Jerónimo Suñol
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Jerónimo Suñol i Pujol (Barcelona, Cataluña, 1840 – Madrid, 1902), escultor español.
Trabajó en el taller de Venanci y Agapit Vallmitjana, perfeccionándose más tarde en Roma. Llegó a ser uno de los primeros escultores de su tiempo, ejerciendo considerablemente en el arte patrio ya que inició del movimiento que orientó el arte escultórico hacia la realidad viviente, apartándolo del simbolismo abstracto.
[editar] Obras
- Dante (1864), su obra más importante.
- Himeneo
- Petrarca (1866)
- Mausoleo de Leopoldo O'Donnell (se puede ver en las Salesas Reales de Madrid)
- Estatua de mármol del Monumento a Colón de Madrid (1885)
- Réplica en bronce de la estatua anterior en Central Park de Nueva York (1992)
- Urna funenaria del General Mariano Álvarez de Castro, en Gerona 1892
- Virgen de Covadonga. Oviedo 1900
- Monumento al Marqués de Salamanca en Madrid.
- San Pedro y San Pablo, en la Basílica de San Francisco el Grande (Madrid)
- San Francisco Javier, en el Santuario de Javier, en Navarra
- Decoración del reloj del Banco de España en Madrid
- Escalinata y diversas esculturas del palacio de Linares, en Madrid
- Monumento a Pedro Duro en La Felguera, Asturias
La obra de Suñol, representante perfecto del Romanticismo, le califica como hombre tenaz, convencido de su vocación artística. Supo vencer las dificultades de un origen humilde y estudió con ahínco para conseguir sus ilusiones. El paso por Roma, indispensable para formar por completo su carrera, le deparó peripecias que no suelen entrar en la experiencia de un escultor. En aquellos tiempos Victor Manuel II disputaba a las tropas pontificales la unidad de Italia y el cubrecabezas de Jerónimo Suñol hizo que le confundieran con las huestes de Garibaldi. Grandes apuros hubo de pasar aquel buen barcelonés que a punto estuvo de recibir los honores de un pelotón de fusilamiento. También en Roma, obtuvo lo mejor de su vida particular, al conocer a una bella joven, Adela Rossi Orsini, con la cual se casó y tuvo dos hijas.
Tras el reconocimiento de su valía artística, además de los trabajos más conocidos en estatuaria pública y de la escultura religiosa generalizada en aquella época, recibió numerosos encargos particulares para decoración de palacios, cuya relación permitiría aumentar el número de obras catalogadas.
Fue honrado con numerosos reconocimientos:
- Exposición Nacional de Bellas Artes. Medalla de 1ª clase al mérito (El Himeneo) Concedida por Isabel II en 1867.
- Caballero Gran Cruz Real Orden de Isabel la Católica. 1889
- 1º Centenario de los EEUU. Mención Especial en la Exhibición Internacional de Filadelfia. 1876
- Académico de Número Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. 1878
- Exposición Nacional de Bellas Artes (El Dante) Por Isabel II en 1865
- Exposición Universal de Paris en 1867 III premio de Escultura
- Realizó, asimismo, modelos y proyectos reconocidos y su experiencia fue requerida para enjuiciar las obras de otros artistas.
Suñol trabajaba en concienzudo estudio de los personajes modelados y era meticuloso para imprimir a la escultura el carácter que había idealizado Su última obra fue el Marques de Salamanca, pero, consciente del éxito que obtuvo Emile Zola con su obra Naná, estaba por entonces trabajando también en moldear una figura de aquel singular personaje femenino.