Elne

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El logo de la ciudad

Escudo

País

Francia

• Región Languedoc-Rosellón

• Departamento Pirineos Orientales

• Distrito Distrito de Perpignan

• Cantón Cantón de Elne

• Mancomunidad ninguna

Código INSEE 66065

Ubicación 42°36′00″N 2°58′00″E / 42.6, 2.966742°36′00″N 2°58′00″E / 42.6, 2.9667

• Altitud 23m msnm
(mín.: 0m, máx.: 65m)

Superficie 21,29 km²

Población 6.410 hab. (1999)

• Densidad 301,08 hab./km²

Gentilicio n/d

Código postal 66200

Alcalde 2008-2014

Puerta de la ciudad

Elne (en catalán Elna) es un municipio francés situado en el departamento de los Pirineos Orientales, en la región del Languedoc-Rosellón. Tenía 6.410 habitantes en 1999.

[editar] Geografía

A orillas del Tec, Elne limita con: Palau-del-Vidre, Argelès-sur-Mer, Latour-Bas-Elne, Saint-Cyprien, Alénya, Corneilla-del-Vercol, Montescot, Bages y Ortaffa.

El cantón de Elne comprende siete municipios: Elne (capital), Villeneuve-de-la-Raho, Bages, Corneilla-del-Vercol, Montescot, Théza y Ortaffa.

[editar] Historia

En 350, es asesinado en Elne el emperador romano Constantino, por orden del usurpador Magnencio.

Villa íbera, Elne fue llamada, antiguamente, Illiberis. En el siglo III siendo propiedad de la familia imperial fue renombrada como Castrum Helenae, en honor a la madre del emperador Constantino I, la emperatriz Helena. De Helena pasó a ser Helna y, por último, Elne, su nombre actual.

Durante el siglo VI la villa es la sede y señorío del obispo del Rosellón, y hasta el siglo XVII será su capital religiosa. En el siglo XI se edifica la actual catedral reemplazando una vieja iglesia. Entre el siglo XII y el siglo XIV los canónigos hicieron construir el claustro. La villa fue asediada, en 1385, por Felipe III el Atrevido, rey de Francia que, forzando las puertas de la catedral, penetró en ella y masacró a sus habitantes. En el siglo XIV fue ocupada por Pedro III de Aragón y, las tropas de Luis XI, rey de Francia, la ocuparon en 1774.

La importancia que fue adquiriendo Perpiñán a partir del siglo XIII fue eclipsando a Elne. Los obispos preferían residir en dicha ciudad antes que en Elne y, en 1502 la transferencia de la residencia obispal a Perpiñán ya se hizo oficial. Tras el Tratado de los Pirineos de 1659, que fijó las fronteras de los Pirineos, las murallas de la villa fueron destruidas, empezando así, su declive.