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Clipper es un refresco de origen canario. Comenzó a fabricarse en 1956 y de él existen varios sabores: Naranja, Fresa, Limón y Manzana. El sabor más vendido es el de fresa, y el más reciente el de manzana. Se distribuye en cristal retornable (1 litro), latas de cuarto y tercio de litro y plástico de medio, litro y medio y dos litros. Se fabrica en Gran Canaria y sólo puede encontrarse en las Islas Canarias (España). Existen variedades "light" de los sabores de fresa y naranja.

Hoy en día es prácticamente el único superviviente de los refrescos canarios de mediados del siglo XX, aparte de la mínima presencia de Nik en Gran Canaria.

La empresa que se encarga de su distribución se llama "Embotelladora de Canarias SA", que a su vez se encarga también de embotellar para el archipiélago canario la marca Seven Up, Mirinda y otras.

Es habitual el uso en combinación con bebidas alcohólicas (vodka, ron, etc) del Clipper de fresa.

[editar] Historia

Clipper surgió en 1956 en un garaje de Ciudad Jardín, al albur de la primera modernización de Canarias. Su supervivencia hasta hoy se debe a que, inicialmente, era más sencillo fabricar refrescos en las Islas que importarlos en barco, gracias a lo cual surgieron otras marcas como Nik o Baya-Baya, y las grandes compañías de refrescos crearon fábricas propias en las islas donde se fabricaba la mezcla completa o, como en el caso de Coca-Cola, se importaba la melaza ya mezclada y se añadía en la Islas el agua carbonatada. Después, con el incremento del tráfico de mercancías en los puertos de la Luz y de Santa Cruz, las grandes marcas consiguieron imponer sus refrescos de limón y naranja. Sin embargo, a pesar de la supremacía de Coca-Cola y PepsiCola entre los refrescos de cola y Fanta, Mirinda y Schweppes entre los de naranja y limón, nunca hubo un refresco que le hiciera sombra en el sabor de fresa. Así, durante los setenta y ochenta, pedir "un Clipper" quería decir, exclusivamente, pedir un Clipper de fresa.

Posteriormente, Clipper perdió el sambenito de "producto tercermundista" que lo acompañó durante el "boom" económico de la Transición española y resurgió con gran fuerza, como producto "de la tierra", volviendo a las estanterías sus sabores de limón y naranja (casi con el sabor original) y, posteriormente, lanzando el sabor de manzana.

Con el cambio de siglo, Embotelladora de Canarias recomenzó la publicidad de Clipper, particularmente en televisión, con anuncios fundamentalmente cómicos.

En el 2006, con motivo del 50 aniversario, se renovó la imagen de la marca, estilizando los grafismos de las etiquetas, y se sacó un anuncio televisivo, que sustituyó al anterior protagonizado por Eduardo Gómez, en el que se acuñó hay una frase que se ha popularizado entre muchos canarios: ¿Nos echamos un Clipper?.

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