Palacio Díaz-Gana
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El Palacio Diaz-Gana fue un palacio de estilo neomorisco que estaba ubicado en lo que hoy es el Barrio Concha y Toro en Santiago, Chile. Construído por solicitud de José Díaz Gana, dueño del mineral de plata más grande de la época en Chile. Luego pasaría a llamarse Palacio Concha-Cazotte. Fue demolido en 1930.
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[editar] Arquitecto
El diseño de este palacio quedó en manos del alemán Teodoro Burchard, radicado en Valparaíso desde 1855 y máximo exponente del estilo neogótico en Chile. Sin embargo, en Santiago, diseñó el fastuoso Palacio Díaz Gana con otro estilo.
[editar] Estilo
De estilo absolutamente romanticista, es la recreación de una fantasía morisca entre bizantina e islámica, los diseños islámicos estaban entreverados en una planta y en arcos exteriores en los que se alternaban los arcos de medio punto con los de herradura y los cuerpos laterales rematados en almenas medievales. Se destacan las lacerías piramidales que rematan los cuatro arcos de herradura de los laterales de la fachada y mucho más elaboradas las del piso central.
Disponía de tres cúpulas islámicas, dos minaretes que sobrepasaban con creces las cúpulas laterales e igualaban la central, resultando una hibridación de torreones islámicos con campaniles bizantino venecianos.
En su interior tenía tres chimeneas, dos de mármol y una de ónix con aplicaciones de mármol.
[editar] Ubicación
La construcción tenía 3.500 m2 de superficie y su acceso principal estaba ubicado en la Alameda de las Delicias; se encontraba casi al centro de una quinta que pertenecía a la orden de los mercedarios.
Dicha quinta tenía por límites la Avenida Alameda de las Delicias por el sur, la calle Erasmo Escala por el norte, el Liceo de Aplicaciones por el poniente y el Palacio Elguín (también diseñado por Burchard) por el oriente.
Tenía lujosos jardines, fuentes con juegos de aguas, una laguna con puentes, una gruta y diversas esculturas traídas desde Europa.
[editar] Historia
Su primer propietario fue José Díaz Gana, magnate de la minería, quién adquirió en 1872 la quinta. Se comenzó ese mismo año la construcción del palacio y que finalizó en 1875.
Sin embargo no sería por mucho más tiempo dueño de esta fastuosa propiedad, ya que durante la Crisis Económica de 1876 en Chile , José Díaz Gana perdió el palacio y la quinta de la Alameda recién terminado sin alcanzar a hacer uso de éstos.
De manera que luego de perder su patrimonio José Díaz Gana, el nuevo dueño de la quinta y el Palacio Díaz Gana fue Enrique Concha y Toro.
De esta forma el Palacio Díaz Gana pasó a llamarse Palacio Concha-Cazotte, y por más de 40 años, gran parte del acontecer de la vida social de la ciudad de Santiago se desarrolló en su más de 3.500 m2.
En los años que Enrique Concha y su esposa Teresa Cazotte vivieron en el palacio, adquirieron numerosas obras de arte convirtiendo su casa en una verdadera galería compuesta casi exclusivamente de obras de artistas de los siglos XVI, XVII y XVIII, siendo “muy rica y sería la colección” según el juicio del pintor y crítico francés Richon-Brunet, quién visitó Santiago de Chile en 1902.
De esta colección se pueden mencionar “David con cabeza de Goliath” de Rubens, “Anunciación de Cristo a los Pastores” del holandés Berghen (1624-1689), tres cuadros del francés Le Bourguignon (Jacques Courtois), que fueron sometidos en París a un examen para garantizar su autenticidad, además obras de los italianos Barbieri, del Andrea del Sarto, Carracci y Domenico Zampieri, de los flamencos David Teniers I y A. Dispenbeck, de los españoles Alonso Cano y José Ribera. Un cuadro de Melchor Pérez del siglo XV. Asimismo esculturas en bronce de Aizelin, Dubois y Quintor, otros dos bronces de Pradia con pedestales tallados en ébano y caoba, 2 Venus de mármol de Carrara con pedestal.
Los Concha Cazotte fueron famosos por organizar fiestas y bailes en su propiedad, de estos el más renombrado fue aquel que organizaron en 1912 y que dio de hablar por más de 10 años. De ese baile se imprimió un libro donde salen fotografiados los asistentes vistiendo los disfraces utilizados.
A medida que los Concha Cazotte fueron perdiendo su patrimonio económico, fueron vendiendo sus antiguas posesiones hasta que en 1922, año en que muere Enrique Concha, su viuda, decidió urbanizar la quinta. Para ello encargó su loteo a Arturo Besa Rodríguez, también industrial minero. La idea era reproducir en la antigua quinta un barrio europeo que había visitado doña Teresa en su juventud y del que quedó encantada, de tal modo se construyó un barrio de calles cortas y curvas entre cruzadas entre sí.
Es así como nace el Barrio Concha y Toro, en el lugar donde estaban los antiguos jardines se construyó el Teatro Carrera, hoy monumento nacional, quedando el palacio ubicado atrás del teatro, entre las calles Maturana y Concha y Toro
Tras la muerte de doña Teresa en 1932, sus hijos remataron la galería de cuadros, las esculturas, las lámparas, muebles y chimeneas de la casa el 5 de septiembre de 1932, siendo el martillero don Arturo Calvo Mackenna.
Además se vendió el palacio, que fue demolido en 1930 y en su lugar se construyeron nuevas casas, entre las que se contaban las de Teresa Cazotte de Concha y sus descendientes.
[editar] Enlaces externos
(Consejo de Monumentos Nacionales)