Leyenda de los soldados Pururauca
De Wikipedia, la enciclopedia libre
La leyenda de los soldados Pururaucas o los soldados de piedra es una leyenda inca que mitifica la victoria del ejército inca hacia el ejército chanca en 1438.
La leyenda es un intento de engrandecer la hazaña inca en la sorpresiva victoria inca de la batalla de Yahuarpampa (En quechua: llanura de sangre).
[editar] Trama de la leyenda
En la leyenda se cuenta que cuando los cobardes Huiracocha e Inca Urco huyeron abandonando los cusqueños a su suerte ante la inminente llegada del poderoso ejército chanca, Cusi Yupanqui (Pachacútec) solicitó el retorno de su padre Huiracocha para que dirija la defensa, ante la negativa del inca Huiracocha, Pachacútec se vio obligado a tomar el mando del ejército.
Pachacútec reclutó a algunas etnias vecinas para resistir juntos al poderoso ejército chanca, sin embargo nadie deseó unírseles más que la etnia de los Canas.
Cuando el ejército inca se postró en el campo de batalla a esperar al ejercito enemigo, Pachacútec ordenó hacer pequeños montículos de piedra disfrazados de soldados para que a la distancia el ejército parezca más numeroso.
Según la leyenda, en plena batalla, los montículos de piedra se hicieron reales por la voluntad de los dioses para favorecer a los incas. La victoria de la batalla y la guerra fue para los incas.
[editar] Explicación histórica
Lo más probable es que toda la leyenda haya sido cierta, tal y como se cuenta, a excepción de la materialización de los soldados de piedra.
Cuando Pachacútec solicitó a las etnias vecinas un apoyo defensivo a la poderosa amenaza chanca, muchas de las etnias esperaron a observar que bando se inclinase a la victoria para unírsele. Cuando observaron esto en la etnia inca entraron en combate a su favor, así que hubo una alza repentina en el número de combatientes contra los chancas, pareciendo así que los montículos de piedra se transformaron en soldados de verdad.