See also ebooksgratis.com: no banners, no cookies, totally FREE.

CLASSICISTRANIERI HOME PAGE - YOUTUBE CHANNEL
Privacy Policy Cookie Policy Terms and Conditions
El señor de las moscas (novela) - Wikipedia, la enciclopedia libre

El señor de las moscas (novela)

De Wikipedia, la enciclopedia libre

Para otros usos de este término véase El señor de las moscas (desambiguación).

El señor de las moscas (Lord of the Flies en inglés) es la primera y más célebre novela de William Golding. Publicada en 1954, se considera un clásico de la literatura inglesa de posguerra. En el año de su publicación no tuvo apenas difusión, manteniendo un volumen escaso de ventas. Años más tarde alcanzó gran fama en Inglaterra, considerándose imprescindible su lectura en colegios e institutos. Es una novela distópica.

La obra es una fábula de la naturaleza humana, la historia de un grupo de niños ingleses que, tras un accidente aéreo, se ven abandonados en una isla desierta de adultos y deben luchar por sobrevivir y buscar una salida. A través de una narración en la que se intercalan la descripción de paradisíacos paisajes con fluidas escenas de lo que los niños hacen, William Golding invita al lector a comprender la naturaleza humana a través de constantes signos y símbolos alegóricos. La obra aborda temas fundamentales de la vida humana como son la necesidad de autoridad y valores morales, la naturaleza de la sociedad humana, el peligro del salvajismo, la religiosidad o la culpabilidad. Lo que a priori parecería una descripción de la edad infantil se convierte, página tras página, en toda una enseñanza sobre el hombre y la radicalidad de su existencia.


[editar] Argumento y símbolos

El comienzo del libro, con Ralph y Piggy de protagonistas, promete una historia de apasionantes aventuras y diversiones en la idílica isla a la que han ido a parar tras el accidente aéreo. La ilusión de verse liberados de la sociedad adulta de la que provienen, asi como la inmediata relación de amistad que se da entre los chicos, especialmente entre Ralph y Jack, los más carismáticos, hace que se sientan felices, invadidos de una vibrante emoción por la multitud de oportunidades de diversión que ofrece la isla. Largos chapuzones en la playa, expediciones por el bosque, búsquedas de nuevos paisajes... todo ello genera un clima de éxtasis entre los niños que pronto se irá truncando con el advenimiento de imprevistas dificultades. Pero antes de todo ello, el autor muestra la sociabilidad natural del hombre a través del primer encuentro entre los dos grupos diferenciados de chicos, del que sale un principio de sociedad y de acuerdos constitutivos de una autoridad (el Jefe, Ralph) elegida por votación, y la asignación de tareas a los distintos grupos de niños (cazadores, vigilantes de la hoguera, constructores de refugios...). Pero el disfrute moderado por las normas comienza a romperse con el afloramiento de los desórdenes del género humano: la pereza y la irresponsabilidad de unos en sus tareas, la desobediencia de otros, el orgullo y el desafío de Jack... Estos hechos rompen la armonía social, y se unen a uno que los resume y engloba a todos: el olvido del fin, de la única cosa importante, el rescate.

El simbolismo del rescate es, posiblemente, el argumento principal de la obra, y también el más controvertido. En todo caso, la decadencia de la vida de los niños en la isla corre pareja al progresivo olvido de la importancia de mantener la hoguera encendida y, con ella, la mecha de la esperanza de un rescate, de volver a casa. Sólo Ralph, Piggy, su fiel escudero intelectual, y Simon, un chico lúcido pero introvertido, son capaces de mantener, no sin dificultades, la conciencia de la importancia de atender la hoguera para ser rescatados. Los demás, arrastrados por el temperamento y el tiránico liderazgo de Jack, van apartándose poco a poco de la misión de ser rescatdos para dedicar su tiempo a la caza violenta de jabalíes, la cual deja de tener un carácter utilitario (alimetarse) para convertirse en la finalidad última de una vida que se ha tornado ya salvaje, anárquica, con macabros rituales. Ya no hay restos en ella de la civilización que les vio nacer, ni siquiera añoranza de volver a ella. Olvidaron el fin, las normas que sirven para alcanzarlo, y se entregaron al placer de la violencia salvaje y de una sumisión despreocupada a la tiranía de Jack.

