Mutnedymet
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- Otras formas de nombrarla: Mutnodjmet, Mutnedyemet, Mutnadjmet, Mutnadymet, Mutnedjmet...
Reina de finales la dinastía XVIII egipcia, hacia el año 1300 a. C.
Era hija de la dama Tey y del «padre divino» Ay, un auténtico animal político que había sido capaz de sobrevivir a cuatro reinados diferentes siempre en la cima, hasta que consiguió ser coronado faraón ya en su vejez. Al parecer Ay era el padre de la reina Nefertiti, pero pese a estar emparentado con los llamados "herejes de Amarna" salió airoso de cualquier conjura y antes de ser coronado era ya el visir del rey-niño Tutanjamón, una marioneta suya.
Poco se sabe de Mutnedymet. Aparece en contadas ocasiones durante el reinado de Ajenatón, indicándose que es la "Hermana de la Gran Esposa Real", nexo debido al cual se sugiere que, al ser Nefertiti la hermana mayor de Mutnedymet, debía ser pura lógica, la hija de Ay y de su primera esposa, de nombre desconocido.
Sería sólo en el corto reinado de Ay cuando adquiriera cierto peso político. Al subir al trono Ay había pactado con su principal rival, el general Horemheb que a su muerte él le sucedería, por lo que para ello debería casarse con Mutnedymet. Es de suponer que a esas alturas la mujer ya debía de haber alcanzado, al menos, la treintena, por lo que también su descendencia se veía complicada dada la época.
Atado y bien atado el asunto de la sucesión, no hubo ningún problema cuando Horemheb fue faraón y se casó con Mutnedymet, ascendida al rango de Gran Esposa Real. Mas el nuevo rey ya nada tenía que ver con la ancestral dinastía XVIII, y gobernó con manode hierro el país, borrando de él toda huella de sus inmediatos antecesores, los protagonistas del "Cisma de Amarna". No tuvo que ser un plato de gusto para Mutnedymet ver cómo caían en el olvido (la peor condena posible en Egipto) los nombres de su padre, su hermana, su cuñado o su sobrino, pero parece ser que el matrimonio con Horemheb fue muy desdichado.
El faraón aisló a Mutnedymet y la confinó a un harén para evitar que la sangre de la rebelde Nefertiti volviera a aparecer en su hermana. Así, no es de extrañar que apneas existan menciones suyas, y que su único papel fuera legitimar la presencia en el trono de su marido. Con él parecía surgir ya el patrón que se repetiría a lo largo del resto del Imperio Nuevo: un rey ya nunca acompañado de su gran esposa real, que sólo serviría para legitimarlo a él o a su descendencia. Con Mutnedymet, la última reina de la dinastía XVIII, la mujer regresaba a los harenes y no volvía adquirir el peso político que ostentaron grandes damas como Ahhotep, Ahmose-Nefertari, Hatshepsut, Tiy o Nefertiti. La única excepción a esta lista sería Tausert, quien tendría el dudoso honor de cerrar la dinastía XIX.
Ignoramos qué fue de Mutnedymet, cuándo murió y si llegó a tener hijos. Es probable que muriese antes que Horemheb, quizás debido a un parto. Se ha pensado que una princesa, de nombre Tanedyemy, podría haber sido la hija de esta reina, y el puente que legitimaría el ascenso de la siguiente dinastía. Tampoco sabemos dónde pudo ser enterrada ni el paradero de su momia, que si ha sido hallada, aún no ha podido ser identificada.