Cruzamiento

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Aparatos de vía.

Esquema de funcionamiento.

En vías férreas, se denomina cruzamientos, aparatos de vía o cambios de vía a aquellos elementos que permiten al material rodante el cambiar la vía por la que circulan. Los componentes principales del cruzamiento son el cruzamiento propiamente dicho o corazón, más dos guarda-rieles (izquierdo y derecho) y los rieles correspondientes. El cruzamiento se materializa en el corte de uno de los rieles de la vía directa con el de la mano contraria de la desviada, y pueden ser sencillos, dobles, curvos, etc. Presenta unas discontinuidades en estos rieles para dar paso a las pestañas de las ruedas, salvo en los cruzamientos de punta móvil, o rieles de alas móviles. Sin embargo, el diseño del cruzamiento permite que la rueda siempre tenga un apoyo y sea guiada por los canales del cruzamiento por los guardarrieles.

Existen básicamente dos clases de cruzamientos: apernados y fundidos. Los más utilizados son los fundidos de acero al manganeso, por su vida útil y bajo mantenimiento. Estos cruzamientos son unidos a los rieles mediante eclisas y pernos, o mediante junturas soldadas, con claras ventajas de continuidad física y eléctrica de estas últimas.

Una característica de los cruzamientos es que mientras más agudo es el ángulo, más largo es el cruzamiento, permitiendo un radio mayor a la vía desviada, lo que significa poder desarrollar mayores velocidades. Como la variación del ángulo es muy amplia, los ferrocarriles han establecido una serie de ángulos estandarizados, que en España siguen la norma UIC, que se aplica a los cruzamientos.

La clasificación de los cruzamientos de acuerdo con la forma en planta permite distinguir los siguientes tipos, de los cuales es más usado es el recto: