Domingo Faustino Correa
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Domingo Faustino Correa (Portugal, 4 de septiembre de 1790 - Rio Grande do Sul, Brasil, 1873)
[editar] Biografía
El Comendador Domingo Faustino Correa vivió en el siglo XIX en Brasil; fue el autor del famoso "testamento Correa" (de valor incalculable, aunque hay que hablar de miles de millones de dólares; consta de más de 30000 palabras), por el cual sus presuntos herederos (que se distribuyen por todo el mundo, pero sobre todo en Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay), disputan su herencia frente a los gobiernos sudamericanos.
Poco antes de fallecer, y bajo una situación extraña (podría pensarse que tuvo un desorden mental o simplemente la intención de perjudicar a sus descendientes), dejó un testamento casi imposible de cumplir. Dentro de ese testamento, marca algunas pautas a seguir de ahí en adelante con sus riquezas: entrega cierta cantidad de bienes a un grupo de personas de confianza para que lo aprovechen por un tiempo (ellos y sus sucesores), pero advierte que al cabo de cuatro generaciones deberán volver a sus legítimos herederos (no exactamente sus herederos, sino más bien lo herederos de sus hermanos).
La gran guerra por este testamento, se desató aproximadamente en 1970, cuando apareció una gran ola de supuestos descendientes afirmando tener derecho a reclamar los bienes; pero debido a este complejo testamento, los juicios realizados fueron efectivamente los más largos e intrincados de la historia. Aún así el juicio desatado en Rio Grande do Sul está cerrado y su causa archivada desde hace muchos años. En Uruguay, donde en teoría se tramita otra parte de la sucesión, afirman que no hay ningún bien heredable.
Existen muchas versiones acerca de donde nació, puede haber nacido en Brasil, Portugal, Argentina, Uruguay o Chile; aunque se cree más firmemente que nació en Portugal, y que su verdadero nombre fue Domingos Faustino Correia (que más tarde derivó en su nombre conocido); siendo hijo legítimo de Fulgencia Retamar y Teodoro Correa.
A los 18 años se trasladó al Brasil, afincandose en Minas Gerais, donde contrajo nupcias con Doña Leonor María Correa Maripalheta, con quien no tuvo hijos -mas si los tuvo (catorce en total) con otras cinco esclavas de sus minas-. Desde Brasil fue que amasó su vasta fortuna (antes de la independencia de Brasil en 1822), explotando minas de oro y piedras preciosas con mano de obra esclava (traída desde Nigeria), habiendo recibido la concesión de las mismas y el título de Comendador por parte del Emperador Pedro II. También se dice que logró reunir su fortuna, traficando armas, hecho que no es del todo extraño, ya que su ejército (que respondía al Imperio Portugués) era sumamente cuantioso (se habla de más de 100.000 hombres).
Más tarde se asentó en Río Grande Do Sul. Fue considerado entonces, uno de los hombres más poderosos a nivel mundial. Ya desde ese lugar, Correa se adueñó de grandes extensiones de tierra, logrando obtener un patrimonio mayor al de 83 millones de hectáreas de tierras, entre Brasil y Uruguay.
Finalmente, dejó su herencia a los bisnietos de sus hermanos José, Juan, Vicente, Cipriana, Andrea, Isabel y Victoria, y los descendientes de los mismos. Hecho que empeora las cosas aún, porque aparecen descendientes directos del mismo comendador que reclaman su derecho por el patrimonio por encima de los testamentados.
Hoy día, se cree que los bienes jamás volverán a sus antiguos dueños, sobre todo porque incluyen terrenos que en la actualidad son ciudades (como Porto Alegre, Pelotas, Río Grande y Santa Victoria).