Discusión:Arias
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[editar] Arias
Apellido patronímico de mucha antigüedad, formado y derivado del nombre propio de Aria o Arias o Ariano o Ariamiro, perteneciente al padre u otro antecesor y aplicado al hijo u otro descendiente para denotar en éstos la calidad de tales.
Son muchos los tratadistas que, al hablar de este apellido, engloban en él muy distintas familias apellidadas Arias, como si fueran una misma, con idéntico origen, tronco y solar; pero no hemos de imitarles nosotros en ese procedimiento, notoriamente equivocado, porque los patronímicos dieron motivo a casas que aún cuando se apellidan de igual manera, son completamente distintas.
Galicia fue cuna de ilustres casas de Arias y entre sus solares mas nobles e importantes figuraron los de Sirgal y San Miguel das Penas, en Tierras de Monterroso, en la provincia de Lugo.
Entre las figuras relevantes de este linaje recuerdan los autores a Lucio Arias, Capitán y rico-hombre de don Alfonso I. En el II Concilio de Oviedo, era de 939, se halló el Conde Arias. En otro Concilio ovetense, de 1123, los Arias firmantes son todos de Galicia. En 1381 era Comendador de Alcántara Arias Pérez de Somoza. En la de San Juan hubo muchos caballeros de este linaje, como se prueba por sepulcros existentes en Galicia. Dícese que Martín y Rodrigo Arias estuvieron peleando en las Navas de Tolosa (1212).
El Nobiliario de Galicia, manuscrito de Oxea-Cadaval, recoge asimismo muchos nombres ilustres de los Arias, como el de Gutierre Arias, padre de San Rosendo, Obispo de Santiago, e hijo de Hermenegildo de Tuy, pariente muy cercano de don Alonso III; el Conde Pérez Arias (o Arias Pérez) en tiempo de don Alfonso VI; de don Juan I, Arias, Arzobispo de Compostela, que se halló en la toma de Sevilla, falleciendo en 1266; de Pedro Arias de Reboredo, Maestre de la Orden de Santiago, que se halló en las Navas, y lo mismo a su intervención que a la de los caballeros antes citados (a los que la leyenda atribuye haber conquistado el estandarte real mahometano) se dice es debida la cruz que ostentan los Arias, en su escudo.
Pedro Arias, Señor de Portomarín, fue uno de los que coadyuvaron con Pedro Fernández Encalada a la fundación de la Orden de Santiago. El Deán de Lugo Juan Arias, donó a la milicia santiaguista el célebre monasterio de San Salvador de Villar de Donas, en Tierras de Palas del Rey, para sepultura general de los caballeros que muriesen en los conventos-encomiendas de Galicia. Pedro Arias y Gonzalo Arias sirvieron al santo Rey don Fernando III en Sevilla, donde llevaron a cabo valerosos hechos, alcanzando varias casas de repartimiento.
Sus descendientes se extendieron por Badajoz, dando lugar a diversas familias nobles, con distintos entronques. El Arzobispo de Santiago, Juan Arias, levantó hacia mediados del siglo XIII, en las cercanías de Compostela, el castillo de Rechafuerte, donde perecieron a traición Alonso Suárez de Deza y los once emisarios que le acompañaban, en tiempo de las luchas de don Berenguel de Landoira. Allí sentó sus reales en 1459 el Arzobispo Rodrigo de Luna para tomar mejor la capital de su Diócesis; nada se conserva de dicha fortaleza. A este mismo Arzobispo (1235-1266) se debe buena parte de la construcción del llamado Palacio Gelmírez (brazo transversal de la T que forma la planta, llamado salón de la Planta Baja).
En el claustro de la colegiata del Sar se colocó el sepulcro del canónigo Bernardo Arias (1291), con estatua yaciente que aprieta un libro sobre su pecho y que acaso sea la Regla de San Agustín, que profesaban aquellos canónigos. Martín Arias, obispo de Zamora, mandó construir el monasterio e Iglesia de San Lorenzo de Trasouto, en las afueras de Santiago de Compostela, como lugar de retiro para sí, en los comienzos del siglo XIII. En 1835 pasaron a ser, por título de familia, de María Eulalia Osorio de Moscoso y Carvajal, librándose así de las inicuas leyes desamortizadoras y convirtiéndose en bellísimo Palacio, donde se admiran el retablo de mármol de Carrara y las estatuas orantes de los Marqueses de Ayamonte, transportados desde la Iglesia del convento de San Francisco de Sevilla (convertido en Palacio municipal) por sus propietarios los Duques de Medina de las Torres. Finalmente, el Padre Sarmiento dejó bien puntualizado que el célebre Vicente Arias Balboa, primer Familiar del Arzobispo toledano Pedro Tenorio y luego Obispo de Plasencia, era gallego. Falleció en 1414.
Este linaje Arias desciende, según otros autores, de los Ariamiros, familia nobilísima entre los godos, cuya memoria se conservó en la casa solariega de las montañas de León, de la que descendió el insigne caballero Arias González, a cuyo celo, valentía y lealtad, confió el Rey don Fernando I de Castilla, cuando murió, la defensa y tutela de su hija la Infanta doña Urraca, y en tal concepto defendió la ciudad de Zamora, cuando el Rey don Sancho la quiso ocupar. Y habiendo el traidor Vellido muerto por el rey alevosamente retó Diego Ordóñez de León a Zamora y a todos los ciudadanos: salieron a él Rodrigo Arias, Diego Arias, Pedro Arias, hijos de Arias González, y a costa de sus vidas restauraron la ciudad de Zamora.
