Poder piramidal

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Se llama poder piramidal a una supuesta cualidad que poseen las pirámides según la cual se podría aprovechar el electromagnetismo terrestre a través de una serie de fenómenos físicos cuyos efectos en los organismos vivos podrían tener algún valor terapéutico. Aunque los investigadores afirman lo contrario, según los críticos no existen pruebas concluyentes de estos efectos, y las teorías que los sustentan, por ello son considerados por los escépticos como seudociencia. Si bien hay un estudio de varios años al respecto, que al producir diversos indicios interesantes, sugiere seguir profundizando y continuar con las pruebas.

[editar] Referencias científicas

La hasta ahora única referencia de un organismo científico, sobre el poder piramidal corresponde al Centro Nacional de Medicina Natural y Tradicional (CENAMENT) de la República de Cuba, organismo dependiente del Ministerio de Salud. El Consejo Científico de ese organismo dictaminaba, el 7 de diciembre de 2005 que;

considera válidas las evidencias clínicas presentadas sobre al valor terapéutico del EFECTO PIRAMIDAL en una amplia gama de dolencias ortopédicas. Aun cuando se recomienda continuar el desarrollo de investigaciones que permitan ampliar la muestra y aportar nuevas evidencias en Ortopedia y en otras especialidades médicas, el resultado de las Investigaciones demuestra su capacidad como: a- Antinflamatorío
b- Analgésico
c- Bacteriostático
d- Miorrelajante
e- Sedante^[1]

Este dictamen se llevó a cabo tras quince años de investigación y aplicaciones en diversas universidades y hospitales del país, incluyendo la cátedra de física de la Universidad de Pinar del Río, a pesar de que ninguno de estos estudios ha sido publicado en revistas científicas indexadas. Se han publicado trabajos, sin embargo, que cuestionan con rigor tales efectos desde una perspectiva científica y ética (véase por ejemplo [2]).

Una parte de la comunidad científica cubana considera que este poder de las pirámides es inexistente y que es una teoría perteneciente al ámbito de la seudociencia^[2]

Se ha afirmado que entre 1984 y 1991 un grupo, denominado Grupo Osiris, de científicos compuesto por dos físicos, un matemático y un equipo periférico no vinculado directamente con sus investigaciones, formado por biólogos de Roraima, Manaus y Brasilia, sugirieron las causas físicas de los fenómenos, descartando toda intervención de factores ajenos a la física conocida. Sin embargo, no se hallan en la literatura accesible de tal grupo ni de sus presuntos resultados.

[editar] Causas y orígenes del poder

Supuestamente, el poder de las pirámides existe en función de la relación entre el material utilizado, la forma bajo ciertas proporciones y densidad prefijadas y el geomagnetismo (con una potencia de 0,5 Gauss en el aire hasta unos 20 km de altitud y 0,9 Gauss en la corteza). Tales afirmaciones no han sido, sin embargo, publicadas ni demostradas en ninguna revista científica.

La hipótesis más común es que la pirámide actúa como una antena produciendo un campo magnético en movimiento que produce un barrido de partículas y subpartículas atómicas que llegaría a deshidratar los organismos, limitando la presencia de radicales libres que ralentiza la oxidación. Todo ello depende de las características de la pirámide, tanto de su forma como del material con la que este construida.

Los materiales que se suelen utilizar para la construcción de las pirámides son paramagnéticos. Prefiriéndose el aluminio aunque también se utilizan vidrio, cartulina, madera y sus derivados, plásticos y resinas naturales. Se ha dicho que los plásticos no suelen ser muy recomendables por ser proclives a la acumulación de electricidad estática así como que los policarbonatos suelen ser adecuados. Actualmente no hay referencias o publicaciones científicas, ni investigaciones contrastadas que avalen estos supuestos. Hasta ahora, el único experimento riguroso y detallado que ha sido publicado hasta la fecha en una revista científica arbitrada, no refrenda la idea, también sostenida por los defensores de las pirámides, de que éstas modifican las propiedades del agua colocada en su interior.^[3]

Se ha manejado la hipótesis de que existe una pirámide virtual invertida que se forma bajo el plano de la pirámide real; esta anti pirámide estaría formada por "partículas desalojadas de la pirámide". Tal hipótesis es rechazada por la mayoría de los científicos, quienes consideran que se trata de una especulación carente de base y desprovista de respaldo empírico.

Si las pirámides, como se ha afirmado por algunos defensores del poder piramidal,^[4] tuvieran la propiedad de concentrar “energía telúrica” en su interior, sería posible transformarla, por ejemplo, en energía eléctrica. Pero tal posibilidad no ha sido demostrada hasta la fecha, sino como espectaculaciones del mismo tipo, vertebradas en alusiones a supuestos conceptos físicos.,^[5]