Segunda Intervención Estadounidense
De Wikipedia, la enciclopedia libre
Segunda Intervención Estadounidense en México | |||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|
Izamiento de la bandera estadounidense durante la ocupación de Veracruz el 27 de abril de 1914 |
|||||||
|
|||||||
Beligerantes | |||||||
Estados Unidos Mexicanos | Estados Unidos | ||||||
Comandantes | |||||||
Gustavo Mass Manuel Azueta Perillos |
Frank Friday Fletcher Henry T. Mayo |
||||||
Fuerzas en combate | |||||||
3,956 | |||||||
Bajas | |||||||
152-172 muertos, la mayoría ciudadanos. 195-250 capturados 347-422 total |
22 muertos 79 capturados 101 total |
Segunda Intervención Estadounidense en México (12 de abril de 1914 a 23 de noviembre de 1914) |
---|
Tampico - Veracruz |
La Segunda Intervención Estadounidense en México también se conoce como Segunda Intervención Norteamericana en México a la campaña militar emprendida por el gobierno de los Estados Unidos a México con el fin de tomar el puerto de Veracruz, tomando como pretexto al Incidente de Tampico.
[editar] Antecedentes
El 12 de abril de 1914, en Tampico, Tamaulipas que había adquirido importancia a causa del petróleo, era para el Ejército Constitucionalista, una plaza de importancia estratégica y moral, por lo que repetidas veces fue atacada para rescatarla del dominio federal huertista. Curiosamente, anclado frente al puerto se encontraba el cañonero estadounidense Dolphin [1]. Desde principios de abril el Cuerpo de Ejército del Noreste sitiaba el puerto atacando desesperadamente, a lo cual los federales resistían. En el fragor del combate, de pronto, del cañonero se desprende una lancha y los marinos ocupantes desembarcan, siendo estos detenidos inmediatamente por las fuerzas huertistas al mando de un coronel de apellido Hinojosa quien cumpliendo con su deber los condujo al Cuartel General. Lo que se conoce como "incidente con los tripulantes del Dolphin en Tampico", que sería el pretexto para la invasión.
[editar] Guerra
El almirante Mayo comandante del Dolphin exigió la inmediata liberación de sus marinos y el general Morelos Zaragoza comandante de la plaza accedió a ello y presentó excusas. Mayo seguidamente exigió al jefe mexicano que en desagravio que los cañones mexicanos hicieran un saludo a la bandera estadounidense, lo que en códigos militares es una humillación para quien se ve obligado a ello. Sin embargo el general Morelos declara que lo consultará con su gobierno.
Huerta estalla de furia (es un acto indigno después de todo) alguien logra calmarlo y le convence de que ofrezca castigo al coronel Hinojosa pidiendo que se retire la exigencia del saludo. Por su parte Woodrow Wilson presidente de Estados Unidos insiste en el saludo a su bandera y agrega que Tampico sea considerado puerto neutral. Huerta por intermedio de su Secretario de Relaciones Exteriores don José López Portillo y Rojas propone un saludo simultáneo a las dos banderas, cosa que Wilson naturalmente no acepta.
Nueve días después el 21 de abril de 1914 se encuentran frente al Puerto de Veracruz los buques de guerra Missisipi, Florida, Utah, Texas, Connecticut, Virginia, Rhode Island, Minnesota, Washington, Nebraska, Vermont, Delaware, Netus, Dolphin, Michigan, Louisiana, Georgia, Galcoa, Chester, Praire, Hasvillie, Sacramento, Rochester, San Francisco, Memphis, Melpomene, Summer, Corpus, Celtic, Savanah, San Marcos, Hanckok, Bulford, Hilpatrik, Mexico, Esperanza, Morro castle, Ciclops, Proteos, y los buques hospitales Solace, Eagle y Mayflower.
Sin mediar ninguna declaración de guerra a las 11:20 desembarcaron en el muelle los infantes de marina estadounidenses e inician su marcha hacia el centro de la ciudad. El Ejército Federal con su comandante militar de la plaza, general Gustavo Mass, recibió órdenes de replegarse hasta Tejería, mientras los habitantes detenían con un valor a toda prueba el avance de los invasores mil veces superior en elementos de guerra. El asombro y pánico de los habitantes fue indescriptible y se dispusieron a ofrendar la vida por la patria. Los yanquis continuaron desembarcando tropas y piezas de artillería.