Los descendientes de tan ilustres caballeros, que conservaron siempre el apellido de Arias, fueron mas tarde los que acompañando al Conde Ramón, yerno del Rey don Alonso el Gordo, se hallaron en la reedificación de Ávila, donde se conservó sucesión de esta esclarecida casa, así como en Zamora.
También la tradición dice que su origen viene de Aria Jinzo, Rey suevo de Galicia.
Rama troncal: El Conde Ferrando, que murió en la batalla del Guadalete el año 711, fue padre de Arias Fernández, Capitán del rey don Pelayo, que casó con María Lucida, y procrearon a Lucido Arias, Capitán del Rey don Alfonso I el Católico, casando aquél con Ourana Fernández de Temez, que tuvieron por hijo a Arias Lucido, que mató al Rey don Mauregato en 788, contrajo matrimonio con Brunilda, hija del Infante Adalgasto y nieta del Rey don Silo, y fueron padres de Lucido Arias, conde de Galicia y de la Comarca del Miño, Señor de la casa de Saavedra, que se unió en matrimonio con Adosinda Gutiérrez, hermana de San Rosendo, de la que tuvo a Arias Alvitez, Conde del Rey don Ordoño III, y consorte de Sancha González, en la que hubo a Gonzalo Arias, que fue padre de Arias Gonzalo, Conde y Gobernador de Zamora en tiempos del Rey don Fernando I, que en sus ausencias este Monarca le encomendaba el cuidado y educación de sus hijos, que se criaron durante algún tiempo en la casa de Arias Gonzalo, en la ciudad de Zamora, juntamente con el Cid Campeador.
Después fue ayo de la Infanta doña Urraca, a la que queriendo arrebatar sus pequeño estado de Zamora el Rey don Sancho III, su hermano, fue éste muerto alevosamente por Bellido Dolfos, y para librar a la ciudad de la afrenta de que se la tachaba, ofreció el sacrificio de sus hijos, que eran: Rodrigo Arias, Diego Arias, Pedro Arias, luchó con sus hermanos Rodrigo y Diego en duelo singular con Diego Ordóñez de Lara, y en el que sucumbieron los tres hermanos. Pedro Arias, General de la Armada de las Costas de Galicia, en donde tuvo encuentros con normandos y bretones, a los que rechazó con gran valor, y su descendencia pasó a la ciudad de Ávila, en donde dio origen al linaje de los Arias-Dávila, y Bona Arias Gonzalo, que casó con Gome Galindo, caballero zamorano.
De una familia de Arias, que radicó en tierra de Ribas de Miño, en la provincia de Lugo, procedió Jerónimo Rodríguez Arias, que casó con Magdalena Rodríguez Arias de Villar, procreando a Alonso Rodríguez Arias, que contrajo matrimonio con Isabel Rodríguez Buján, teniendo a Francisco Rodríguez Arias, natural de Santiago de Ribas de Miño, que de su esposa Gregoria Losada Somoza y Quiroga, natural de la parroquia de San Julián de Mourelos, en la misma provincia, tuvo a Andrés Rodríguez Arias Somoza y Losada, natural de San Julián de Mourelos, que obtuvo reconocimiento de su hidalguía ante la Real Chancillería de Valladolid en 1722.
Casó con Constanza Saco Gayoso, natural de la parroquia de San Vicente de Ver (hija de Bernardo Saco y de María Gayoso, naturales él de San Vicente de Ver y ella de San Pedro de Martul), y fueron padres de Juan Andrés Arias Somoza, nacido en San Julián de Mourelos el 30 de enero de 1726, que contrajo matrimonio en Chantada (Lugo) el 19 de abril de 1752 con Josefa Enríquez Sarmiento, natural de Chantada, naciendo de este unión: Juan Rosendo Arias y Enríquez, nacido en San Julián de Mourelos el 8 de julio de 1757, Canónigo Prebendado en la Santa Apostólica y Metropolitana Iglesia de Santiago y Caballero de la Orden de Carlos III, en la que ingresó el 6 de septiembre de 1811.
En Monterrey (Orense) tuvo casa solar, con ramas en Lugo, El Ferrol (La Coruña) y Cádiz.
De otras familias Arias, radicadas en Galicia, fueron numerosos los individuos que probaron su hidalguía ante la Real Chancillería de Valladolid, otros obtuvieron reconocimiento de su hidalguía ante la Justicia ordinaria de La Coruña
En Asturias radicaron también muy nobles casas de Arias, que probaron su hidalguía ante la Real Chancillería de Valladolid y ante la Real Audiencia de Oviedo.
En Castilla tuvo casas solares en Mazuecos de Valdeginate (Palencia), documentada en 1556; en Guaza de Campos (Palencia), en 1525; en Ciudad Rodrigo, con ramas en Cantalapiedra y La Alberguería, y en Béjar (todo en Salamanca), numerosos caballeros probaron su hidalguía ante la Real Chancillería de Valladolid.
También hubo casa solares en Sangüesa (Navarra), Orduña (Vizcaya), Ejea de los Caballeros (Zaragoza), Briones (La Rioja), Cabra (Córdoba) y en la ciudad de Murcia.
Numerosos caballeros obtuvieron reconocimiento de nobleza ante las Reales Chancillerías de Valladolid y de Granada, y muchos mas probaron su nobleza para ingresar en las Ordenes de Santiago, Calatrava, Alcántara, San Juan de Jerusalén, Carlos III, Santo Sepulcro, y en la Real Compañía de Guardias Marinas.