Martín Aquino
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| Martín Aquino | |
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| Nacimiento: | 1889 Pueblo Bolívar, departamento de Canelones, Uruguay |
| Fallecimiento: | 1917 Fraile Muerto, departamento de Cerro Largo, Uruguay |
Martín Aquino (Pueblo Bolívar, departamento de Canelones, Uruguay, 1889) - (Fraile Muerto, departamento de Cerro Largo, Uruguay, 1917) matrero uruguayo,.
[editar] Datos biográficos
Célebre matrero, que a principios del siglo XX adquirió fama enfrentándose con la policía en medio de los campos uruguayos. Hijo natural de Francisca Aquino, tuvo dos hermanas: Elisea y Ramona y algunos medios hermanos, hijos de Pineda, quien sería posiblemente su padre. Uno de estos medios hermanos, Gregorio Pinela, lo acompañará en sus andanzas. Con escasa educación, intentó ejercer diversos oficios (trabajó incluso, durante algunos meses como policía en la localidad de El Tala) para terminar como peón de estancia. En 1909 hiere a su patrón en medio de un altercado cuando le pretendía descontar de su salario un par de vacunos ahogados al cruzar un arroyo. Es llevado a la cárcel de Minas, de donde escapa y comienza su vida de prófugo y matrero.
Se enfrenta en varias ocasiones con la policía y crece el ensañamiento de las autoridades en su persecución.
Sus aventuras lo llevan a incursionar en el Brasil, donde estuvo preso en Río de Janeiro. En uno de los enfrentamientos más notorios, en junio de 1914, huye luego de matar al Comandante Juan I. Cardozo, jefe político del departamento de Florida. Cardozo era un experimentado combatiente que había luchado en filas del Partido Colorado durante el levantamiento del insurrecto Aparicio Saravia del Partido Blanco. La intensa balacera provocada por este duelo del cual participan varias personas, aumenta la fama del matrero.
Su figura comienza a tener una aureola de heroísmo que despierta admiración entre la gente del campo y de la capital. Las noticias que exponen sus hazañas son seguidas con gran atención. Finalmente, en marzo de 1917, en un rancho de la localidad de Fraile Muerto, es rodeado por la policía junto a sus compañeros de andanzas. En un acto que corona su leyenda, usa la última bala que le queda en su cargador para auto eliminarse: prefiere matarse a darle el gusto de que lo hicieran los policías. Su cuerpo, ya muerto, recibe otros balazos y es exhibido por las calles de Melo desde un humilde carro que pasea los restos de quien luego sería llamado “El último matrero”.