Los invasores yanquis se encontraron con la resistencia de los estudiantes de la escuela naval donde fallecieron el teniente José Azueta y el cadete Virgilio Uribe, unos cuantos policías,, algunos presos y ciertos hombres del pueblo como Benjamín Gutiérrez Ruiz, Jorge Alasio Pérez, Andrés Montes Cruz, Nicolás López Alfián, José María Avila, José Galán, Cristóbal Martínez Perea, Tereso Avendaño, Gilberto Gómez, Antonio Fuentes, Holtinger, Alalce, García y muchos más, que convertidos en francotiradores, desde esquinas, azoteas y campanarios, trataron inútilmente de contener a la formidable máquina de guerra yanqui.
Todas las clases sociales y hasta niños hicieron una gloriosa defensa, hasta que el invasor quedó dueño del puerto. Los muertos de los mexicanos eran amontonados mientras que los centenares de muertos estadounidense eran conducidos a Estados Unidos. El contralmirante Manuel Azueta Perillos al no tener elementos con qué combatir recibió también órdenes de retroceder hasta Tejería, no sin antes volar el puente San Francisco para obstruir el avance de los yanquis si continuaban rumbo a la capital.
Rotas las relaciones entre ambos países el 24 de abril España se hace cargo de los intereses mexicanos en Washington y las repúblicas de Argentina, Brasil y Chile ofrecieron mediar en el conflicto, siendo aceptados por los Estados Unidos y México realizándose del 20 de mayo al 1 de julio las Conferencias de Niágara Falls para dirimir el conflicto.
La Ciudad de México hervía de indignación, con llamaradas bélicas, proclamas incendiarias y los estudiantes clamaban por armas para acudir a combatir al invasor. Huerta reaccionó vivamente viendo su última oportunidad ante el avance inexorable de los constitucionalistas y el cada vez más lejano reconocimiento a su gobierno por Estados Unidos, convocó a Carranza a la concordia para combatir al enemigo extranjero; a lo cual Carranza con dos mesajes, uno para el gobierno de Estados Unidos protestando airadamente por el atentado y otra para los jefes revolucionarios exhortándolos a repeler al enemigo extranjero y a seguir combatiendo al usurpador Huerta. Antes como hoy la prensa dependiente desvirtuó las opiniones declarando que todos los revolucionarios se plegarían al gobierno federal. Parte del pueblo cayó en la trampa, trabajadores humildes, estudiantes desorientados deseosos de luchar contra el yanqui invasor acudían en tropel a reclutarse en los cuarteles para verse de pronto (infamia del dictador) enviados al interior de la república a luchar contra Francisco Villa y Álvaro Obregón. Cuando el pueblo se da cuenta de la maniobra, cesan las presentaciones voluntarias, Huerta recurre a la leva.
Mientras tanto, con todo y la ocupación militar estadounidense la Revolución Mexicana proseguía. El 15 de julio es vencido Huerta y huye al extranjero, casi un mes después el 13 de agosto Carvajal su interino hace lo mismo y las fuerzas constitucionalistas después de los Tratados de Teoloyucan ocupan la Ciudad de México dos días después. Carranza entra triunfante el día 20 y asume el poder ejecutivo.
[editar] Consecuencias
Un mes después en septiembre se rompe la unidad de los revolucionarios, Villa y Zapata desconocen a Carranza y se niegan a asistir a la Convención de Gobernadores y Generales convocada por éste. La Convención se instala y sesiona del 1 al 4 de octubre, Carranza presenta su renuncia como Primer Jefe y encargado del poder ejecutivo y no se le acepta. La Convención suspende sus sesiones para reanudarlas en Aguascalientes desde el 10 de octubre, a ella se niega a asistir Carranza por lo que es cesado como Primer Jefe.
Carranza ante el avance de las fuerzas villistas y zapatistas abandona la Ciudad de México y el 8 de noviembre se instala en Córdoba Veracruz; al tomar posesión Eulalio Gutiérrez Ortiz como presidente provisional, Carranza lo desconoce anunciando que seguirá al frente del poder ejecutivo.
Después de una ocupación militar de siete meses, el 23 de noviembre las fuerzas militares de Estados Unidos entregan el puerto de Veracruz; el gobernador del estado Cándido Aguilar lo recibe en nombre de Carranza. Un día después Carranza se instala en el puerto y lo declara capital de la república.