Mariano París Ricaurte
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Mariano París Ricaurte (n. 1788 - † 1833) Nació en Santafé el 13 de agosto de 1788, del matrimonio del capitán de caballería José Martín París Alvarez y de doña Genoveva Ricaurte. Fue colegial del Colegio Mayor de San Bartolomé y posteriormente ingresó al ejército realista. El 8 de febrero de 1808 contrajo matrimonio en la catedral primada de Bogotá con María Francisca Sanz de Santamaría Ricaurte, hija de José de la Cruz Sanz de Santamaría Pinzón y Antonia Ricaurte Ortega. Fueron sus hijos Antonio París Sanz de Santamaría, Isabel París Sanz de Santamaría, María Francisca París Sanz de Santamaría, Amalia París Sanz de Santamaría, Carla París Sanz de Santamaría, Guillermo París Sanz de Santamaría, Virginia París Sanz de Santamaría y Aurelio París Sanz de Santamaría.
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| • Partido político | Conservador |
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| Nacimiento | Santafé, 13 de agosto de 1788 |
| Profesión | Militar, político |
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[editar] Prócer de la Independencia
El 20 de julio de 1810, siendo teniente de caballería del batallón auxiliar de Santafé, tomó partido por los revolucionarios y puso a disposición las tropas a su cargo, de acuerdo a la acción que también tomó su primo, el capitán Antonio Baraya Ricaurte. Fue asimilado a su rango en el ejército granadino. En la Toma de Bogotá hizo parte del ejército que ascedió a la ciudad capital, siendo prisionero de las tropas centralistas. Hizo parte del ejército que le fue entregado en apoyo al coronel Simón Bolívar para la realización de la campaña admirable. Recibió el despacho de capitán y actuó como ayudante de campo del coronel José María Del Castillo Rada. Durante la reconquista, fue incluido su nombre en una circular expedida por el general Morillo titulada "Relación de los individuos que se deben perseguir hasta conseguir aprenderlos, , y si se verifica se me remitan al punto donde me hallen", situación que lo marginó de la activa vida social que tenía, la cual recuperó una vez restaurada la república, volviendo a disfrutar de libertad y circular por calles y plazas, por salones por garitos y cantinas en las horas de solaz o de reposo.
[editar] Actividad Política
En la república fue asignado como coronel de las milicias de caballería de la sabana. En dicho cargo, defendió con pasión al general Simón Bolívar con ocasión de la conspiración del 28 de septiembre de 1828. En frente de su casa, ubicada al volver de la calle real cerca de la esquina que forman la antigua calle de Florián y la calle 12, se congregaron varios ciudadanos, entre ellos el general José María Cordova Muñoz, quien lo alentó para salir de su casa y reunir con él en los municipios aledaños la tropa necesaria para contener posibles tomas. Normalizada la situación, transitaba en su caballo por la calle del comercio de Bogotá hacia su casa, cuando vio al francés Agustín Horment, hombre feroz pero fino y muy cortés, delgado, de pequeña estatura, narizón y poco tuzo, con un puñal en la mano encabezando un grupo de liberales exhaltados que vociferaban contra el presidente, al que acusaba de tirano; hecho que lo hizo descender a tierra para buscar al exaltador y tomarlo entre sus brazos y ahogarlo, a lo que Horment respondió punzándole la espalda con el puñal a París por la espalda interesándole un pulmón. París lo soltó y el francés cayó desplomado, pero reaccionó en el acto y salió corriendo para protegerse del coronel, el cual lo persiguió y aunque no logró retenerlo, logró salvar su vida porque la carrera drenó la herida del puñal que pudo haberlo asfixiado. Horment fue posteriormente procesado y ejecutado por haber hecho parte de la conspiración contra Bolívar.
No obstante su lealtad al presidente, París hizo parte de la revolución que levantó el general Córdova contra Bolívar. Su participación, al haber sido muy limitada, lo salvó de condenarse pero si le valió su retiro del Ejército. José Ignacio París, su hermano, intervino ante Bolívar para que le perdonara, ante lo cual el presidente lo reintegró a las filas. Luego del retiro de Bolívar de la presidencia de Colombia, París promovió la dictadura de su sobrino, el general Rafael Urdaneta Faría, quien derrocó al presidente Domingo Caicedo Sanz de Santamaría, que se encontraba encargado mientras el titular, Mariano Mosquera Arboleda, se recuperaba de una enfermedad. La dictadura de Urdaneta se hizo insostenible, pues la oposición se aprovechó de la arrogancia del gobernante y de su origen venezolano para desacreditarlo. La presión social se hizo tan alta que Caicedo se autorpoclamó presidente en ejercicio y forzó a Urdaneta a devolver el poder.
La consecuencia de este hecho desató una persecución a los seguidores de Bolívar. París fue borrado de la lista militar al igual que muchos defensores de Bolívar, quien llevaba pocos meses de fallecido. La reacción de los opositores y la elección del general Francisco de Paula Santander como presidente, motivo a Manuelita Sáenz a organizar una conspiración contra el nuevo mandatario.
[editar] La Conspiración de Sardá
Manuelita Sáenz encomendo al general español José Sardá, leal a Bolívar y desvinculado del ejército, para dirigir el complot que terminaría por darle muerte al general Santander. La revolución fracasó y terminó con la muerte del coronel José Manuel Montoya Zapata. En venganza por ese crimen, muchos fieles a Montoya juraron dar un golpe similar en el partido contrario y buscaron involucrar a París en la conspiración, no obstante que se hallaba con orden de destierro de Bogotá, confinado en el municipio de Une. Allí llegó una tropa de 40 soldados para aprenderlo por orden del gobernador Cuervo Barreto, quien procedió ante los rumores que señalaban a París de estar reuniendo tropas en municipios vecinos a su finca.
[editar] Su asesinato
París fue aprehendido a las 5 de la mañana del 29 de julio de 1833, y frozado a tomar un caballo débil y enfermo con destino a Bogotá. En una chicería de la vereda La Fiscala, la tropa se detuvo y entró a beber chicha. París emprendió la fuga y le fueron disparados un tiro en el brazo y otro en la espalda. El comandante del pelotón, capitán José Manuel Calle Suárez, lo remató en el suelo según su declaración, para que no penara más. Su cuerpo fue amarrado en el caballo, y semidesnudo y chorreando sangre, fue paseado por las calles de Bogotá, incluso frente a su casa donde su mujer e hijos lo vieron desfilar sin saber que se trataba de Mariano. Su cadáver fue abandonado en el atrio de la iglesia de Santo Domingo, templo en el que fueron celebradas sus exequias y sepultados sus restos. Su muerte provocó ataques entre los opositores al gobierno y la administración, pero no la impartición de justicia a los victimarios. En abril de 1840, el coronel Eusebio Borrero citó al expresidente Santander al Congreso y lo acusó del asesinato de París. El impacto de esta acusación precipitó el deceso del mandatario, quien se hallaba convaleciente de una afección en el hígado y murió el 6 de mayo de 1840.
