Marco Cornelio Frontón
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Marco Cornelio Frontón (en latín Marcus Cornelius Fronto) (circa 100 - 170), gramático, retórico y abogado romano de la etapa altoimperial.
Nació en el seno de una familia itálica de Cirta, en Numidia (la actual Argelia). Se estableció en Roma durante el reinado de Adriano, y pronto alcanzó gran renombre como abogado y orador, hasta ser considerado sólo inferior a Cicerón. Reunió una gran fortuna, erigió magníficas edificaciones y compró los famosos jardines de Mecenas. Antonino Pío, consciente de su reputación, lo escogió como tutor de sus hijos adoptados, Lucio Vero y Marco Aurelio.
En 142 fue cónsul durante dos meses, pero rechazó el proconsulado de Asia por problemas de salud. Sus últimos años fueron amargos por la pérdida de todos sus hijos excepto una hija. Sus talentos como orador y retórico fueron muy admirados por sus contemporáneos, algunos de los cuales formaron una escuela llamada en su honor Frontoniani, cuyo propósito era restaurar la antigua pureza y simplicidad de la lengua latina en lugar de las exageraciones de la escuela sofista griega, o de las artificialidades de los autores del siglo I, como Séneca.
A pesar de lo loable que hubiera podido ser la intención, la lista de autores recomendados no habla bien del gusto literario de Fronto. Los autores de la era Austina fueron muy menospreciados, mientras que a Enio, Plauto, Laberio y Salustio se les tuvo como modelos a ser imitados.
Hasta 1815, los únicos trabajos existentes atribuidos (erróneamente) a Frontón eran dos tratados gramaticales, De nominum verborumque differentiis y Exempla elocutionum (éste último perteneciente a Arusiano Mesio). En ese año, sin embargo, Angelo Mai descubrió en la biblioteca Ambrosia en Milán, un manuscrito palimpsesto (y más tarde, algunas hojas más en el Vaticano), en el que se habían escrito originalmente algunas de las cartas que Frontón había dirigido a sus alumnos, así como sus respuestas. Estos palimpsestos habían pertenecido al famoso convento de Santa Columba en Bobbio, y los monjes reescribieron en ellos los actos del primer Concilio de Calcedonia.
Las cartas, junto con otros fragmentos del palimpsesto, fueron publicadas en Roma en 1823. Sus contenidos no encajan con la gran reputación del escritor. Las cartas consisten en correspondencia con Antonino Pío, Marco Aurelio y Lucio Vero, en las que el carácter de los alumnos de Fronto aparece bajo una luz muy favorable, especialmente en el afecto que ambos parecen conservar por su antiguo maestro; y cartas a amigos, especialmente cartas de recomendación. La colección también contiene tratados sobre la elocuencia, algunos fragmentos históricos y bagatelas sobre temas como la alabanza al humo y el polvo, la negligencia, y una disertación sobre Arión de Lesbos.
Su principal mérito consiste en haber preservado extractos de escritores antiguos que de otra manera se hubieran perdido.