Riverismo
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Riverismo es el nombre dado a una corriente del Partido Colorado, que buscaba emular el fundado por Fructuoso Rivera, el cual había sido notoriamente transformado por la figura de José Batlle y Ordóñez. Se oponía a la postura estatista del batllismo, aspirando a un Partido Colorado más vinculado con el liberalismo clásico. Su dirigente fue Pedro Manini Ríos, quien se expresaba a través del matutino "La Mañana".
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[editar] Análisis histórico
[editar] Origen del riverismo
El sector del partido colorado se identificaría con el caudillo oriental Fructuoso Rivera, primer presidente del Uruguay, fundador del partido colorado, artífice del genocidio charrúa, voluntario para "ultimar" a José Gervasio Artigas[1] y autor del golpe de estado a Manuel Oribe que desembocó en la Guerra Grande. Su gestión fue un ejemplo de liberalismo clásico, en el que el estado no interviene en la economía.
[editar] Opositor al batllismo
El riverismo surge de la crisis de julio de 1913, en la que el senado se divide en colegialistas y anticolegialistas, pasando a representar el sector más conservador del Partido Colorado, partidarios de un ejecutivo unipersonal "que realmente gobernara". Opuesto al modelo de ejecutivo colegiado del batllista Feliciano Viera. Opuesto al modelo de estado interventor y nacionalizador que los Riveristas llegaron a catalogar, despectivamente, de socialista.
El riverismo vota en contra del gobierno colegiado en 1917, se mostrará a favor de la dictadura de José Félix Uriburu en 1930 y recomendará tomarla como modelo. Ante la crisis económica de 1930 el riverismo apoyó, junto con el sector de Luis Alberto de Herrera, la Dictadura de Terra, culpando a la constitución Batllista.
Entre sus figuras destacadas cabe mencionar a Pedro Manini Ríos y al senador Domingo Bordaberry.
[editar] Riverismo y actualidad
Si bien hoy dicho sector no existe, algunos analistas políticos y periodistas consideran al batllismo moderno y especialmente al sanguinettismo como una versión moderna del riverismo. Los numerosos intentos de privatizaciones llevadas a cabo por el partido colorado en oposición a las nacionalizaciones que caracterizaron al primer batllismo, la constante negación del genocidio Charrúa,[2] la indiferencia o negación de las cartas a Ramírez y el inmutable homenaje a Rivera parecen apoyar dicha tesis. En 1989 el presidente Julio María Sanguinetti prohibió recalar en Montevideo al barco que repatriaba los restos de Juan Manuel de Rosas, quien defendió el gobierno constitucional de Manuel Oribe.[3]
[editar] Referencias
[editar] Véase también
[editar] Enlaces externos
El golpe de Uriburu y su repercusión en el Uruguay
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