del profesor Reina”, es al mismo tiempo narración magistral, alarde de técnica y poesía, y fina radiografía de la soledad y el homosexualismo." Del veredicto del jurado del concurso nacional de cuento “70 años de El Universo”, conformado por Rafael Díaz Icaza, Ignacio Carvallo Castillo y Jorge Dávila Vázquez. “Te escribiré de París” —cuento que cierra el libro— constituye una audaz incursión en las “otredad”, en el mundo de los sexualmente marginados, revelando así mismo las zonas de ambigüedad replegadas en todos los seres. [...] Desde el primer párrafo del magistral relato, el personaje protagónico en primera persona, confiesa su voluntad de huida del mundo y las relaciones ordinarias. Eliécer Cárdenas, Revista Letras del Ecuador. "Si la capacidad narrativa de Raúl Vallejo se revela madura en todas estas incursiones a los territorios prohibidos por la pacata moral de las apariencias, en “Te escribiré de París” alcanza una jerarquía pocas veces lograda en la literatura joven del Ecuador." Fernando Tinajero, Diario Hoy. "Vallejo explora la noche de dos ciudades, Guayaquil y Quito: el mundo desdoblado de la modernidad. Seres andróginos desfilan por sus páginas, dispuestos a confrontar su radical marginamiento, su penumbra." Francisco Proaño Arandi, Diario Hoy. "Sus ya viejos temas, la soledad y la comedia, pero además sus procedimientos narrativos, antes experimentales y tentativos, adquieren en Fiesta de solitarios su mejor expresión. [...] Monólogos interiores, diálogos, epístolas fragmentadas en el seno de discursos memoriosos, descripciones sesgadas, entrevistas que dotan al texto de niveles de sentido que sólo se descubren al final, son, entre tantos otros, esos recursos que confieren a sus relatos un aliento sostenido..." Abdón Ubidia, Matapalo, suplemento literario de diario El Telégrafo. “Destellos en el mar” es una evocación sumamente lírica y de fuerte dramatismo. Un magistral cuento de infancia y juventud, en el que el esplendor del paisaje marino y la maravilla del descubrimiento de la vida y la amistad están, sin embargo, marcados por el destino trágico y la presencia ineludible de la muerte. Jorge Dávila Vázquez, Revista Libroteca. "Todos los cuentos de Fiesta de solitarios tienen su porción de veneno, un veneno que corre por las calles y en las noches, un veneno que corre por interiores y bajo máscaras." Jorge Martillo Monserrate, Diario El Universo. "Vallejo, en sus cuentos, permite al lector asomarse al abismo, vislumbrar el vacío y casi salir ileso de cada soledad." Rosi De Labastida, Semana, suplemento literario de diario Expreso. "Es para un viejo lector, un gozo poder anunciar que, con Raúl Vallejo, ha nacido, como hecho cierto, un magnífico narrador." Ángel Felicísimo Rojas. "Una de las características esenciales de Raúl Vallejo es la nitidez de su propuesta narrativa: contar historias por un lado, en forma sencilla y lúcida, y literaturizar cualquier asunto, por difícil y atrevido que sea. Fiesta de solitarios es un muy buen libro y de fácil y grata lectura." Revista La Otra. "Fiesta de solitarios, que es de una escritura diáfana y bien cuidada, trata en forma profunda sobre la soledad de los seres marginados, sus conflictos y sus pasiones. Es el libro de un escritor que ha llegado a la madurez." Revista Vistazo.
También publicó Cuento ecuatoriano de finales del siglo XX. Antología crítica (1999). En 1988 apareció Emelec: cuando la luz es muerte. En 1995, Una utopía para el siglo XXI (reflexiones sobre una experiencia de gestión educativa 1988-1992), bajo el auspicio de la Unesco. Y en 1996, el Latin American Studies Center de la University of Maryland, College Pachakútik, auspició Ecuador: del levantamiento indígena de 1990 al Ministerio Étnico de 1996. En el 2003, apareció su novela El alma en los labios, que recrea la vida de Medardo Ángel Silva y la pasión por la poesía. En poesía, publicó en el 2003, Cánticos para Oriana. En el 2007 se publicó Crónicas de un Mestizo (Primer Premio VI Bienal de Poesía de Cuenca - 2006).
[Imagen:Ministrounesco.jpg|thumb|250px|Ministro Raúl Vallejo dando un discurso en la UNESCO, París, octubre de 2007]
En su bibliografía completa constan en novela: Acoso textual -Premio Nacional "Joaquín Gallegos Lara"- (Quito, 1999). Cuento: Cuento a cuento cuento (Guayaquil, 1976); Daguerrotipo (Guayaquil, 1978); Máscaras para un concierto (Bogotá, 1986); Solo de palabras (Quito, 1988); Manía de contar, -antología- (Quito, 1990); Fiesta de solitarios -Premio Nacional de Cuento "Ismael Pérez Pazmiño, 70 Años de diario El Universo", Guayaquil, 1991; Premio Nacional "Joaquín Gallegos Lara", al mejor libro publicado- (Quito, 1992); Tratado del amor triste (Premio "Aurelio Espinosa Pólit", Quito, 1999); El alma en los labios (Quito, 2003); En poesía: Cánticos para Oriana (Quito, 2003); Crónicas de un Mestizo -Primer Premio VI Bienal de Poesía de Cuenca, 2006- (Quito, 2007). En ensayo: Emelec: cuando la luz es muerte (Quito, 1988); Una utopía para el siglo XXI -reflexiones sobre una experiencia de gestión educativa 1988-1992- (Quito, 1995); Crónica mestiza del nuevo Pachakutik -Ecuador: del levantamiento indígena de 1990 al Ministerio Etnico, 1996- (Maryland, 1996); Cuento ecuatoriano de finales del siglo XX (Quito, 1999). Consta en las antologías: Bajo la carpa (Guayaquil, 1981); Anthologie de la nouvelle latino-américaine (Paris, 1991); Así en la tierra como en los sueños (Quito, 1991); Cuento contigo (Guayaquil, 1993); 40 cuentos ecuatorianos, (Guayaquil, 1997); Antología básica del cuento ecuatoriano (Quito, 1998); El cuento ecuatoriano de finales del siglo XX (Quito, 1999); Cuento ecuatoriano contemporáneo (México, 2001).