Una jirafa
De Wikipedia, la enciclopedia libre
Una jirafa (Une girafe) es el nombre con el que se conoce el proyecto artístico que Luis Buñuel preparó en Francia en 1933 durante su estancia en el grupo surrealista, para una fiesta celebrada por los vizcondes de Noailles. Tras acabar la fiesta la jirafa desapareció, con lo que sólo se poseen los escritos que dejó Buñuel y que fueron publicados en la revista "Le Surréalisme au Service de la Révolution".
El proyecto, encargado a Buñuel por André Breton para la revista "Le Surréalisme au Service de la Révolution", consistía en una jirafa de madera de tamaño natural diseñada por Alberto Giacometti. Cada mancha de la jirafa (en total 20), podía abrirse por medio de una bisagra. El espectador debía abrir estas manchas donde se hallaban una serie de "juegos" con los que debía entretenerse.
[editar] Las manchas
En sus escritos Buñuel explicaba detalladamente lo que debía suceder en cada mancha al abrirse:
[editar] Primera mancha
Había un mecanismo similar al de un reloj. En el centro de encontraba una hélice y despedía un fuerte olor a cadáver. Poco después se tomaba un álbum que se encontraba en el suelo donde había una serie de fotos de las viejas ciudades castellanas, entre ellas Toledo.
[editar] Segunda mancha
Debía abrirse a mediodía y en ella se hallaba un ojo de vaca con párpados y pestañas donde se reflejaba la imagen del espectador. El párpado caía y ponía fin a la contemplación.
[editar] Tercera mancha
En ella se encontraban las siguientes palabras: "Américo Castro"; con ellas se podían realizar las combinaciones que se desearan.
[editar] Cuarta mancha
Había una reja por la cual se escuchaba una orquesta de cien músicos interpretando la obertura de Los maestros cantores de Nuremberg, de Wagner.
[editar] Quinta mancha
Al abrirla caían dos bolas de billar y en su interior había un pergamino enrollado con un poema: "A Ricardo Corazón de León".
[editar] Sexta mancha
A través de un agujero se podía contemplar un paisaje, a diez metros la madre de Buñuel lavando la ropa y detrás unas vacas.
[editar] Séptima mancha
Una simple arpillería de un saco manchado de yeso.
[editar] Octava mancha
Había pelos de la pubis de una adolescente danesa que el espectador debía soplar suavemente.
[editar] Novena mancha
En lugar de la mancha había una mariposa con una calavera en el abdomen.
[editar] Décima mancha
Había una masa de pan que el espectador debía amasar, el espectador se cortaría las manos con cuchillas de afeitar disimuladas.
[editar] Undécima mancha
[editar] Duodécima mancha
Aparecía una imagen de Cristo coronado de espinas y sonriendo.
[editar] Decimotercera mancha
Había una flor fabricada con peladuras de manzana. Al siguiente día se pudriría y poco después aparecerían gusanos.
[editar] Decimocuarta mancha
Se podía escuchar un diálogo surrealista entre un hombre y una mujer.
[editar] Decimoquinta mancha
Por la mancha salía humo blanco seguida de un ruido de una explosión lejana.
[editar] Decimosexta mancha
Al abrirse la mancha, a dos metros de distancia se verá una Anunciación de Fra Angélico, con la cara de la virgen ensuciada de excrementos y con una inscripción: "Abajo la madre del turco".
[editar] Decimoséptima mancha
Al abrirse un chorro de vapor surgiría de la mancha y cegaría al espectador.
[editar] Decimoctava mancha
Al abrirse caían ciertos objetos: agujas, hilo, dedal tela cerillas, etc. Esta mancha simbolizaba la muerte.
[editar] Decimonovena mancha
Una maqueta del Sahara con cien mil maristas de cera. El calor que desprende un foco les hará derretirse.
[editar] Vigésima mancha
En ella había unos bustos de terracota de unos pocos centímetros con dientes de marfil.
[editar] Referencias
- Escritos de Luis Buñuel, Editorial páginas de espuma,ISBN 84-931243-0-3