Otro tema importante es el temor, el miedo que sienten hacia una fiera que es más un producto de su imaginación que no un ser real. La aparición del temor y las pesadillas se da al comienzo, cuando el efecto hipnótico que constituye la isla deja de tener la fuerza de la novedad, y la isla comienza a mostrar su otra cara, la que tiene el rostro del misterio y la oscuridad. Simon es el único que se da cuenta de que la fiera está en cada uno de ellos, por dos razones: es un producto de su imaginación, pero sobre todo, está en ellos porque a lo largo del relato están constantemente cruzando la línea que divide al hombre del animal salvaje. Este aspecto es el que ha hecho a algunos analistas relacionar al autor con la antropología del filósofo Thomas Hobbes, famoso por la utilización que hace del proverbio "el hombre es un lobo para el hombre(homo homini lupus)". Pero la intención que podemos adivinar en William Golding no es tanto destacar el carácter intrínsecamente malvado o perverso del hombre, sino el riesgo que existe para una civilización cuando los hombres que la pueblan olvidan el fin al que se dirigen y sus cauces morales, mientras que las experiencias propiamente humanas dejan de estar presentes en ella.

Así pues, muchos han visto en la novela de Golding una defensa de la maldad natural del hombre, de su condicion de ser tendente al salvajismo. Sin embargo, la aventura que nos relata el autor deja un angosto pero brillante espacio a la esperanza: a pesar del olvido, del salvajismo y de la pérdida de la inocencia en la que caen los niños, en todo momento podemos encontrar, si lo buscamos, un referente de lo verdaderamente humano (caracola), un signo de cordura (Piggy) y una oportunidad de volver a la armonía, de ver la isla (el mundo) como una posibilidad y no como una amenaza.


[editar] Véase también


aa - ab - af - ak - als - am - an - ang - ar - arc - as - ast - av - ay - az - ba - bar - bat_smg - bcl - be - be_x_old - bg - bh - bi - bm - bn - bo - bpy - br - bs - bug - bxr - ca - cbk_zam - cdo - ce - ceb - ch - cho - chr - chy - co - cr - crh - cs - csb - cu - cv - cy - da - de - diq - dsb - dv - dz - ee - el - eml - en - eo - es - et - eu - ext - fa - ff - fi - fiu_vro - fj - fo - fr - frp - fur - fy - ga - gan - gd - gl - glk - gn - got - gu - gv - ha - hak - haw - he - hi - hif - ho - hr - hsb - ht - hu - hy - hz - ia - id - ie - ig - ii - ik - ilo - io - is - it - iu - ja - jbo - jv - ka - kaa - kab - kg - ki - kj - kk - kl - km - kn - ko - kr - ks - ksh - ku - kv - kw - ky - la - lad - lb - lbe - lg - li - lij - lmo - ln - lo - lt - lv - map_bms - mdf - mg - mh - mi - mk - ml - mn - mo - mr - mt - mus - my - myv - mzn - na - nah - nap - nds - nds_nl - ne - new - ng - nl - nn - no - nov - nrm - nv - ny - oc - om - or - os - pa - pag - pam - pap - pdc - pi - pih - pl - pms - ps - pt - qu - quality - rm - rmy - rn - ro - roa_rup - roa_tara - ru - rw - sa - sah - sc - scn - sco - sd - se - sg - sh - si - simple - sk - sl - sm - sn - so - sr - srn - ss - st - stq - su - sv - sw - szl - ta - te - tet - tg - th - ti - tk - tl - tlh - tn - to - tpi - tr - ts - tt - tum - tw - ty - udm - ug - uk - ur - uz - ve - vec - vi - vls - vo - wa - war - wo - wuu - xal - xh - yi - yo - za - zea - zh - zh_classical - zh_min_nan - zh_yue - zu -