Frascuelo
De Wikipedia, la enciclopedia libre
Salvador Sánchez Povedano llamado Frascuelo fue un torero español nacido el 23 de diciembre de 1842 en Churriana de la Vega (Granada) y fallecido el 8 de marzo de 1898 en Madrid, a consecuencia de una pulmonía.
Se le considera como uno de los mejores estoqueadores de la historia de la tauromaquia.
En su infancia se trasladó a Madrid, donde se formó como torero, tomando la alternativa el 27 de octubre de 1867 de manos de Francisco Arjona Herrera Cúchares, con un toro llamado Señorito. Mantuvo, en lo mejor de su carrera desde 1868 hasta 1889, una famosa rivalidad con Rafael Molina Lagartijo comparable a la que antes mantuvieron Pedro Romero y Costillares y después Joselito y Belmonte.
Toreó 1.236 corridas, matando 3.801 toros.
Al retirarse del toreo fijó su residencia en Torrelodones, en la Finca Monte Gascó donde todavía puede verse una verja con el hierro de su ganadería. Le unía una gran amistad con la Infanta Isabel "La Chata", quien siempre que pasaba en tren por Torrelodones, ordenaba parar el tren para poder saludarle.
[editar] Momentos importantes de su carrera
- En 1868 alterna por primera vez con Lagartijo.
- Recordadas faenas en Madrid los días 19 de septiembre de 1869 y 22 de octubre de 1871,
- Inaugura la Plaza de toros de Haro el 2 de junio de 1886 en festejo con Lagartijo
- Corrida de la Beneficencia de 1874, estoquea 6 toros.
- Muerte del último toro lidiado en la plaza de la calle Alcalá el 9 de julio de 1874
- Corrida de la Beneficencia de 1882, mano a mano con Lagartijo.
Tras recibir varias cornadas de gravedad, se retira a principios de 1889.
[editar] Los diez mandamientos del toreo
El 26 de marzo de 1925 el crítico taurino Maximiliano Clavo, a través de su pseudónimo "Corinto y Oro", recupera y publica en la revista Mundo Gráfico este decálogo atribuido a Frascuelo, escritos con un lenguaje coloquial cuando el torero estaba retirado, este es el texto publicado:
- Primero: amar a Paquiro sobre todas las coletas.
- Segundo: No jurar que vas a meterte en el morrillo de los toros para luego no arrimarte nada.
- Tercero: Santificar la fiesta española, entendiéndose que santificarla no es tirar el pego.
- Cuarto: honrar a la afición que da cuanto se le pide y más de lo que puede.
- Quinto: no matar como Rafael el Gallo.
- Sexto: no amolar tanto a los toros ni a las espectadores.
- Séptimo: no hurtar las ingles a las arrancadas de los astados, ni hurtar tantos billetes como se viene haciendo.
- Octavo: no decir en los telegramas que tú estuviste colosal y tu compañero desastroso.
- Noveno: no desear la cupletista o super-tanguista de tu prójimo.
- Décimo: no codiciar el contrato del colega; ni el colchón del zapatero, del hojalatero y del tapicero, cuando el colchón va a la casa de empeños para luego no ver más que huir a los toreros de arriba, de abajo, de la derecha y de la izquierda.