Stanley Miller
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Stanley L. Miller (* Oakland, California, 7 de marzo de 1930 - f. 20 de mayo de 2007), científico estadounidense principalmente conocido por sus estudios sobre el origen de la vida. Se educó en la Universidad de California (obteniendo su licenciatura en ciencias en 1951), donde fue estudiante de Harold Urey. En el experimento Miller-Urey llevado a cabo en 1953 como estudiante diplomado realizó una simulación de las condiciones de la Tierra primitiva en busca de las reacciones químicas que pudieron construir sus primeros bloques esenciales (aminoácidos y proteínas) simples. En 1954 obtuvo el doctorado en Química en la Universidad de Chicago. Fue ayudante de profesor (1958-1960), profesor asociado (1960-1968) y profesor de química en la Universidad de California, San Diego en 1958, permaneciendo en el puesto durante muchos años.
Sus estudios abarcan el origen de la vida (Se consideró un pionero en el estudio de exobiología), la ocurrencia natural de hidratos clatratos, y mecanismos generales de anestesia. Fue miembro de la Academia Nacional de Ciencias, y recibió una Medalla Oparin.
En la década de los 50, Miller ayudó a emplazar la síntesis abiótica de compuestos orgánicos en el contexto de la evolución. Utilizó la simulación en laboratorio de las condiciones químicas en la Tierra primigenia para demostrar que la síntesis espontánea de estos compuestos podría haber sido una etapa precoz del origen de la vida.
[editar] Experimentos de Miller
En 1953, Stanley Miller, un joven estudiante de posgrado, llevó a cabo una serie de experimentos en el laboratorio de Harold Clayton Urey, que fueron publicados ese año en la revista Science. Miller y Urey supusieron, de acuerdo con Alexander Oparin y John Haldane, que la atmósfera terrestre primitiva estaba compuesta principalmente de NH3, H2O, CH4 y H2.
Miller construyó un aparato de vidrio constituido esencialmente por un matraz de balón al que introdujo los gases que presumiblemente existieron en esa atmósfera primitiva; este matraz estaba conectado a través de dos tubos de vidrio, uno a la parte superior y otro a la inferior de otro, parcialmente lleno de agua, con llaves que permitían tomar muestras de agua. Una vez introducidos el NH3, H2O, CH4 y H2 al primer matraz, produjo descargas eléctricas en esta atmósfera para simular las condiciones iniciales. Al cabo de una semana, examinó el contenido líquido, que inicialmente era incoloro, ahora se mostraba rojizo. Encontró, que éste contenía varios compuestos orgánicos que no estaban presentes al principio. Al examinar estos compuestos orgánicos, determinó que eran similares a los aminoácidos, constituyente fundamental de la proteína, compuestos sin los cuales no es posible la vida.
El experimento ha sido repetido en múltiples ocasiones, obteniendo compuestos orgánicos diversos. Sin embargo, aún no se ha obtenido proteínas.