Taqué
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El taqué es un vástago de metal que va situado entre las válvulas y el árbol de levas en un motor a explosión.
En realidad es un empujador, es decir, el encargado de trasladar el movimiento vertical de las levas hasta las válvulas, y eliminar el movimiento horizontal en las cabezas de las válvulas. Es una pequeña pieza de metal que gira y empuja para ajustar los movimientos del árbol de levas a las necesidades del motor en cada momento. Es el encargado de hacer que los balancines abran o cierren las válvulas, en función de qué fase del motor se trate. Este componente va alojado en una cavidad especial del bloque.
Existen 2 tipos diferentes de taqué: los mecánicos y los hidráulicos. En cada uno de ellos varía el tipo de bloque en el que se debe instalar.
Los alzaválvulas o buzos hidráulicos forman parte del mecanismo de los taqués y deben su nombre al hecho de utilizar el aceite del motor para llenar su cavidad interna y mantener contacto permanente con las levas durante todo su recorrido. Deben calibrarse periódicamente.
La forma de la cabeza del taqué a simple vista es plana, pero en realidad, tiene una leve forma cóncava para facilitar el giro de la leva sobre el taqué.
Generalmente se fabrican de dos materiales, acero forjado o fundición nodular, dependiendo el material del árbol de levas, ya que puede haber incompatibilidad entre el material del taqué y el del árbol de levas.
El taqué está opuesto a las levas, dependiendo de su estado y funcionamiento el buen funcionar del árbol de levas.
Cada leva lleva su taqué, los motores 4 de cilindros con 8 válvulas llevan 8 taqués, uno por leva.