Ron McGovney

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Ron McGovney fue el primer bajista del grupo Metallica desde que se creó en 1981. En 1982 fue sustituido por Cliff Burton. Después de haber sido despedido de Metallica, McGovney se desilusionó con la música y vendió la mayoría de su equipo de música. De cualquier manera, bastantes años después se integró en otro grupo llamado Phantasm. McGovney encontró la etiqueta de primer bajista de Metallica muy difícil de soportar y dejó Phantasm después de unos cuantos conciertos.

McGovney había conocido a James Hetfield en el instituto. Se hicieron amigos, ya que compartían su afición por el heavy metal y Hetfield convenció a Ron para que aprendiese a tocar el bajo. Éste aceptó la idea, alquiló uno y un amplificador y empezó a recibir clases de Hetfield. Pronto, ambos se mudaron a una casa de alquiler que tenían los padres de McGovney y que iba a ser demolida.

McGovney se dio cuenta de que no le divertía la idea de Metallica. Esto fue debido a que encontró, además del trabajo de músico, una serie de ocupaciones secundarias como pueden ser representar al grupo, encargarse de la promoción (él fue el responsable del famoso eslogan de Power Metal que acompañó a Metallica en sus primeros días), además de encargase de conducir en las giras. Pensó que sus esfuerzos en la formación no eran apreciados, y se sintió insultado cuando éstos empezaron a buscar un nuevo bajista a sus espaldas.

Después de abandonar Metallica, Ron formó una banda llamada Phantasm, algo que él definió como un proyecto de letras punk pero con musicalización de heavy metal. Cansado de que cientos de personas le pidiesen autógrafos y fotos luego de cada concierto que Phantasm ofrecía, solo por el hecho de alguna vez haber formado parte de Metallica, que para aquel tiempo ya era una banda destacada, Ron decidió terminar de una vez por todas con su carrera musical.